.Orlando Guevara Núñez
El mes de abril marca en Cuba y Venezuela dos fechas
gloriosas para sus pueblos milicianos. En la patria de Martí y Fidel, el 16 de
abril de 1961 fue designado como Día del Miliciano, en honor a los que ese día,
con sus fusiles en alto, juraron
defender la Revolución patriótica, democrática y socialista de los humildes,
por los humildes y para los humildes, proclamada por nuestro Comandante en Jefe
Fidel Castro. Y a los que en Playa Girón contribuyeron a la primera derrota
militar del imperialismo en América.
Los cubanos seguimos como lo calificó Camilo Cienfuegos: un pueblo uniformado,
Porque el pueblo es el ejército y el ejército es el pueblo. Nuestras milicias
han escrito hermosas páginas de heroísmo en la defensa de nuestro suelo. Lo
hicieron, además, de Girón, en la lucha
frente a las bandas mercenarias organizadas, armadas y financiadas por el
gobierno de los Estados Unidos.
Nuestro pueblo miliciano se irguió durante la Crisis de
Octubre y prefirió el riesgo de un exterminio nuclear y una invasión directa de
los Estados Unidos antes que plegarse a
las amenazas y a la prepotencia yanqui.
Cada pulgada de tierra cubana se sabe de memoria el paso
de las botas milicianas. Y en la
producción y la defensa se han hermanado el esfuerzo y el sudor de los
milicianos y de los soldados de nuestras Fuerzas Armadas y del Ministerio del
Interior.
En la patria de Bolívar y Chávez, este 13 de abril, las milicias populares
cumplieron 10 años de fundadas. Como lo informó Nicolás Maduro, están organizados 2 millones 199 907 milicianos. Y el propósito
es llegar a los 3 millones a finales de este año.
Ante las amenazas imperiales, los enemigos de la
Revolución Bolivariana, si persisten en su política agresiva, tendrán que
chocar contra esa fuerza de pueblo. Y no podrán derrotarla. Porque en
Venezuela, como en Cuba, está demostrado y se sigue demostrando, que un pueblo
en Revolución es invencible.
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