.Orlando Guevara Núñez
Un emotivo homenaje a fundadores de la Asociación de
Jóvenes Rebeldes y dirigentes de la Unión de Jóvenes Comunistas de la región
oriental del país, ya fallecidos, tuvo lugar en el cementerio Santa Ifigenia,
de Santiago de Cuba.
Un grupo de hombres y mujeres que compartieron con
ellos el trabajo durante largos años de lucha, protagonizaron el tributo. Blas
Naranjo Frómeta leyó los nombres de 112
hombres y mujeres que dedicaron toda su juventud al trabajo de la
organización juvenil y –muchos de ellos- como cuadros del Partido Comunista de
Cuba.
La ceremonia fue iniciada con un tributo a Mariana
Grajales Coello, Madre de la Patria; Carlos Manuel de Céspedes, Padre de la
Patria; José Martí Pérez, Héroe Nacional cubano, y al eterno Comandante en Jefe
de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
En compañía de algunos familiares, se visitó el
Panteón “Sierra Maestra” de los combatientes de la Revolución, donde descansan
los restos de varios ex dirigentes juveniles.
También se hizo un alto ante la tumba de William
Soler Ledea, un joven que, con apenas 15 años de edad, integró las filas de los
combatientes clandestinos del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en Santiago
de Cuba y fue asesinado por los esbirros de la tiranía batistiana a fines de
diciembre de 1956, hecho que provocó una combativa manifestación de mujeres
santiagueros pidiendo el cese del asesinato de sus hijos.
El recorrido en el Santa Ifigenia concluyó ante la
tumba del héroe de la lucha clandestina, Frank País García, asesinado el 30 de
julio de 1957, y de su hermano Josué, caído un mes antes. Ambos constituyen un
paradigma de patriotismo, valentía y entrega para la juventud cubana.
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