martes, 20 de septiembre de 2016

Santiago de Cuba, el heroísmo de su pueblo. Palabras de Arturo Duque de Estrada Riera




.Orlando Guevara Núñez
El nombre de Arturo Duque de Estrada está íntimamente ligado a la lucha revolucionaria en Santiago de Cuba. Fue un destacado promotor de la preservación de lugares históricos y de la historia en la otrora provincia de Oriente.
Combatiente de la clandestinidad. Ayudante personal de Frank País. Recibió el telegrama de Fidel para Frank anunciando la salida del Granma hacia Cuba. Fallecido el 5 de noviembre de 1994.
 Manzanillero de nacimiento, fue santiaguero de corazón. En un artículo escrito por él, publicado en la revista El militante comunista, de diciembre de 1976, afirmó, refiriéndose a los hechos del 30 de noviembre de 1956:
(…) Fue una mañana radiante: el brazalete rojo y negro con las siglas M-26-7 brillaba junto al resplandor del fuego de los fusiles empuñados por revolucionarios vestidos de verde olivo”.
“No eran suficientes ni buenas las armas de los jóvenes revolucionarios, pero sembraron el pánico entre la soldadesca espantada dentro de los cuarteles, porque aquellos jóvenes eran consecuentes con la tradición mambisa que los impulsaba, y con el vivo ejemplo de la Generación del Centenario frente a los muros del Moncada”.
En  la revista Bohemia, edición del 4 de abril de 1989, en entrevista concedida al periodista César López Gil, aseveraría Arturo sobre el mismo tema:
“El 30 de noviembre lo considero una obra maestra  de Frank, hazaña donde resaltan el patriotismo, los ideales y el valor de los participantes y, además, la  inteligencia, madurez política y capacidad organizativa aglutinadora de quien la guió. Ese día se mostró la organización y combativa del Movimiento, el carácter heroico de los santiagueros y el apoyo que tenía nuestra lucha entre la población, quien  protegió a los combatientes”
“Yo pertenecía al grupo operativo de la Dirección bajo el mando directo de Frank y por tener información de primera mano pude valorar con cuanta eficacia se luchó en Santiago de Cuba y en el resto de las ciudades y pueblos que se levantaron en armas”.
Sobre los días cercanos al triunfo, Arturo recuerda:
“Analizamos los detalles para el sitio rebelde a Santiago de Cuba y el apoyo interno de los combatientes. Volví a la ciudad, pero la huida del tirano y la acción del Ejército Rebelde evitaron la batalla. De aquellos momentos recuerdo con emoción el 1ro. de enero, con todo el pueblo volcado en las calles, saludando al líder revolucionario”

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