martes, 7 de marzo de 2017

El mejor regalo a la mujer cubana




.Orlando Guevara Núñez
En Cuba, el mejor regalo que ha recibido la mujer es la Revolución triunfante del 1ro. de enero de 1959, dirigida por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Puede decirse que en nuestro país, el 8 de marzo resume el homenaje de todos los días del año a la mujer.
Fue la Revolución quien garantizó que nuestras mujeres dejaran de parir hijos para la esclavitud y para sufrir por ellos bajo el oprobioso sistema capitalista.
La Revolución eliminó la represión de una cruel dictadura, bajo la cual miles de personas eran asesinadas, torturadas, perseguidas, encarceladas y vejadas. Centenares de mujeres perdían a sus hijos, esposos, hermanos, padres y otros familiares.
La Revolución erradicó el analfabetismo. Ninguna madre sufre la carencia de ese derecho para sus hijos, el cual se recibe totalmente gratis en todos los niveles de la enseñanza.
La Revolución eliminó los desahucios que junto a su familia sufría la mujer cubana. Eliminó el desempleo. Desterró para siempre los desalojos campesinos que lanzaban a las familias a los caminos reales, a merced del frío, del agua, del sol y de la más espantosa miseria.
Con la Revolución, las madres dejaron de sufrir la angustia de ver a sus hijos enfermos –y a veces morir- sin asistencia médica y sin medicinas. Ese derecho es ahora de todos, de forma gratuita y eficiente.
El dolor de las madres que sufrían al no tener alimentos para mitigar el hombre de sus pequeños hijos, y los dormían con el estómago vació, fue para siempre erradicado.
La cultura, el deporte y la recreación, pasaron a ser, con la Revolución, patrimonio de todo el pueblo.
Con el triunfo de enero de 1959, la mujer dejó de ser discriminada y tuvo la oportunidad de ascender en la vida económica, política y social.
En la Cuba pre revolucionaria, más de 100 000 mujeres cubanas estaban obligadas por sus penurias económicas  a ejercer la prostitución,  mal que erradicó la Revolución. Hoy, quienes practican ese hábito, lo hacen no por necesidad, sino por corrupción, y aún así, la sociedad tiene mecanismos para ayudarlas y convertirlas en ciudadanas con plenos derechos a una vida digna y decorosa.
La Revolución erradicó las drogas y los juegos ilícitos, causantes de graves males en el seno de las familias, principalmente sufridos por las mujeres.
Ese regalo ha sido necesario  no solo forjarlo, sino también defenderlo. Y en ese empeño la mujer cubana ha marchado en primera fila, consciente de que solo la Revolución socialista podrá garantizar la obra conquistada.
Muchas otras razones podrían sumarse a las expuestas. Pero ellas lo saben. Y es ese el regalo que los cubanos les seguiremos haciendo todos los días, especialmente cada 8 de marzo, en que el homenaje es siempre acompañado de una flor, un beso y una felicitación nacida de los más sublimes sentimientos.

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