martes, 6 de octubre de 2015

El crimen de Barbados Nombres que son acusación y advertencia





.Orlando Guevara Núñez
“No eran millonarios en viaje de placer, no eran turistas que disponían de tiempo y de recursos para visitar otros países; eran humildes trabajadores o estudiantes y deportistas que cumplían con modestia y dedicación las tareas asignadas por la patria”.
                                                                                  Fidel
El martirologio cubano creció aquel 6 de octubre de 1976. Sus cadáveres emergieron del mar para insertarse en el corazón de nuestro pueblo.
Wilfredo Pérez Pérez, 36 años, piloto, Héroe Nacional del Trabajo;Angel Tomás Rodríguez, 36 años, jefe de Preparación Técnica de Cubana de Aviación; Miguel Espinosa Cabrera, 47 años,copiloto del DC-8; Ernesto Machín Guzmán, 40 años, mecánico de aviación; Ramón J. Fernández Lefebre, 39 años, sobrecargo mayor de Cubana de Aviación; Magaly Grave de Peralta Ferrer, 33 años, aeromoza de vuelos internacionales; Moraima González Prieto, 21 años, aeromoza de vuelos internacionales; Marlene González Arias, 23 años, aeromoza de vuelos internacionales;Silvia Marta Pereira Jorge, 28 años, aeromoza de vuelos internacionales; Miriam Remedios de la Peña, 24 años, aeromoza de vuelos internacionales.
Su nombres no reposan en el olvido, se multiplican en la obra de la Revolución. Jamás pertenecerán al pasado.
Valentín Ladrón de Guevara, 39 años, técnico de Cubana de Aviación; Armando Ramos Pagán, 38 años, piloto de Cubana de Aviación; Armando E. Armengol  Alonso, 58 años, piloto de Cubana de Aviación; Carlos T. Coquero Perdomo, 43 años, inspector de seguridad aeronáutica; José Pestana González, 41 años, jefe de departamento de Cubana de Aviación; Roberto G. Palacios Torres, 27 años, navegante de Cubana de Aviación; Guillermo Valencia Ginot, 53 años, sobrecargo internacional; Eusebio Sánchez Domínguez, 25 años, sobrecargo internacional; Lázaro Serrano Mérida, 32 años, sobrecargo internacional. María Elena Rodríguez del Rey Bocalandro, 28 años, aeromoza de vuelos internacionales.
Los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre, dijo nuestro Héroe Nacional, José Martí. Ellos abonaron el sacrificio del pueblo cubano para seguir siendo lo que somos y no regresar nunca a lo que fuimos.
Lázaro Otero Madruga, 34 años, inspector de ruta de Cubana de Aviación; Emilio Castillo Castillo, 33 años, inspector de vuelos de Cubana de Aviación; Carlos Cremata Trujillo, 41 años, despachador de vuelos de Cubana de aviación. Martí Suárez Sánchez, 30 años, supervisor de tráfico aéreo internacional; Tomás J. González Quintana, 41 años, supervisor de control general de Cubana de Aviación. Jorge de la Nuez Suárez, secretario del Partido en la Flota Camaronera del Caribe. Ricardo Cabrera Fuentes, 23 años, atleta del Equipo Nacional de Sable.
Del mar emerguen también las medallas deportivas ganadas por nuestros jóvenes atletas. Esos méritos se inscriben en la historia del deporte cubano, y los nombres de sus gladiadores se perpetuan en nuevas instalaciones donde otros jóvenes continúan engrandeciendo hazañas.
Leonardo Mackenzie Grant, 22 años, atleta del Equipo Nacional de Florete; Luis A. Morales Viego, 45 años, técnico del Equipo Nacional de Esgrima; Carlos M. Leyva González, 19 años, atleta del Equipo Juvenil de Esgrima;  Virgen M. Felizola García, 17 años, atleta del Equipo Nacional de Florete; Ignacio Martínez Gandía, 25 años, entrenador de Sable del Equipo Nacional de Esgrima; Inés Luaces Sánchez, 21 años, atleta del Equipo Nacional de Florete; Milagros Peláez González, 21 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima;  Jesús Gil Pérez, técnico del Equipo Nacional de Esgrima; Nancy Uranga Romagosa, 22 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; José A. Arencibia Arredondo, 23 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima.
El dolor- lo dijo Fidel- es de todos. Cada 6 de octubre, se multiplica ese sentimiento presente el año entero. No hay nombres olvidados.
Alberto Drake Crespo, 18 años, atleta del Equipo Nacional de Sable; Cándido Muñoz Hernández, 20 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Ramón Infante García, 27 años, atleta del Equipo Nacional de Espada; Enrique Figueredo del Valle, 19 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Juan Duany González, 18 años, atleta del Equipo Nacional de Sable; Julio Herrera Aldama, 25 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Santiago E. Gey Pérez, 30 años, entrenador del Equipo Nacional de Florete; Orlando López Fuentes, 34 años, entrenador del Equipo Nacional de Espada; Nelson Fernández Machado, 22 años, atleta del Equipo Nacional de Esgrima; Jesús Méndez Silva, 30 años, atleta del Equipo Nacional de Florete.
¡Nuestros tripulantes, nuestros heroicos trabajadores del aire y todos nuestros abnegados compatriotas sacrificados cobardemente ese día, vivirán eternamente en el recuerdo, en el cariño y la admiración del pueblo!”  Así lo afirmó Fidel. Y así lo ha reafirmado este pueblo, cantera inagotable de héroes y de gigantes.
José A. Fernández Garzón, 19 años, 19 años, atleta del Equipo Juvenil de Esgrima;  Demetrio Alfonso González, 44 años, comisionado nacional de Tiro; Manuel Permuy Hernández, 40 años, dirigente del Partido en el INDER; Manuel A. Rodríguez Font, 46 años, funcionario de Cubana de Aviación en Barbados; Julia Rosa Torres Alvarez, 46 años, esposa del jefe de la oficina de Cubana de Aviación en Barbados; Jesús Rojo Quintana, 33 años, funcionario de Cubana de Aviación; Argelio Reyes Aguilar, director de la Flota Camaronera del Caribe; Sonia Coto Rodríguez, 33 años, trabajadora de la Flota Camaronera del Caribe; Alberto Mario Abréu Gil, 38 años, jefe de abastecimiento de la Flota Camaronera del Caribe; Domingo Chacón Coello, 21 años, combatiente del Ministerio del Interior.
Once ciudadanos guyaneses y seis coreanos perdieron la vida en ese criminal sabotaje. Entre los guyaneses, cinco estudiantes de 18 años y uno de 19, que estudiarín medicina en Cuba. Ellos, todos, forman parte del precio que ha tenido que pagar nuestro pueblo en su largo camino por la libertad e independencia.
“Hacia nuestros hermanos guyaneses y coreanos inmolados ese día, va también nuestro recuerdo más ferviente en estos instantes. Ellos nos recuerdan que los crímenes del imperialismo no tienen fronteras, que todos pertenecemos a la misma familia humana y que nuestra lucha es universal”. Palabras de Fidel, respaldadas por todo nuestro pueblo.
En Estados Unidos, los criminales no fueron solo protegidos, sino también premiados. El terrorismo, para los imperialistas, si es contra Cuba, se constituye en mérito. Para ellos, sin embargo, el nombre y el recuerdo de estas víctimas, será una acusación perenne y una advertencia contenida en las emocionadas palabras de Fidel: ¡Cuando un pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla!

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