Orlando Guevara Núñez
Dio continuidad José Martí a este pensamiento con la afirmación de que “hay que ir de vez en cuando a vivir en lo natural, y a conocer la selva”. Esta enseñanza está contenida en la nota La última página, del número 4 y último de La Edad de Oro.
Está claro que se estaba refiriendo José Martí a los niños. Habla de aquellos a quienes sus padres les satisfacen todos los gustos, y de otros que no tienen en el mundo quien les ofrezca regalos, ni cariño, ni un beso.
Explica que en esa edición debió ir un trabajo sobre la luz eléctrica, pero la falta de espacio no lo permitió, razón por la cual apareció la historia del niño cazador que, atacado por un elefante, no se amilanó y luchó hasta vencer al feroz animal. Agrega que se ha de conocer las fuerzas del mundo para ponerlas a trabajar, y hacer que la electricidad que mata en un rayo, alumbre en la luz.
Y una lección deja a los niños para quien escribe: “El hombre ha de aprender a defenderse y a inventar, viviendo al aire libre, y viendo la muerte de cerca, como el cazador del elefante”.
Trataba nuestro Héroe Nacional de que los niños se preparan para asumir los retos de la vida.
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