. Orlando Guevara Núñez
El 2 de diciembre de 1963, coincidiendo con el séptimo aniversario del desembarco del Granma, comenzó en Oriente - primero del país- la construcción del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba en las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Para ese acontecimiento histórico fue escogida una Unidad regular de las FAR, la 1370 (56 División) radicada en Santa Rita, Tacajó. Las comisiones que realizaron esta labor estaban integradas por instructores procedentes, en su mayoría, de la Escuela de Instrucción Revolucionaria Osvaldo Sánchez Cabrera, quienes poseían la experiencia de haber trabajado en la construcción del PURSC en la vida civil y en las Compañías Serranas.
Ese día solemne, al dirigirse a los combatientes, el Secretario de Organización del Partido en Oriente, Jorge Risquet, refiriéndose a la importancia del proceso, afirmó que “El soldado sabe que para combatir necesita un arma con que hacer fuego contra el enemigo y una bandera para defenderla, una bandera como símbolo de una causa y de una Patria. Y siente que el Partido es arma y bandera”.
En esa propia intervención, al referirse a las cualidades que debían poseer los
integrantes de las FAR para ser elegidos ejemplares, plantearía Risquet:
“Un combatiente ejemplar es aquel que ama con todas sus fuerzas su Patria y su Revolución Socialista, que odia con todas sus fuerzas a los enemigos imperialistas, a los traidores y gusanos que sirven al imperialismo, a las clases explotadoras enemigas que pretenden el regreso al pasado de esclavitud”.
“Es aquel que está dispuesto a los mayores sacrificios, a dar la vida si fuera necesario en defensa de su Patria. En cumplimiento de su deber de soldado de la Patria y de la Revolución”.
“Un combatiente ejemplar ama el trabajo productivo, fuente de los bienes materiales para el pueblo, observando siempre una actitud de vanguardia ante la producción, tanto ahora, en las tareas productivas que, como la zafra azucarera, realizan las FAR; como la observó antes de ingresar en la unidad y la observará siempre, en la vida militar o en la vida civil”.
“Un combatiente ejemplar es el mejor amigo de sus compañeros, pero ajeno a todo amiguismo, al favoritismo y a las "piñas". Es el más respetuoso de los subordinados pero ajeno a la adulonería. Es el de más afán de aprender, de superarse, de ser más útil, pero ajeno a toda ambición mezquina”.
“Un combatiente ejemplar se comporta siempre con dignidad y disciplina, cuida siempre el honor del uniforme de las FAR y el prestigio de su unidad, tanto durante el servicio como en las horas y días francos de servicio, tanto en el campamento como en la calle y en el hogar. El respeto y la fraternidad con que trata a sus compañeros de armas lo observa también en el seno de su familia y en sus relaciones con el pueblo”.
El 17 de diciembre de ese mismo año, concluyó el proceso en esta primera Unidad, con un acto cuyas conclusiones estuvieron a cargo del entonces Comandante y Ministro de las FAR, Raúl Castro Ruz.
El proceso se extendió a todo el Ejército Oriental, concluyendo oficialmente el 17 de agosto de 1964, en la Unidad 1820 (Batallón de Zapadores). Un día después, tuvo lugar el acto de despedida a los Instructores que participaron en el proceso y que en ese momento recibieron el carné que los acreditaba como militantes del Partido.
Había surgido así, y continuaría creciendo y fortaleciéndose, el Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba en las Fuerzas Armadas Revolucionarias, como una necesidad histórica de la construcción y defensa del socialismo.
Una particularidad de este proceso, consistió en que los oficiales y miembros de las ORI fueron considerados como cantera directa. Entre ellos y los combatientes seleccionados como ejemplares en las asambleas, surgieron los militantes y aspirantes del Partido. Y también los militantes y aspirantes de la UJC, pues en el proceso de análisis podía determinarse el ingreso a una u otra de estas organizaciones. El conjunto de ellos, pasó a formar la familia comunista y surgieron Núcleos mixtos, es decir, con integrantes del PURSC y de la UJC.
Los pasos del proceso, no diferían de los aplicados en la vida civil. En la fórmula para crear el PURSC en la vida militar, se había enfrentado y resuelto el reto de conjugar, con acierto, la aplicación de la línea de masas y el centralismo democrático, con los principios esenciales, necesarios en el ejercicio del mando único y el respeto a la jerarquía militar.
En ese primer proceso, el Ejército Oriental salió fortalecido y sirvió de pauta no sólo para la experiencia sobre la construcción del Partido, sino también para el trabajo de éste. El 30 por ciento de los miembros de nuestro Ejército, militaban ahora en las filas del PURSC y de la UJC.
La importancia del surgimiento del Partido en las FAR, la reafirmaría el Comandante Raúl Castro cuando, al clausurar el proceso en la Unidad Militar 1090 ( 50 División ) en enero de 1964, expresó que la creación de las organizaciones del Partido en las FAR, robustecerá su poderío, fortalecerá y consolidará la conciencia revolucionaria de los combatientes y oficiales y elevará más y más la empinada moral de nuestras tropas y mandos; contribuirá a incrementar y mejorar su preparación combativa.
Ese proceso en las FAR no sólo fortaleció su trabajo, sino que en estrecha relación con el Partido en la vida civil, contribuyó a consolidar los objetivos de la Revolución en esa etapa. El Partido estaba ya vestido de obrero, de campesino y de soldado. Las armas para el trabajo creador y la defensa, apuntaban hacia un mismo fin, la construcción y defensa del socialismo. Y eran sostenidas por un mismo puño: el pueblo.
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