Socialismo, comunismo: satanizan su nombre porque le temen a su esencia

 

.Orlando Guevara Núñez

Los capitalistas, sobre todo los imperialistas, han retomado una cruzada mediática, acompañada de acciones subversivas, contra el socialismo y el comunismo. En realidad ellos mismos no son capaces de una definición correcta sobre este fantasma que al decir del Manifiesto Comunista, escrito por Carlos Marx y Federico Engels, en un tiempo recorrió a Europa, y hoy recorre a buena parte del mundo.

Lo importante para ellos es que los pueblos odien el sistema socialista. Pero el odio va más allá de un nombre. Lo odian porque le temen. ¿Y por qué ese miedo?

En el sistema socialista, como es el caso del socialismo cubano, no existen monopolios capitalistas dueños de las riquezas del país. Las riquezas están en manos del pueblo y para su disfrute, no para engordar las arcas de ricos, que como sucede en el capitalismo, son cada vez más ricos, a costa de la miseria de la mayoría.

Odian al socialismo, porque está demostrado por este sistema que los capitalistas no pueden vivir sin los trabajadores, pero los trabajadores sí pueden vivir sin los capitalistas.

Lo odian porque en  el socialismo, como lo demuestra Cuba, el poder real está en manos del pueblo, no de gobernantes corruptos como sucede en la generalidad del mundo capitalista.

Porque el socialismo es sinónimo de derechos humanos, mientras el capitalismo lo es de humanos sin derechos. Porque el socialismo es democracia verdadera, no caricatura de democracia como en el capitalismo. Porque en el socialismo, como lo es en Cuba, el pueblo es gobierno y ejército para garantizar sus derechos.

Por eso, además de satanizar el nombre, atacan brutalmente todo cuanto tenga que ver con su esencia. En el caso de Cuba, doce  gobiernos yanquis han hecho todo lo posible por hacerlo fracasar. Han desatado una brutal guerra económica para entorpecer su desarrollo. Y junto a la agresión, la mentira de que las dificultades son consecuencia de ineficiencia del sistema. Pero Cuba ha demostrado y sigue demostrando de que pese a esas genocidas acciones, seguimos de pie. Y eso solo ha sido posible por una razón única: La Revolución, el socialismo, son el pueblo, y un pueblo en pie de lucha no puede ser vencido por ninguna fuerza, ni siquiera por la más poderosa del mundo.

Es ése precisamente, el miedo que el socialismo les inspira a los capitalistas e imperialistas, porque temen que los pueblos conozcan la verdad, y se decidan a luchar por sus derechos. Que le pierdan el miedo al socialismo y al comunismo y lo asimilen como único programa de lucha capaz de responder a sus aspiraciones y derechos.