sábado, 26 de mayo de 2018

28 de mayo de 1957 Cimientos de una victoria



                                          

 .Orlando Guevara Núñez
El combate de El Uvero, el 28 de mayo de 1957,  al decir del Che, marcó la mayoría de edad de la guerrilla, integrada para esa fecha por sobrevivientes de la expedición del yate Granma, campesinos y obreros incorporados durante los días posteriores al desembarco, más un grupo de combatientes que en marzo de ese mismo año habían subido a la Sierra Maestra, enviados por el héroe de la lucha clandestina, Frank País García.
El comandante Ernesto Che Guevara afirmó, además, que a partir de ese combate la moral guerrillera se acrecentó, al igual que la decisión y esperanzas de triunfo. “Estábamos- dijo -  en posesión del secreto de la victoria sobre el enemigo”, al tiempo que vaticinó esa acción como el sellaje de la suerte de los pequeños cuarteles situados lejos de las agrupaciones mayores del ejército batistiano.
Aquel peleado triunfo de El Uvero, agiganta con el tiempo su dimensión histórica. Allí, en esa localidad de la costa sur de la Sierra Maestra, justo al lado de la carretera que hoy enlaza a las provincias de Santiago de Cuba y Granma, un modesto obelisco precisa el  escenario de una de las más cruentas y audaces acciones de la guerrilla revolucionaria, bajo el mando del Comandante en Jefe Fidel Castro, contra las fuerzas enemigas que combatía.
Los nombres de los héroes caídos ese 28 de mayo, son siempre recordados en cada aniversario. Y allí, en El Uvero, el pueblo les rinde ese día, con una sentida rememoración, el homenaje que les tributa perennemente con la obra que ellos no pudieron disfrutar. Los cantos y flores dedicados por nuestros niños, jóvenes y el pueblo todo, devienen himnos y estandartes sobre los cuales se alzan su ejemplo y sus ideas.

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