martes, 25 de septiembre de 2018

Fidel en la ONU: un discurso que hizo historia (II)




.Orlando Guevara Núñez


No hubo en aquel discurso  de Fidel el 26 de septiembre de 1960, agresión por denunciar, mentiras por desenmascarar, derechos sin defender, ni principios sin proclamar.
Recuerdo, incluso, que el gobierno norteamericano culpó a la delegación cubana sobre un incidente donde falleció una niña de diez años. Y a la mentira que fabricaron, enviaron a la familia de la fallecida un  hipócrita telegrama de condolencia.
La respuesta cubana fue  breve, luego de esclarecer la patraña:
“A  su señoría el delegado de Estados Unidos, aprovecho la oportunidad para decirle, que hay muchas madres en los campos de Cuba y muchas madres en Cuba, esperando todavía sus telegramas de condolencia por los hijos que les asesinaron las bombas de Estados Unidos” (
Presente estuvo la denuncia a  los vuelos piratas, procedentes desde territorio norteamericano, que costaron vidas y recursos al pueblo cubano, mientras que el gobierno yanqui negaba su paternidad  al crimen.

  “O bien  el gobierno de Estados Unidos miente al pueblo de Estados Unidos y Estados Unidos está indefenso frente a incursiones aéreas, o el gobierno de Estados Unidos era cómplice de esas incursiones aéreas”
También  fue denunciado el  criminal  bloqueo que aún se  mantiene y recrudece.
“Solamente el interés egoísta puede estar en oposición al interés universal del intercambio comercial, que es una de las más viejas aspiraciones y necesidades de la humanidad”.
Y una digna respuesta al intento de interrumpir  las relaciones de Cuba con la entonces Unión Soviética:
“Habrá quienes no lo hagan, porque disguste a determinados intereses.  Nosotros no teníamos, realmente, que pedirle permiso al Departamento de Estado para hacer un convenio comercial con la Unión Soviética, porque nosotros nos considerábamos, y nos consideramos, y nos seguiremos considerando para siempre, un país verdaderamente libre”.
El tema de la seguridad, basado en los principios de la ONU y de la OEA, fue abordado con toda claridad
“Acudimos a la ONU.  La ONU tiene facultades para conocer esas cuestiones; la ONU es, dentro de la jerarquía de las organizaciones internacionales, la máxima autoridad; la ONU tiene autoridad, incluso, por encima de la OEA.  Y además, a nosotros nos interesaba que el problema estuviera en la ONU, porque nosotros comprendemos la situación en que se encuentra la economía de los pueblos de América Latina, la situación de dependencia de Estados Unidos en que se encuentra la economía de los pueblos de América Latina.  La ONU conoce la cuestión, pide una investigación a la OEA; la OEA se reúne.  Muy bien.  ¿Qué era de esperarse?  Que la OEA protegiera al país agredido; que la OEA pudiese condenar las agresiones políticas a Cuba; y, sobre todo, que la OEA pudiese condenar las agresiones económicas a nuestro país.  Eso era de esperarse”. 
Y con toda lealtad a esta institución, yo debo decir aquí que por eso los pueblos, el pueblo nuestro, sí, nuestro pueblo, ese pueblo que está allá en nuestra patria, pero que es un pueblo que ha aprendido mucho, y que es un pueblo, lo decimos con orgullo, que está a la altura del rol que está jugando en este momento, y de la lucha heroica que está librando..., nuestro pueblo que ha aprendido en esta escuela de los últimos acontecimientos internacionales, sabe que a última hora, cuando su derecho ha sido negado, cuando sobre él se enciman las fuerzas agresivas, le queda el recurso supremo y el recurso heroico de resistir, cuando su derecho no sea garantizado ni en la OEA ni en la ONU “
En la voz de Fidel, Cuba dejó clara su posición de discutir con el gobierno de los Estados Unidos, sobre la base del respeto y la igualdad. La misma que mantenemos hoy.     
"Las diferencias de opinión que pueden existir entre ambos gobiernos. como sujetas a negociaciones diplomáticas, pueden resolverse, efectivamente, mediante tales negociaciones.  El gobierno de Cuba está en la mejor disposición para discutir sin reservas y con absoluta amplitud todas esas diferencias y declara expresamente que entiende que no existen obstáculos de clase alguna que impidan la realización de esas negociaciones a través de cualquiera de los medios e instrumentos tradicionalmente adecuados a ese fin.  Sobre la base del respeto mutuo y recíproco beneficio con el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos, desea el gobierno de Cuba mantener e incrementar las relaciones diplomáticas y económicas y entiende que sobre esa base es indestructible la amistad tradicional entre los pueblos cubano y norteamericano."

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