. Orlando
Guevara Núñez
Fidel
Alejandro. Un hombre cuya vida cumplió el significado de su nombre. Fidel:
voz latina, equivale a: fiel, digno de confianza. Atributos: afán de
hacer bien todas las cosas, deseo de ayudar a todos; seguridad en sí mismo;
reflexivo; pensar antes de actuar y por eso certero en sus
decisiones. Alejandro: nombre de origen griego. Simboliza el hombre
defensor, protector, el gran salvador.
Así, el 13
de agosto de 1926 nació, en Birán, el hombre que, con esas cualidades, es
símbolo de fidelidad, de confianza, protector, defensor y salvador de su
pueblo. Y más allá.
Vino a la
vida rodeado de comodidades: pero renunció a éstas para unir su destino a los
humildes. Allí, en Birán, están la casa natal, la cuna de hierro que lo
acurrucó en su temprana existencia, la escuela donde cursó los grados
iniciales. Allí está su huella. Solo que el tiempo multiplicó su dimensión y no
dejó en pie frontera cuando su nombre dejó de ser patrimonio familiar para
serlo de su pueblo. En ese pedazo de tierra oriental fue formado por la mezcla
de cariño y rectitud de sus progenitores, el español terrateniente Ángel Castro
Argiz y la campesina cubana Lina Ruz González.
A los apenas
cinco años de edad vio por primera vez una ciudad: Santiago de Cuba, donde estudió
en los colegios religiosos La Salle y Dolores. Prosiguió sus
estudios en la capital cubana –Colegio de Belén- donde terminó la enseñanza
media en junio de 1945. De allí, a la Universidad de La Habana de donde tras
cinco años, egresó como Doctor en Derecho, Licenciado en Derecho Diplomático y
Licenciado en Derecho Administrativo.
Al
terminar sus estudios en el Colegio Belén, el padre Lorente escribió
junto a una foto suya, plasmada en su expediente, frases elogiosas que
concluyen: “Ha sabido ganarse la admiración y cariño de todos. Cursará la
carrera de Derecho y no dudamos que llenará con páginas brillantes el
libro de su vida. Fidel tiene madera y no faltará el artista”.
De su vida
en la Universidad, él mismo afirmaría: “No me arrepentiré jamás de los
nobles empeños de mi lucha universitaria sin recibir más pago que lágrimas de
mis familiares, peligro para mi vida y heridas para mi honra” .Ya las infamias
se levantaban contra su figura de naciente líder.
Se
había iniciado en otra carrera, la más importante de su vida: la de
revolucionario Luchas estudiantiles, prisión, amenazas. Cargos en la
dirección de la FEU. Luego, su Ingreso al Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo),
presidido por Eduardo Chibás, cuyo lema era ¡Vergüenza contra dinero!
En 1947
había participado en el proyecto de expedición de Cayo Confites, con el
objetivo de derrocar al tirano Rafael Leónidas Trujillo, de Santo Domingo,
intento mutilado por el gobierno cubano. Y al año siguiente, en abril,
estuvo presente en Colombia durante El Bogotazo, cuando fue asesinado el
líder de ese país, Jorge Eliécer Gaitán y hubo una brutal represión contra una
sublevación popular que costó miles de vidas. Allí estaba como parte de
una delegación estudiantil y estuvo dispuesto al sacrificio por el pueblo
colombiano.
El objetivo era crear una Federación de Estudiantes Latinoamericanos, y
reclamar la devolución del Canal de Panamá y de las Islas Malvinas, la
independencia de Puerto Rico y contra la dictadura reinante en República
Dominicana, además de la independencia de las colonias europeas. Fidel fue uno
de los organizadores del evento.
En marzo de
1949, encabezó una protesta frente a la sede diplomática de los Estados Unidos
en La Habana, contra la ofensa de un grupo de marines yanquis a la estatua de
José Martí.
Ya graduado
en 1950, se erige en defensor de los pobres. A partir del golpe de estado
del 10 de marzo de 1952, a través del cual Fulgencio Batista asaltó el poder,
Fidel hizo la denuncia del zarpazo escribió artículos periodísticos, exhortó
a la lavar la afrenta. Ante la imposibilidad de la lucha pacífica, organizó el
Movimiento de la Generación del Centenario, del cual una representación
protagonizó el asalto a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos
Manuel de Céspedes, en Bayamo, el 26 de julio de 1953.
Fracasada la
acción militar, fue hecho prisionero, juzgado y condenado a 15 años de
prisión, como jefe principal de los asaltantes. En ese juicio, el 16 de octubre
de 1953, pronunció su discurso de autodefensa, conocido como La historia me
absolverá, contundente denuncia a los crímenes y corrupción de la tiranía,
y documento devenido programa revolucionario que trazaba las formas de
lucha para alcanzarlo, y construir luego la Cuba que había soñado José Martí, a
quien Fidel había señalado antes como autor intelectual de los hechos por los
que estaba siendo juzgado.
Cumplió
prisión en la otrora Isla de Pinos, actual Isla de la Juventud, hasta el 15 de
mayo de 1955, fecha en que, por presión popular, fueron amnistiados los moncadistas.
El 7 de julio de ese mismo año, partió hacia el exilio en México, con el fin de
reorganizar allí las fuerzas que reiniciarían la lucha armada en Cuba.
Luego de un
arduo trabajo organizativo, de preparación militar y política de los futuros
expedicionarios – tras sufrir persecución, cárcel y privaciones- parte
hacia Cuba el 25 de noviembre de 1956. El 2 de diciembre llega a Los
Cayuelos, cerca de Playa Las Coloradas, Niquero, en el yate Granma, al mando de
81 hombres.
Después del
revés de Alegría de Pío, tres días posteriores al desembarco, la tropa
expedicionaria fue dispersada y fragmentada en pequeños grupos. El 18 de
diciembre se reencuentra, en Cinco Palmas, con su hermano Raúl. Es la ocasión
en que, al comprobar que tenía ocho hombres con siete fusiles, expresa: ¡Ahora
sí ganamos la guerra! Una veintena de combatientes se reagrupan junto a él y
escalan la Sierra Maestra donde se da inicio a la lucha guerrillera.
El 17 de
enero de 1957, dirige el combate de La Plata, en la costa sur de la Sierra
Maestra. Fue la primera victoria militar contra el ejército de la tiranía,
demostrativa de la existencia de la guerrilla y su capacidad de combatir
y vencer al enemigo. El 28 de mayo de ese mismo año, dirige el combate de
El Uvero, victoria rebelde donde, al decir del Che, la guerrilla alcanzó
su mayoría de edad.
En las
montañas orientales fundó el Ejército Rebelde, fue el Jefe de la Columna 1
“José Martí”, y proclamado Comandante en Jefe, el 3 de mayo de 1958, en
el lugar conocido como Alto de Mompié, en la Sierra Maestra, durante una
histórica reunión del M-26-7 para analizar las causas del fracaso
de la Huelga de Abril y trazar la estrategia para alcanzar el triunfo sobre la
tiranía.
Luego de
derrotar, al frente de solo 300 hombres, la Ofensiva de Verano, dirigida por el
ejército enemigo, con unos diez mil hombres pertrechados de modernas armas, la
aviación tanques, artillería y la Marina de Guerra, dirigió la contraofensiva
rebelde que terminó con la rendición total de las fuerzas tiránicas.
Proyectó y
dirigió la Operación Santiago que decretó el fin del batistato. El 1ro.
de enero de 1959, en Santiago de Cuba, a los cinco años, cinco meses y cinco
días del asalto moncadista, Fidel proclamó el triunfo de la Revolución,
hecho más trascendente en la historia del siglo XX cubano.
El 13 de
febrero de 1959 fue designado Primer Ministro del Gobierno Revolucionario
de Cuba, continuando como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias. Puso en práctica, sin dilación, el cumplimiento del Programa
del Moncada, el cual, en breve período de tiempo, fue sobre cumplido.
El 16 de
abril de 1961, proclamó el carácter socialista de la Revolución y la decisión
de defender esa Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes
al precio que fuese necesario. Horas después, dirigió personalmente la
batalla de Playa Girón, que en menos de 72 horas derrotó a la invasión
mercenaria preparada, armada, financiada y dirigida por el gobierno de los
Estados Unidos. Se había producido, bajo su mando, la primera derrota militar
del imperialismo en América.
En octubre
de 1962, durante la llamada Crisis de Octubre o Crisis del Caribe, estuvo al
frente de su pueblo, ante la amenaza de exterminio nuclear por parte del
imperio norteamericano, epopeya que culminó con una nueva victoria cubana.
En junio de
1961 se produjo la unión en una sola, de las tres principales
organizaciones que habían luchado contra la dictadura: El Movimiento
Revolucionario 26 de Julio, el Partido Socialista Popular y el Directorio
Revolucionario 13 de Marzo. Se dio paso a las Organizaciones Revolucionarias
Integradas (ORI). Fidel fue el Secretario General.
En marzo de
1962, Fidel hizo una crítica pública a los métodos sectarios aplicados por las
ORI, lo que trajo consigo la desaparición de ésta y la Construcción del
Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC) del cual fue también
Fidel su Secretario General.
En octubre
de 1965, fue constituido el primer Comité Central del Partido y éste cambió su
nombre por el actual: Partido Comunista de Cuba. Su Primer Secretario: el
Comandante en Jefe Fidel Castro. Ocupó esa responsabilidad hasta 2011.
Al
fundarse la Asamblea Nacional del Poder Popular, en 1976, fue Diputado
por el municipio de Santiago de Cuba, y electo, el 2 de diciembre de
1976, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, cargo
desempeñado hasta el 24 de febrero de 2008, cuando su estado de salud lo
hizo necesario. Presidió delegaciones cubanas a más de 50 países. Recibió
más de un centenar de relevantes condecoraciones nacionales e internacionales.
Ese es Fidel
Alejandro Castro Ruz. Forjador de la obra de la Revolución cubana. Ardiente
defensor de los humildes en todo el mundo. Artífice de la unidad del pueblo en
torno a la construcción y defensa de la patria socialista. El nos legó el
¡Patria o Muerte!, el ¡Venceremos! el ¡Socialismo o Muerte!
Ese es el
líder revolucionario que el imperio norteamericano y la mafia
contrarrevolucionaria no pudieron matar en 638 intentos. El hombre transformado
en pueblo. El eterno Comandante en jefe de la Revolución cubana. Nuestro líder
histórico. El discípulo más aventajado de José Martí, el siempre
decidido luchador antiimperialista e internacionalista.
Su corazón
dejó de latir en la noche del 25 de noviembre de 2016. El pueblo compartió con él el suyo para que siguiera viviendo.
Un día dijo
nuestro Héroe Nacional: “No hay más que un medio de vivir después
de muerto: haber sido un hombre de todos los tiempos, o un hombre de su
tiempo”. Por eso hoy, a 92 años de su natalicio, Fidel Alejandro sigue
viviendo, al ser un hombre de su tiempo y de todos los tiempos. Nuestro guía en
los combates pasados, los presentes y los que están por venir.
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