martes, 24 de marzo de 2020

El deber de un hombre está allí donde es más útil




 .Orlando Guevara Núñez


Es otra  de las citas  martianas más conocidas por los cubanos. Está contenida en una carta a su madre, Doña Leonor Pérez, escrita el 25 de  marzo de 1895, en Montecristi, República Dominicana, antes de salir en la expedición que desembarcaría por la oriental  Playita de Cajobabo, junto a al Generalísimo Máximo Gómez para reiniciar la guerra por la independencia de  Cuba. El amor a la madre y a la Patria se une  en esa tierna misiva.
Ambos amores, se funden en un solo pensamiento, al cual  será siempre fiel  nuestro José Martí:
Madre mía:
Hoy, 25 de marzo, en vísperas de un largo viaje, estoy pensando en Vd. Yo sin cesar pienso en Vd. Vd. se duele, en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de Vd. con una vida que ama el sacrificio? Palabras, no puedo. El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre.
Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojalá pueda algún día verlos a todos a mí alrededor, contentos de mí! Y entonces sí que cuidaré yo de Vd. con mimo y con orgullo. Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza. La bendición.
Una nota adjunta Martí a esa carta a la madre. “Tengo razón para ir más contento y seguro de lo que usted pudiera imaginar. No son inútiles la verdad y la ternura. No padezca.
Ese mismo día, Martí y Gómez firmaron,  el Manifiesto  de Montecristi, que  fija los postulados de la Revolución no sólo para la guerra, sino también para la fundación de la República con todos y para el bien de todos los cubanos

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