martes, 16 de mayo de 2017

Venezuela, como Cuba, frente a las mismas agresiones y los mismos enemigos, vencerá




.Orlando  Guevara Núñez

Si un pueblo tiene razones para entender el convulso momento que vive Venezuela, ese pueblo es el nuestro, el cubano. Porque hemos padecido, provenientes del mismo enemigo, las mismas calumnias, las mismas amenazas, los mismos intentos de destruir la Revolución, sin descartar ningún método, por sucio que haya sido.
Aún antes del triunfo del 1ro. de enero de 1959, el gobierno norteamericano maniobró  para evitar que el Ejército Rebelde, bajo el mando del Comandante en Jefe Fidel Castro, llegara al poder. Solo la visión de Fidel, su audacia y su decisión de lucha, salvaron a Cuba de la frustración después de haber vencido con las armas a la tiranía batistiana, armada, asesorada y respaldada por el imperio norteamericano.
Desde el inicio, las agresiones  combinaron la mentira con las amenazas primero y las agresiones después. No hubo días de tregua.
Recordamos las sucias campañas mediáticas contra el comunismo; el recibimiento en Estados Unidos, como héroes, a los criminales, ladrones y corruptos que habían asesinado a miles de cubanos.
Una de las más brutales mentiras fue la campaña de la Patria potestad, es decir, que el gobierno le quitaría los hijos a los padres, lo que provocó el éxodo, solos, de más de 14 000 niños cubanos a ese país, muchos de ellos que no volvieron nunca  a ver a sus progenitores. Esa  es la triste historia de la Operación Petter Pan, apoyada por el clero reaccionario.
Pero de las campañas engañosas se pasó a las agresiones. Los datos son tenebrosos. Solo en el período de diciembre de 1961, hasta enero de 1963, el gobierno norteamericano, dirigió contra Cuba  5 780 acciones terroristas, incluyendo 716 sabotajes de largo alcance en instalaciones industriales. Todo esto combinado con incendio de cañaverales, bombardeos a centrales azucareros, ametrallamiento de industrias, y asesinato de obreros y de la población civil.
A todo lo largo y ancho del  país, el gobierno yanqui, con su Agencia Central de Inteligencia (CIA)  -entre  1959 y 1965-  organizó, dirigió y armó 299 bandas contrarrevolucionarias con 3 995 mercenarios, los cuales fueron exterminados por nuestras Fuerzas Armadas, el Ministerio del Interior  y las Milicias Nacionales Revolucionarias, al costo de 549 muertos y centenares de heridos.
Esa  campaña terrorista costó a Cuba la vida de  3 478 personas y 2 099 incapacitados permanentes.
Al no poder vencer a la Revolución por esas vías, planificaron, organizaron financiaron y dirigieron la invasión mercenaria de Playa Girón, en abril de 1961, con el objetivo de formar un gobierno en el territorio cubano, que diera paso a una intervención del gobierno de los Estados Unidos. Pero el pueblo cubano, con Fidel al frente, en solo 66 horas, hizo añicos a los invasores y frustró los sueños imperiales de destruir a la Revolución.
Si alguien quisiera conocer la magnitud de aquella invasión, integrada por unos 1 500 efectivos, lea los datos, publicados en Cuba, sobre el armamento que utilizaron:
La brigada mercenaria contaba con abundantes equipos y armamentos. Disponía de 5 barcos de transporte artillados, 2 unidades de guerra tipo LCI modificadas y artilladas, 3 barcazas de desembarco tipo LCV para transporte de equipos pesados y 4 barcazas de desembarco tipo LCVP para transporte de personal. Para las operaciones aéreas, los mercenarios fueron apoyados por 16 aviones de combate del tipo B-26, 6 aviones de transporte del tipo C-46 y 8 del tipo C-54, y 2 aparatos anfibios tipo Catalina. Contaban con 5 tanques Sherman del tipo M-41, con cañones de 76 milímetros, y 10 carros blindados y artillados con ametralladoras 50; 75 bazucas, 60 morteros de diversos calibres y 21 cañones sin retroceso de 75 y 57 milímetros; 44 ametralladoras calibre 50 y 39 calibre 30 entre pesadas y ligeras; 8 lanzallamas; 22 mil granadas de mano; 108 fusiles automáticos Browning; 470 subametralladoras M-3; 635 fusiles Garand  y carabinas M-1, 465 pistolas y otras armas ligeras.
Luego, en octubre de 1962, Cuba estuvo bajo la amenaza de un exterminio nuclear. Pero nadie se acobardó, ni tembló. Estuvimos dispuestos al holocausto total, dispuesto a morir de pie antes que morir de rodillas.
Estados Unidos  rompió las relaciones con Cuba, en maridaje con la OEA, provocó la expulsión de Cuba de esta prostituida organización, logró que en América Latina solo México quedara sin sumarse al aislamiento a nuestro país, implantó el bloqueo económico, comercial y financiero que todavía se mantiene, y respaldó cuantas acciones terroristas, campañas difamatorias y de aislamiento que hemos enfrentados en estos años, incluyendo 638  intentos de asesinato de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro.
Hemos sufrido agresiones  criminales como la introducción del dengue hemorrágico, de enfermedades de los animales y las plantas, de bloqueo que impiden la compra de equipos para diagnosticar un mal o de medicinas para curarlo o aliviarlo.
Ha sido una guerra total.
Por eso entendemos  mejor lo que está sufriendo hoy el hermano pueblo de Venezuela. Por eso descubrimos  mejor las mentiras contra ese heroico país y con él compartimos su decisión de lucha para no dejarse arrebatar las conquistas.
Los cubanos hemos triunfado y continuamos triunfando porque nunca flaqueamos frente al enemigo, porque siempre hemos sabido identificarlos, combatirlos y vencerlos, porque ninguna fuerza, interna ni externa, nos pareció nunca demasiado grande  para enfrentarla con la fe inconmovible en la victoria. Así lo hace hoy Venezuela. Por eso confiamos en que también vencerá.

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