viernes, 19 de mayo de 2017

Homenaje a José Martí ante su tumba




.Orlando Guevara Núñez
Un sentido homenaje al Héroe Nacional cubano, José Martí, en el aniversario 122 de su caída en combate,se realizó en el Mausoleo que atesora sus restos, en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. Una representación de santiagueros y santiagueras, en nombre de todos los cubanos, depositó  ofrendas florales  dedicadas por la máxima dirección de la Revolución y recordó la vida y obra del Apóstol de la Independencia cubana.
Gabriel Blanco Guillén, integrante del Buró Ejecutivo del Comité Provincial del Partido en Santiago de Cuba, en las palabras centrales de homenaje, afirmó que  El 19 de mayo de 1895  marca para la historia cubana - más que la muerte de un hombre - el nacimiento de un símbolo”.
Pero ese símbolo –expresó-  no está determinado  por el hecho fortuito de la caída en combate de José Martí, sino por su vida y por su obra, las que sintetizan las virtudes que, interpretadas y asumidas por  su más ilustre alumno, el Comandante en Jefe Fidel Castro, identifican hoy al pueblo revolucionario de Cuba”.
El dirigente partidista, en otra parte de su discurso,  dijo que el  paradigma martiano creció  en su peregrinar por varias naciones de la América preterida y explotada. En ese bregar, el joven revolucionario, poeta, periodista, escritor y  político, llegó a convertirse no solo en el más universal de los cubanos, sino, además, en uno de los más preclaros pensadores de su época y de los tiempos entonces por venir.
“Nadie mejor que José Martí – afirmó el orador-  fue capaz de analizar las causas que habían frustrado la gesta independentista cubana del 10 de octubre de 1868. Y es una de sus mayores proezas haber juntado  hombres, voluntades, haber superado rencillas y divisiones, para forjar la unidad  indispensable en el empeño de una nueva guerra, no solo para derrotar a la España colonial, sino para fundar una República con todos y para el bien de todos, donde la ley primera fuera el culto de los cubanos a la dignidad  plena del hombre”
En sus palabras, destacó Gabriel Blanco que no pudo ver Martí la victoria soñada. Y  su muerte fue seguida por la traición a sus ideas. A la Revolución iniciada el 24 de febrero de 1895, luego de haber socavado el poder militar, económico, político y moral de España, le fue escamoteado el triunfo  por el mismo enemigo que él había denunciado: el imperialismo norteamericano.
“La  instauración  de un gobierno interventor  norteamericano en Cuba, el  1ro. de enero de 1899- recordó-  cercenó nuestra independencia y  convirtió a nuestro país en una neocolonia de los Estados Unidos. Fueron  disueltos el Partido Revolucionario Cubano fundado por Martí y el Ejército Libertador Cubano. Se impuso la Enmienda Platt que aseguraba el dominio imperial en este territorio y surgió la ilegal Base Naval de Guantánamo, que aún  se mantiene como una  afrenta”.
“Fueron los disparos rebeldes del 26 de Julio de 1953, los que rompieron los mármoles que encerraban las ideas martianas. Esas ideas, ya liberadas, se hicieron conciencia de miles de cubanos, quienes aprendieron de Martí que los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre,  y que un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”, afirmó.
Quiso la historia, no por  azar, sino por continuidad- dijo- que aquí, a pocos pasos del lugar que atesora los restos martianos, se hayan sembrado las cenizas de nuestro eterno Comandante en Jefe Fidel Castro, el cubano que hizo realidad  los sueños del Maestro.
“Aquí, en este lugar sagrado del Santa Ifigenia, se resume la gloriosa historia de la Patria cubana, desde Céspedes hasta Fidel. Por eso, compañeras y compañeros, repitamos con José Martí que  Cuando se muere en brazos de la Patria agradecida, la muerte acaba, la prisión se rompe, ¡y empieza al fin, con el morir, la vida!”  “Y juremos de nuevo junto a Fidel que vivimos en un país libre que nos legaron nuestros padres y primero se hundirá la Isla en el mar antes que consintamos en ser esclavos de nadie”.
Alumnos de las escuelas militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias realizaron la ceremonia especial de honor a Martí y a Fidel, ante centenares de combatientes de la Revolución, obreros, estudiantes, pioneros y miembros  de las organizaciones políticas y de masas, integrantes de las instituciones armadas y el pueblo santiaguero.

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