domingo, 24 de abril de 2016

Para enriquecer en algo el léxico de Obama sobre Cuba (I)




.Orlando Guevara Núñez
El 23 de marzo de este año, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pronunció un discurso en La Habana, ante una representación de la sociedad civil cubana. Todos lo escuchamos con atención. Ya había cumplido lo esencial de su visita. Antes de venir, cosa común en cualquier persona que va  a otro país, el mandatario aprendió algunas palabras del argot popular nuestro, buscando hacer más digerible su presencia en una nación que sigue enfrentando el criminal bloqueo que aún muchos nos preguntamos si él quiere y no puede o si puede y no quiere eliminar. ¿Qué volá? Almendrones. Bastan esos dos ejemplos. Le enseñaron pocos.
Por eso es bueno que, para próximas ocasiones, si se presentan, enriquezca su vocabulario sobre Cuba. No pretendemos definiciones fuera de contexto. Citaremos algunos ejemplos basados en su propio discurso y cómo los interpretamos la mayoría de los cubanos. Le convendría, por ejemplo, pertecharse de algunos refranes que matizan el pródigo humor cubano. Y hasta  la letra de algunas canciones, utilizada con mucha sabiduría.
“Antes de comenzar, si me lo permiten, quiero mencionar los ataques terroristas que han sucedido en Bruselas. El pueblo estadounidense está pensando y rezando por el pueblo belga”.  Cualquier cubano, conocedor de la práctica de Estados Unidos en este tema, al escucharlo, seguramente, pensó: “A Dios rezando y con el mazo dando”. O:  “Le pides al “más allá”, lo que no haces en “el más acá”.
“Podemos y debemos derrotar a los que amenazan la seguridad y la protección de las personas en todo el mundo”.  Antes de limpiar la casa del vecino es necesario limpiar la propia”, diría el más común de los cubanos. O también: “quien tiene techo de vidrio no debe tirar piedras a  techo ajeno”.  Y no faltaría un parodiante de una canción popular: “por eso me pica aquí y voy a rascarme allá”. Y una pregunta: ¿Para qué ir tan lejos, a buscar lo que en su casa sobra?
 “Cultivo una rosa blanca”. En su poema más famoso, José Martí hizo su ofrenda de amistad y de paz, tanto a su amigo como a su enemigo. Hoy, como Presidente de Estados Unidos de América, le ofrezco al pueblo cubano: el saludo de paz”.
Tal vez Obama no conozca un simbolismo en el verso citado de Martí, que continúa: en julio como enero. En un julio Fidel asaltó el Moncada y en un enero condujo al pueblo a la victoria. Dos bellas rosas que engalanan el jardín cubano.Y cuando nuestro Héroe Nacional cayó en el campo de combate contra el ejército colonial español, sus manos no empuñaban una flor, sino un revólver. Martí supo siempre distinguir entre los amigos y los enemigos. De un poema de Martí, Abdala, aprendimos los cubanos que “El amor, madre, a la patria/ no es el amor ridículo a la tierra/ ni a la hierba que pisan nuestras plantas/ el odio invencible a quien la oprime/ es el rencor eterno a quien la ataca”. Y de seguro, una pregunta: para el presidente de los Estados Unidos: ¿Paz con bloqueo es paz?
“Esas aguas también transportaron a generaciones de revolucionarios cubanos hasta Estados Unidos, donde consiguieron apoyo para su causa. Y esa corta distancia ha sido cruzada por cientos de miles de exiliados cubanos, en aviones y balsas improvisadas. Exiliados que llegaron a Estados Unidos en busca de libertad y oportunidad, a veces dejando atrás todas sus posesiones y a todos sus seres queridos”. ¡Aterriza, compay, aterriza! O lo que es lo mismo: concreta lo que dices. ¿Cuál ayuda y de quiénes, recibieron los revolucionarios cubanos en Estados Unidos. Si ha estudiado a Martí, ¿conoce Obama la historia de la Fernandina? ¿Recibían los exiliados cubanos en los Estados Unidos la misma ayuda que tienen hoy los que llegan a ese país por vías ilegales, en virtud de la Ley de Ajuste Cubano?  El presidente de los Estados Unidos omite decir otras cosas que han cruzado el mar desde su país hasta el nuestro: las lanchas y aviones piratas, las infiltraciones de agentes de la CIA, el desembarco de armas y explosivos, los medios de guerra bacteriológica. Por otra parte, ¿quiénes son los responsables, de la utilización de balsas para emigrar de Cuba, sino el propio gobierno norteamericano que ha incumplido siempre los compromisos de visas para salir de aquí por vías organizadas y seguras? ¿Incluye Obama entre quienes a su país llegaron en busca de libertad y oportunidades, a las decenas de miles de asesinos, torturadores, explotadores, ladrones y saboteadores recibidos allí como héroes? …

“En un mundo que se ha reinventado una y otra vez, una constante ha sido el conflicto entre Estados Unidos y Cuba”. ¿No sería mejor llamar las cosas por su nombre y decir: la sucia guerra política, económica y militar de Estados Unidos contra Cuba?
“He venido aquí para enterrar el último resquicio de la Guerra Fría en el continente americano. He venido aquí para extender una mano de amistad al pueblo cubano”.  Se cuentan por millones los cubanos que, al escuchar esta afirmación, seguramente habrán exclamado: Si eso es guerra fría, ¿cómo será la caliente? Es verdad que Obama no inventó el bloqueo, pero lo adoptó como hijo propio y lo ha alimentado. Tenemos razones para decir que el presidente de los Estados Unidos, en este tema, aplicó el refrán de que “el dueño de la vaca es el dueño del ternero”. Y como, en la práctica, la esencia criminal del bloqueo sigue en pie, al escuchar esa afirmación no podemos menos que recordar la canción de nuestro gran cantautor Faustino Oramas (El Guayabero): “Cuidao con el perro que muerde callao”.
"Quiero dejar una cosa clara: Las diferencias entre nuestros gobiernos en todos estos años son reales y son importantes. Estoy seguro de que el Presidente Castro diría lo mismo. (…) Porque en muchos sentidos, Estados Unidos y Cuba son como dos hermanos que han estado incomunicados durante años, incluso cuando compartimos la misma sangre".  Menos mal que reconoce  las abismales diferencias entre los dos gobiernos. Aclare, aclare, para que nadie se confunda: los hermanos son los dos pueblos, no los dos gobiernos.
"Con el paso de los años, nuestras culturas se han mezclado. El trabajo del Dr. Carlos Finlay en Cuba abrió el camino a generaciones de doctores, incluyendo a Walter Reed, que se basó en el trabajo del Dr. Finlay para ayudar a luchar contra la fiebre amarilla.  La historia del plagio a Finlay se omite por el presidente. ¿O está eso entre las cosas del pasado que debemos olvidar los cubanos?
"Pero no podemos y no debemos pasar por alto las diferencias muy reales que existen entre nosotros, sobre cómo organizamos nuestros gobiernos, nuestras economías y nuestras sociedades. Cuba tiene un sistema de un solo partido; Estados Unidos es una democracia de múltiples partidos. Cuba tiene un modelo económico socialista; Estados Unidos es un mercado libre. Cuba ha reforzado el papel y los derechos del estado; Estados Unidos está fundado sobre los derechos individuales".  Aquí se puede aplicar una de las palabras aprendidas por Obama: Bueno, y ¿qué volá? Tú eres tú y yo soy yo. ¿O es que Estados Unidos pretende discutirle a Dios su potestad de  pretender que los demás sean a su imagen y semejanza?
"A pesar de esas diferencias, el 17 de diciembre de 2014, el Presidente Castro y yo anunciamos que Estados Unidos y Cuba iniciarían un proceso para normalizar las relaciones entre nuestros países. Desde entonces, hemos entablado relaciones diplomáticas e inaugurado  embajadas. Hemos lanzado iniciativas para cooperar en temas de salud y agricultura, educación y autoridades del orden público. Hemos llegado a acuerdos para recobrar vuelos directos y servicios de correo. Hemos expandido los lazos comerciales y aumentando las opciones de los estadounidenses para viajar y hacer negocios en Cuba".  Sigue, sigue, que ya solo te falta el 99 por ciento del trecho por recorrer.
"Estos cambios han sido bien recibidos, a pesar de que aún hay personas que se oponen a estas políticas. No obstante, muchas personas en ambos lados del debate han preguntado: ¿por qué ahora?
La respuesta es sencilla: lo que estaba haciendo Estados Unidos no funcionaba. Debemos tener el valor de reconocer esa verdad. Una política de aislamiento diseñada para la Guerra Fría no tenía mucho sentido en el siglo XXI. El embargo solo hacía daño al pueblo cubano en lugar de ayudarlo. Y siempre he creído en lo que Martin Luther King, Jr. llamaba “la urgencia feroz de ahora”. No debemos temer el cambio, debemos acogerlo".  El “no funcionaba” se traduce en un lamento: “no pudimos destruir la Revolución cubana” ¿Hacía daño?  Rectifique: Hace. Si alguien no teme a los cambios somos los cubanos. Desde 1959 lo estamos demostrando. Incluso desde antes, cuando aprendimos de  Carlos Manuel de Céspedes que el enemigo solo nos parece grande cuando nos resignamos a mirarlo de rodillas;  de Antonio Maceo que la libertad no se mendiga, porque mendigar derechos es propio de cobardes incapaces de ejercitarlos; y de Martí que los grandes derechos no se compran con lágrimas, sino con sangre. ¿Quién ha entorpecido más los cambios en Cuba que los gobiernos de los Estados Unidos?  ¿Es que acaso debemos acogernos a los cambios que, en la práctica, el imperio norteamericano quiere para nosotros?  Si es así, bueno, a esperar, eso será cuando la rana eche pelo.
"Eso me lleva a la razón más grande e importante de estos cambios: Creo en el pueblo cubano. Creo en el pueblo cubano. Esto no es solo una política de normalizar relaciones con el gobierno cubano; Los Estados Unidos de América está normalizando relaciones con el pueblo cubano".  Más vale tarde que nunca. No creer en nuestro pueblo ha sido uno de los más grandes errores de los gobernantes norteamericanos en las últimas seis décadas. Ha llegado el presidente de los Estados Unidos a la misma conclusión que nosotros. Nadie cree en nuestro pueblo más que él mismo. Gracias a eso el bloqueo, las agresiones, las capañas difamatorias y la política de aislamiento no han funcionado, o mejor dicho, no han podido lograr su objetivo de arrebatarnos la Revolución.

"Y hoy quiero compartir con ustedes mi visión de cómo puede ser nuestro futuro. Y quiero que el pueblo cubano, sobre todo la gente joven, entienda por qué creo que deben mirar al futuro con esperanza; no la falsa promesa que insiste en que las cosas están mejor de lo que realmente están ni el optimismo ciego que dice que todos sus problemas desaparecerán mañana. Esperanza que tiene una base en el futuro que ustedes pueden elegir; que ustedes pueden moldear; que ustedes pueden construir para su país".“Este tipo está botao”  (despistado)  El deseo de Obama  de que los cubanos miremos el futuro con esperanzas está cumplido hace más de medio siglo, antes de que él naciera. Lo que no sabemos  es si ese deseo podrá cumplirse pronto en los Estados Unidos. Otra de las grandes diferencias entre nuestros dos países.
“Yo tengo esperanzas porque creo que el pueblo cubano es tan innovador como cualquier otro pueblo en el mundo entero”.  Gracias por el elogio. Los gobiernos de los Estados Unidos, han contribuido mucho a forjar esa cualidad de nuestro pueblo. Otra razón poderosa para haber resistido y hacer fracasar sus intentos de destruirnos.
"En una economía global, potenciada por ideas e información, el valor más importante de un país es su gente. En Estados Unidos tenemos un monumento claro de lo que pueden construir los cubanos: se llama Miami. Aquí en La Habana, vemos ese mismo talento en cuentapropistas, cooperativas y autos viejos que aún funcionan: el cubano inventa del aire".  Búsquese otro país, como en Cuba, donde se pueda ver, con mayor nitidez, que el valor más importante es su gente. Conocemos el monumento de Miami, cuya estatura no ha llegado, ni llegará nunca, al monumento creado por el pueblo cubano en su propia tierra.
"Cuba tiene un recurso extraordinario; un sistema de educación que valora cada niño y cada niña. Y en años recientes, el gobierno cubano ha empezado a abrirse al mundo, y a abrir más espacios para que ese talento prospere. En tan solo unos años, hemos visto como los cuentapropistas pueden prosperar mientras mantienen un espíritu decididamente cubano. Ser trabajador autónomo no se trata de ser más como Estados Unidos, sino de ser ustedes mismos".  Lástima que Estados Unidos no pueda contar aún con un recurso extraordinario como ese. Después de “el gobierno cubano ha empezado a abrirse al mundo” bien podría decirse: pese al bloqueo, el mundo ha empezado a abrirse a Cuba.
"Ese es el principio de la esperanza; la habilidad de ganarse uno la vida y de construir algo de lo que se pueda sentir orgulloso. Por eso nuestras políticas están enfocadas en apoyar a los cubanos, en lugar de hacerles daño. Por eso pusimos fin a los límites en los giros, para que los cubanos de a pie tuvieran más recursos. Por eso estamos animando a la gente a viajar, para construir puentes entre nuestros pueblos y generar más ingresos para los pequeños negocios cubanos. Por eso hemos abierto más espacios para comercio e intercambios, para que los estadounidenses y los cubanos puedan trabajar juntos para encontrar curas, crear empleos y abrir la puerta a más oportunidad para el pueblo cubano". ¿Quién ha visto un lobito cariñoso? Así piensan muchos cubanos cuando alguien dispuesto a deborar a su presa, quiere engañarlo con palabras edulcuradas.
"Es hora de que levantemos el embargo.  ¿Y cuándo del dicho al hecho dejará de existir tan largo trecho?
"Pero aunque levantáramos el embargo mañana, los cubanos no podrían alcanzar su potencial sin hacer los cambios necesarios aquí, en Cuba. Debería de ser más fácil abrir un negocio aquí, en Cuba. Un trabajador debería de poder conseguir trabajo directamente con las compañías que inviertan aquí. Dos divisas no deberían separar el tipo de salarios que pueden ganar los cubanos. Debería de haber Internet disponible en toda la isla, para que los cubanos se puedan conectar con el mundo entero y a uno de los motores de crecimiento más fuertes en la historia de la humanidad".  Cualquier cubano, en cualquier esquina, al escuchar estas afirmaciones de Obama, seguro lo miraría de pie a cabeza para luego afirmar: “Este tipo bebió más de la cuenta”. O también le preguntaría: ¿Y quién le dio a usted  velas en este entierro? Pero es más oportuno decirle a Obama: elimine usted el bloqueo, de lo demás nos encargamos nosotros.
"Si no pueden acceder a información en Internet; si no pueden estar expuestos a diferentes puntos de vista; entonces no alcanzarán su pleno potencial. Y con el tiempo, la juventud va a perder la esperanza".  Algún día Obama llegará a la conclusión de que, al igual que con el bloqueo, era errónea su esperanza de que la juventud cubana perdiera la esperanza.

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