domingo, 13 de abril de 2014

Playa Girón: Los que vinieron a “salvarnos”



.Orlando Guevara Núñez


Los cubanos, frente a las mentiras imperiales que precedieron al desembarco mercenario de Playa Girón,  creímos siempre no en lo que nos decía la propaganda enemiga, sino en lo que veíamos, en lo que nos daba la Revolución, entre otras muchas cosas la oportunidad de redimirnos por nosotros mismos, de construir nuestra propia felicidad.
Para nosotros, la palabra socialismo dejó de ser un enigma el 16 de abril de 1961, cuando Fidel afirmó que esta era la revolución patriótica, democrática y socialista de los humildes, por los humildes y para los humildes. Y no solo aceptamos esa idea, sino que estuvimos dispuestos a defenderla en todo el país como lo hicieron los valerosos combatientes de Playa Girón.
Después de derrotada en menos de 72 horas la invasión mercenaria, los cubanos conocimos quiénes eran los que venían a “salvarnos”. Los “héroes” fabricados por la Agencia Central de Inteligencia y el gobierno de los Estados Unidos, estaban hechos en moldes del crimen, de la explotación y otros componentes similares a los de sus fabricantes.
He aquí algunos de esos “libertadores” de procedencia cubana. Juzgue el lector.
Se enrolaron en la invasión 194 ex militares y esbirros que habían formado parte de la tiranía batistiana. Muchos de ellos con numerosos crímenes contra los cuales los habían protegido las autoridades norteamericanas.
Vinieron l00 latifundistas, 112 grandes comerciantes y 35 magnates industriales, con el propósito no de liberar a los cubanos, sino de arrebatarles las propiedades que les había devuelto la Revolución. Venían a quitarles la tierra a los campesinos, a explotar a los  obreros, a sumir de nuevo a los cubanos en la miseria y la explotación.
Entre los libertadores formaron parte de la invasión mercenaria 67 casatenientes, 24 grandes propietarios, 179 personas acomodadas económicamente. Y un elemento que no podía faltar, los lumpens, 112, que no trabajaban, y pretendían volver a vivir en Cuba a costa del sudor del pueblo.
Esos, con el pleno respaldo de otros que en Estados Unidos quedaron sin atreverse a venir en la invasión, fueron nuestros frustrados “libertadores”. Por la parte cubana, pelearon obreros, campesinos y estudiantes integrados a las Milicias Nacionales Revolucionarias, combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, del Ministerio del Interior y de la Policía Nacional Revolucionaria. Peleó el pueblo uniformado.
Cuba derrotó esa invasión en menos de 72 horas, a un costo de 157 muertos y más de 300 heridos. Los mercenarios tuvieron unos 89 muertos y 1 197 prisioneros. La jefatura de los mercenarios huyó sin combatir.
Después de la victoria cubana en Playa Girón, mucho se ha escrito sobre ese hecho glorioso para Cuba y vergonzoso para los Estados Unidos.
La rápida derrota de los mercenarios, impidió la proyectada creación de un gobierno provisional que daría paso a la intervención norteamericana en Cuba. El imperio norteamericano sufrió su primera gran derrota militar en este continente y, a partir de entonces, el pueblo cubano fue más respetado, al tiempo que los pueblos hermanos de Latinoamérica, al decir de Fidel, fueron un poco más libres.
Playa Girón, desde entonces, trascendió las fronteras cubanas para insertarse en la historia de los pueblos de nuestro Continente y más allá, como síbolo de un pueblo que asumió en esa epopeya las palabras pronunciadas por el Comandante en Jefe Fidel Castro ante el Tribunal que los juzga por los hechos del 26 de Julio de 1953: “Nacimos en un país libre que nos legaron nuestros padres y primero se hundirá la Isla en el mar antes que consintamos en ser esclavos de nadie”.

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