lunes, 19 de agosto de 2019

La literatura es bella forma de los pueblos




Orlando Guevara Núñez

En la  Revista Universal, de México, el 11 de mayo de 1875, fue escrita por Martí esta definición sobre la  literatura. Estaba hablando sobre una convocatoria hecha para el Liceo Hidalgo, de ese país, en honor al patriota Miguel Hidalgo, pero el local estaba vacío
¿Por qué estuvo tan triste y tan solo el Liceo Hidalgo? Con esa interrogante comienza el trabajo. Y dijo que Hidalgo fue de esa familia de hombres que sacuden al aire una bandera, miran de frente al sol, y al sol arrancan luz para su gloria, y al aire arrancan el secreto de la independencia de un país. Y afirmó que no son hombres distintos en América Washington, Bolívar e Hidalgo. Dijo que vale más pensar que por torpeza del encargado de repartir las invitaciones, estaba vacío el local.
En esa ocasión, pronunció Martí otro hermoso pensamiento: Un hombre es el instrumento del deber: así se es hombre. Esa vez, fue propuesta y aprobada la idea de construir un monumento a Hidalgo.
Al referirse a los estudiantes, quienes se habían rebelado ante una decisión del gobierno que iba contra sus derechos a la educación – y que sabiamente fue rectificada- dijo nuestro Apóstol que el habitante de un pueblo libre debe acostumbrarse a la libertad. Y que la juventud debe ejercitar los derechos que ha de realizar y enseñar después.
Habló sobre el proyecto de un actor para honrar la literatura mexicana, reuniendo todas las obras para el teatro ya presentadas por notables artistas de ese país. Dijo que mucho ha tardado ese proyecto y que un pueblo nuevo necesita una nueva literatura.
Apreció que México necesita una literatura mexicana, y que la independencia del teatro es un paso más en el camino de  la independencia de la nación. Por eso afirma que la literatura es bella forma de los pueblos y que con pueblos nuevos, ley es esencial que una nueva literatura surja.
Reafirmando la importancia de ese tema, asegura Martí que las manos que han surgido de una tierra virgen, no han debido ser hechas para aplaudir las postrimerías de una tierra cansada y moribunda.
Y concluye que el teatro es copia y consecuencia del pueblo. Un pueblo que quiere ser nuevo, necesita producir un teatro original.
Estas definiciones martianas sobre la literatura, tienen una significativa fuerza de presencia y para nuestros pueblos de América. Y para todos.

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