jueves, 23 de septiembre de 2021

Para amarnos estamos, y no para lastimarnos

 


Orlando Guevara Núñez

 


La labor unitaria de Martí fue incesante. En ella vio siempre la fuerza necesaria para la victoria. En este caso se está dirigiendo al Presidente del Club “Cayo Hueso”. Y escribe su misiva el 9 de marzo de 1893, desde Central Valley, Filadelfia, Estados Unidos. 

Les dice a los integrantes del Club que  estamos “Para echarnos unos en brazos de los otros, y fundar juntos la patria que nos aguarda”.

Refiriéndose a la emigración, dice que: “No vivimos en  paseos y en orgías, sino regando la sangre por la tierra, y con la transparencia y la humildad de los apóstoles”. Y reafirma una convicción: “La unión cariñosa de nuestros héroes y trabajadores de siempre con los elementos nuevos de dentro y fuera de la Isla, inspiró fe a los revolucionarios importantes que no creían posible esa unión en un plazo fijo y abierto y de buena política”.

Habla sobre la situación de Cuba, el momento revolucionario, y la necesidad de obtener recursos para comprar armas y barcos, lo que debe lograrse en meses o en semanas. Alerta, sin embargo, que esa tarea no debe ser pública, lo cual alertaría al enemigo. Elogia el aporte del Club para estos fines. Un hecho notable resalta Martí. Y es que está bien definido el destino de los fondos recogidos por la emigración a través de los Clubs. Así, con espíritu patriótico, el de Cayo Hueso envió a la Delegación una suma de dinero conceptuado para otros fines. Y el Delegado, previa explicación y agradecimiento, indicó su devolución para  no utilizar para la guerra, los fondos de acción.

Así lo consigna Martí: “Con este espíritu saluda al Club la Delegación. Con esta alma reconoce la activa energía con que sus miembros apresuraron con el vigor al Cayo peculiar, la remesa de unos fondos que con razón, en cuanto ellos podían saber, estimaban salvadores. Con esta alma acompaña a los que, en la vigilancia de su celo patriótico, hubiesen  podido temer que la forma de la remesa dejara una opinión siquiera lastimada. Es cuando dice el pensamiento expresado el título de este trabajo.

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