domingo, 28 de febrero de 2021

Más vale estar en ocio que emplearse en lo mezquino. Y callar, que no hablar la verdad


 

.Orlando Guevara Núñez

 


En las páginas de la Revista Venezolana, el 15 de julio de 1881, escribió Martí estos conceptos.

Hace mención de las muestras de apoyo que ha recibido esta revista, por él fundada, y de las oposiciones, pues, dice, la obra de amor ha hallado siempre muchos enemigos. Esta publicación tuvo solo dos ediciones.

Analizando las adversidades y el enfrentamiento a éstas, advierte Martí: “De llorar, tiempo  se tiene en la callada alcoba, frente a sí mismo, en la solemne noche; durante el día, la universal faena, el bienestar de nuestros hijos y la elaboración de nuestra patria nos reclaman” 

Se refiere al contenido y propósitos de la Revista Venezolana. Plantea que “Quien dice Venezuela, dice América” pues son los mismos males, de los mismos productos se abastecen y los mismos propósitos alientan”.

Explica el carácter de la revista no solo en su contenido, sino también en su forma. Y al final expresa sobre esta publicación: “La sinceridad: he ahí su fuerza. El estudio: he ahí su medio. Y un derecho solo recaba para sí: su derecho a lo grande”.

Ignoraba Martí, al momento de escribir estos conceptos, que por ese carácter de Revista Venezolana, 13 días después se vería –obligado por el gobierno- a abandonar el país bolivariano. Prefirió, convencido, sacrificar su trabajo y sostén económico, a sus principios. No se subordinó a lo mezquino.

 

viernes, 26 de febrero de 2021

Raúl y Almeida: sus estrellas insurrectas siguen iluminando el camino de la Revolución


.Orlando Guevara Núñez

El 27 de febrero de 1958, en las cercanías de San Lorenzo, lugar donde exactamente 74 años atrás había caído el Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, fueron ascendidos al grado de Comandante los guerrilleros Raúl Castro Ruz y Juan Almeida Bosque.

Juntos habían combatido en el Moncada, sufrieron prisión, marcharon al exilio en México y regresaron en el Granma. Raúl, como Capitán  jefe del Pelotón de Retaguardia: Almeida, con igual grado, como jefe del Pelotón del Centro. Hasta ese momento, el grado de Comandante había sido otorgado solo a Ernesto Guevara de la Serna (Che) también expedicionario, Teniente y Jefe de Sanidad.

Junto al ascenso, Raúl recibiría la misión de abrir el Segundo Frente Oriental Frank País, en la zona de la Sierra Cristal, al norte de Oriente. Almeida debía establecer  el Tercer Frente Oriental Dr. Mario Muñoz Monroy, en el este de la propia Sierra Maestra. Para esa fecha se había creado solo una columna desprendida de la Columna Nro. 1 de Fidel: la Columna 4, al mando del Che, que operó en la propia región montañosa.

Raúl cumplió su misión y fundó el nuevo frente guerrillero cuando el 11 de marzo de 1958 llegó con su pequeña tropa, integrada  al inicio por 67 guerrilleros, a Piloto del Medio, ya en la zona de operaciones asignada. Antes, el 6 de marzo, Almeida, con 57 combatientes,  incluyendo dos mujeres,  en Puerto Arturo, había abierto el Tercer Frente.

La estrategia del Comandante en Jefe Fidel Castro, de extender la guerra a otros escenarios, con la formación de nuevas columnas, demostró su certeza. Ambas fuerzas fueron decisivas en la victoria final del Ejército Rebelde contra la tiranía batistiana.

Una definición hecha por el Comandante en Jefe Fidel Castro, retrata en toda su dimensión histórica el significado de la fuerza rebelde dirigida por Raúl: “El Segundo  Frente Oriental Frank País fue modelo de organización y eficiencia y jugó un papel de extraordinaria importancia estratégica en nuestra guerra”.

Y Raúl afirmaría: “Almeida cumplió, con su proverbial lealtad, eficacia y espíritu de sacrificio, la misión de crear el Tercer Frente y posteriormente cerrar el cerco a Santiago de Cuba”.

Las estrellas insurrectas de Raúl y Almeida ganadas aquel 27 de febrero de 1958, siguen iluminando el camino de la Revolución e inspirando la decisión del pueblo de engrandecerla y defenderla.

Y es que de Almeida aprendimos el grito de guerra afirmando que ¡Aquí no se rinde nadie! Y de Raúl, el legado perenne de que frente al enemigo no habrá nunca ni conciliación, ni rendición, ni derrota.

 

 

martes, 23 de febrero de 2021

No olvidamos el ¡Patria o Muerte! de Playa Girón

Orlando Guevara Núñez

Cuando el 17 de abril de 1961, se  produjo la invasión mercenaria por Playa Girón, organizada, armada, financiada y dirigida por el gobierno imperialista de los Estados Unidos, topó con los primeros milicianos cubanos y los instó  a rendirse, recibió una sola respuesta: ¡Patria o Muerte!

Si alguien no conoce aún el poderío de aquella criminal agresión que pretendía destruir a la Revolución, he aquí algunos datos, contenidos en la  Demanda del Pueblo de Cuba al Gobierno de los Estados Unidos por daños humanos, el 31 de mayo de 1999:

“Unidades de la Marina de Guerra norteamericana, entre ellas un portaaviones (el Essex, con 40 aviones de combate y un batallón de Infantería de Marina a bordo), un portahelicópteros, cinco destructores y un buque de desembarco tipo LSD, entre otras unidades navales, vinieron escoltando a las embarcaciones en que se transportaban las fuerzas mercenarias y se mantuvieron durante toda la batalla a pocas millas de la zona de operaciones”.

La brigada mercenaria contaba con abundantes equipos y armamentos. Disponía de 5 barcos de transporte artillados, 2 unidades de guerra tipo LCI modificadas y artilladas, 3 barcazas de desembarco tipo LCV para transporte de equipos pesados y 4 barcazas de desembarco tipo LCVP para transporte de personal. Para las operaciones aéreas, los mercenarios fueron apoyados por 16 aviones de combate del tipo B-26, 6 aviones de transporte del tipo C-46 y 8 del tipo C-54, y 2 aparatos anfibios tipo Catalina. Contaban con 5 tanques Sherman del tipo M-41, con cañones de 76 milímetros, y 10 carros blindados y artillados con ametralladoras 50; 75 bazucas, 60 morteros de diversos calibres y 21 cañones sin retroceso de 75 y 57 milímetros; 44 ametralladoras calibre 50 y 39 calibre 30 entre pesadas y ligeras; 8 lanzallamas; 22 mil granadas de mano; 108 fusiles automáticos Browning; 470 subametralladoras M-3; 635 fusiles Garand y carabinas M-1, 465 pistolas y otras armas ligeras”

Añádase a ese poderío, la intención de una invasión directa del Ejército yanqui.  Pero el ¡Patria o Muerte! que recibió esa mañana el enemigo, se convirtió pronto en decisión de todo el pueblo. Y el intento mercenario no llegó a las 72 horas de vida.

Podríamos hoy plantear la siguiente interrogante. Si más de un millar de mercenarios, con ese armamento, fueron doblegados por el pueblo, ¿cuánto podrían durar, los  insignificantes vende patria y mercenarios de hoy si emprendieran más acciones provocadoras contra  Cuba? Esa pregunta, desde luego, es para ellos.

Los revolucionarios cubanos no tenemos duda de cuáles serían los resultados.

 

Las estrellas no están más altas que la ambición y locura de los hombres


.Orlando Guevara Núñez

 


Al patriota cubano Emilio Núñez se dirigía José Martí cuando expresó ese sentimiento. Fue el 12 de febrero de 1888. El tema son las tareas y la posición ante la Revolución. 

Pero la idea expresada tiene un motivo, en el párrafo que la antecede: “En el Cayo hay como un aquietamiento, debido sin duda a la tibieza con que Ruz habrá visto que las emigraciones no podían organizarse, como él soñó, para obrar en concierto privado con él como jefe superior de la guerra”

Se está refiriendo a Juan Fernández  Ruz, quien públicamente había mostrado su inconformidad  con  Martí y Flor Crombet, por lo cual figuraba entre aquellos a quienes se habían acercado las autoridades españolas para impedir  la unidad de los exiliados cubanos en ese lugar. Luego, ante lo infructuoso de sus pretensiones, abandonó el empeño y se fue para Europa.

 

 

domingo, 21 de febrero de 2021

La patria ve: y censura, o premia

 


.Orlando Guevara Núñez

 


La acción unánime, tituló José Martí, el artículo publicado en  Patria, el 14 de marzo de 1892, donde expresa esta idea. Se refería  a la labor de los Clubs  y a la acción unida de cubanos y puertorriqueños por  su independencia.   El quehacer de los emigrados ocupa un lugar central en su  actividad.

Se refiere al enardecimiento  de los emigrados de Tampa, Cayo Hueso y de Nueva York, lo que le hace exclamar que  “De la raíz arranca un entusiasmo que fuera delito desviar o contener” y “Es bello ver el entusiasmo espontáneo de los hombres viriles”

Todos esperando la ansiada hora. Todos listos. Así lo define: “Sin un solo reparo, sin una sola disidencia, sin una sola demora voluntaria. Todos deseosos de empezar por fin: y todos juntos”

Tan grata impresión causó en nuestro Apóstol el encuentro de Clubes, las intervenciones de los delegados, y el espíritu de unidad existente, que calificó de difícil dar idea sobre aquellas almas encendidas, de los brazos levantados, y del fervor que solo puede poner en los emigrados recelosos el entusiasmo de la razón, durable y libre.

A todos ellos, con seguridad, la patria que los estaba viendo habría de premiarlos.