Un
hombre a prueba de bombas
.Mariano
Gómez Rivera
Nuestra
tierra, rica y fértil, produce silvestre al hombre comunista. Esta afirmación
de nuestro Comandante en Jefe, sirve para interpretar la vida de Ernesto Milián
Peña. Este hombre, con su sangre,
fertilizó la tierra angolana, donde el pueblo cubano escribió una de las
páginas más gloriosas en la historia del internacionalismo proletario.
En
el cumplimiento de esa misión se le dio la tarea de atender actividades de propaganda y agitación y
se puso a su disposición un helicóptero
para estar presente en el escenario de las acciones combativas con un grupo de
reporteros de guerra para reflejar lo más real y transparente posible el
desenlace de las acciones, no solo por su valor informativo y divulgativo sino
también por lo útil para la ciencia y estrategia militar.
En
una ocasión salieron para una acción combativa contra un grupo de la UNITA y
cuando iban hacia el lugar le explotó una bomba a los tres compañeros de la
vanguardia y murieron los dos compañeros de ambos
lados; él quedó gravemente herido y fue
conducido de inmediato al hospital de Luanda y al recobrar el conocimiento y
mirarse entre las dos piernas pensó que había perdido sus genitales y los
médicos cubanos que lo atendían al ver su preocupación le dijeron ‘tranquilo
que se conservan’.
Al restablecerse,
la jefatura decidió enviarlo para Cuba, a lo cual respondió. “La lucha no ha
cesado, solo con la vida cesara la batalla, quiero seguir hasta cumplir la
misión comprometida” y así fue.
En
Angola estuvo desde 1981 hasta
1984, y a su regreso se incorpora a la
Escuela de Cadetes José Maceo, como instructor político. Luego fue designado jefe de trabajo político
en el Estado Mayor Militar del municipio Yara.
Fue
fundador de Ejercito Oriental, en Baraguá, en la U/M 1370; en el año 1966 fue
enviado por el General Sixto Batista a la Escuela Central para instructores
políticos de las FAR Osvaldo Sánchez ,en La Habana, donde se graduó y fue ascendido a subteniente; trabajó en la
escuela de Los Camilitos. De El Caney , y luego, en 1980, pasó para la Escuela
de Cadetes José Maceo, en Santiago de Cuba, desempeñándose como instructor
político.
En 1991 es promovido para el Ejercito Oriental
radicado en Holguín para atender las actividades de propaganda y cultura en la
Sección Política de ese mando. En 1992 trabajo como instructor político en la
Escuela Camilo Cienfuegos del 30 de noviembre en Santiguo de Cuba, año en que
se acogió a la jubilación de las FAR.
En
1994 fue designado presidente de la
Asociación de Combatientes de la Revolución
Cubana del municipio Tercer Frente; de 1975 a 1980 estudio en la Universidad de
Oriente graduándose como licenciado en historia.
Por
esta magnífica trayectoria, en la que alcanzó el grado de Mayor de las FAR ha
recibido condecoraciones y reconocimientos entre los que se destacan los siguientes
Medalla
de la Alfabetización-Combatiente Internacionalista de Primera Clase-Destacado
en la preparación para la defensa-Distinción por el servicio en las FAR ,10,15
Y 20 años-Por la Victoria Cuba R.P.A.-30
y 40 Aniversario de las FAR-Servicio distinguido de las FAR-Ignacio
Agramonte de 3ra Clase-Combatiente de la Producción y la Defensa-Por el
Servicio Ejemplar en las FAR-Categorización de Especialidad de 2da y 3ra
Clase-Sello de Oficial Vanguardia FAR.
Fue
ascendido al grado de Mayor en 1996. Luego de la jubilación de las FAR, laboró
en varias actividades como fueron:
Distrito del PCC Abel Santamaría como administrador, Consejo de la
Administración Municipal, Oficina de Patrimonio, Empresa de Alojamiento Villa
Trópico, como jefe de protección y defensa en todas ellas, con un trabajo
encomiable. En 2019 se retiró para su casa, desarrollando actividades en la
Asociación de Combatientes y en la escuela Tania La Guerrillera del reparto Las
Flores del Caney, Santiago de Cuba.
Nacido el 4 de agosto de 1943 en la actual
provincia de Las Tunas, a
los 8 años se asentó en la ciudad
de Manzanillo, región de grandes raíces
históricas y tradición revolucionaria,
supo asimilar ese legado. Y toda su vida ha sido una continuidad del patriotismo y la entrega manzanillera, tanto en la construcción como
en la defensa de la Revolución.
Fundador
de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, participó en las comisiones de
construcción de la UJC, de la cual fue también dirigente municipal. Milita en
las filas del Partido Comunista de Cuba.
Hoy,
Ernesto Milián Peña sigue con el pie en
el estribo. Como claro ejemplo de que el verdadero revolucionario ni claudica
ni se achica ante las dificultades. Hombres a prueba de bombas, tanto en la paz
como en la guerra.