domingo, 28 de diciembre de 2025

 

Un hombre a prueba de bombas

.Mariano Gómez Rivera

Nuestra tierra, rica y fértil, produce silvestre al hombre comunista. Esta afirmación de nuestro Comandante en Jefe, sirve para interpretar la vida de Ernesto Milián Peña.  Este hombre, con su sangre, fertilizó la tierra angolana, donde el pueblo cubano escribió una de las páginas más gloriosas en la historia del internacionalismo proletario.

En el cumplimiento de esa misión se le dio la tarea de atender  actividades de propaganda y agitación y se  puso a su disposición un helicóptero para estar presente en el escenario de las acciones combativas con un grupo de reporteros de guerra para reflejar lo más real y transparente posible el desenlace de las acciones, no solo por su valor informativo y divulgativo sino también por lo útil para la ciencia y estrategia militar.

En una ocasión salieron para una acción combativa contra un grupo de la UNITA y cuando iban hacia el lugar le explotó una bomba a los tres compañeros de la vanguardia  y  murieron los dos compañeros de ambos lados;  él quedó gravemente herido y fue conducido de inmediato al hospital de Luanda y al recobrar el conocimiento y mirarse entre las dos piernas pensó que había perdido sus genitales y los médicos cubanos que lo atendían al ver su preocupación le dijeron ‘tranquilo que se conservan’.

Al restablecerse, la jefatura decidió enviarlo para Cuba, a lo cual respondió. “La lucha no ha cesado, solo con la vida cesara la batalla, quiero seguir hasta cumplir la misión comprometida” y así fue.

En Angola estuvo desde 1981  hasta 1984,  y a su regreso se incorpora a la Escuela de Cadetes José Maceo, como instructor político.  Luego fue designado jefe de trabajo político en el Estado Mayor Militar del municipio Yara.

Fue fundador de Ejercito Oriental, en Baraguá, en la U/M 1370; en el año 1966 fue enviado por el General Sixto Batista a la Escuela Central para instructores políticos de las FAR Osvaldo Sánchez ,en La Habana, donde se graduó y  fue ascendido a subteniente; trabajó en la escuela de Los Camilitos. De El Caney , y luego, en 1980, pasó para la Escuela de Cadetes José Maceo, en Santiago de Cuba, desempeñándose como instructor político.

 En 1991 es promovido para el Ejercito Oriental radicado en Holguín para atender las actividades de propaganda y cultura en la Sección Política de ese mando. En 1992 trabajo como instructor político en la Escuela Camilo Cienfuegos del 30 de noviembre en Santiguo de Cuba, año en que se acogió a la jubilación de las FAR.

En 1994 fue designado  presidente de la Asociación de Combatientes  de la Revolución Cubana del municipio Tercer Frente; de 1975 a 1980 estudio en la Universidad de Oriente graduándose como licenciado en historia.

Por esta magnífica trayectoria, en la que alcanzó el grado de Mayor de las FAR ha recibido condecoraciones y reconocimientos entre los que se destacan   los siguientes

Medalla de la Alfabetización-Combatiente Internacionalista de Primera Clase-Destacado en la preparación para la defensa-Distinción por el servicio en las FAR ,10,15 Y 20 años-Por la Victoria Cuba R.P.A.-30  y 40 Aniversario de las FAR-Servicio distinguido de las FAR-Ignacio Agramonte de 3ra Clase-Combatiente de la Producción y la Defensa-Por el Servicio Ejemplar en las FAR-Categorización de Especialidad de 2da y 3ra Clase-Sello de Oficial Vanguardia FAR.

Fue ascendido al grado de Mayor en 1996. Luego de la jubilación de las FAR, laboró en varias actividades como fueron:  Distrito del PCC Abel Santamaría como administrador, Consejo de la Administración Municipal, Oficina de Patrimonio, Empresa de Alojamiento Villa Trópico, como jefe de protección y defensa en todas ellas, con un trabajo encomiable. En 2019 se retiró para su casa, desarrollando actividades en la Asociación de Combatientes y en la escuela Tania La Guerrillera del reparto Las Flores del Caney, Santiago de Cuba.

 Nacido el 4 de agosto de 1943 en la actual provincia de  Las Tunas,   a    los 8 años se asentó en la   ciudad de Manzanillo,  región de grandes raíces históricas y tradición revolucionaria,  supo asimilar ese legado. Y toda su vida ha sido una continuidad  del patriotismo y la entrega  manzanillera, tanto en la construcción como en la defensa de la Revolución.

Fundador de la Asociación de Jóvenes Rebeldes, participó en las comisiones de construcción de la UJC, de la cual fue también dirigente municipal. Milita en las filas del Partido Comunista de Cuba.

Hoy, Ernesto Milián  Peña sigue con el pie en el estribo. Como claro ejemplo de que el verdadero revolucionario ni claudica ni se achica ante las dificultades. Hombres a prueba de bombas, tanto en la paz como en la guerra.

 

 

 

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