domingo, 15 de septiembre de 2024

 Estados Unidos paga a los traidores, pero los desprecia

.Orlando Guevara Núñez

Estados Unidos, como reza un antiguo refrán sobre Roma, paga a los traidores, pero los desprecia. Utiliza y paga a mercenarios para tratar de desacreditar a la Revolución y destruirla, pero ha estado dispuesto, en pos de  sus mezquinos intereses, a sacrificar hasta la vida de esas personas para justificar una agresión directa a Cuba.
El 7 de marzo de 1962, la Junta de Jefes de Estado Mayor de los Estados Unidos, se planteó  en un documento secreto: “La determinación de que una sublevación interna con posibilidades de éxitos es imposible dentro de los próximos 9 a 10 meses, exige una decisión por parte de los Estados Unidos en el sentido de fabricar una provocación que justifique una acción militar norteamericana positiva”.
Así, dos días después, la Oficina del Secretario de Defensa de ese país, sometió a la consideración de esa Junta el documento Pretextos para justificar la Intervención Militar de los Estados Unidos en Cuba. Como ha sido costumbre, el crimen y la mentira han marchado siempre juntos en la política de agresiones del imperio norteamericano contra nuestro país.
Un simple vistazo a las medidas contenidas en el referido documento, pone al descubierto la realidad de que los vende patrias cubanos son sólo una pieza desechable en la enfermiza guerra del imperio yanqui contra la Revolución cubana.
“Pudiéramos hundir una embarcación llena de cubanos en ruta hacia la Florida (real o simulada)”  “Pudiéramos promover intentos contra las vidas de los refugiados cubanos en los Estados Unidos, incluso hasta el punto de herir a algunos de ellos en casos que serían ampliamente divulgados”.
La demencia iba mucho más allá, con total desprecio a la vida humana. “Es posible crear un incidente que demuestre de manera convincente que un avión cubano atacó y derribó a un avión civil arrendado que volaba de los Estados Unidos a Jamaica, Guatemala, Panamá o Venezuela”. “Los pasajeros pudieran ser un grupo de estudiantes universitarios o cualquier otro grupo de personas con intereses comunes como para arrendar un vuelo”.
La infamia y la criminalidad sobrepasaban los límites y retrataban al imperio norteamericano en toda su dimensión terrorista. Por acabar con la Revolución cubana, los más atroces procedimientos tomaban categoría de política de Estado en el gobierno de los Estados Unidos.
“Pudiéramos desarrollar una campaña terrorista cubano-comunista en el área de Miami, en otras ciudades de la Florida y en Washington. La campaña de terror podría estar encaminada contra los refugiados cubanos que buscan asilo en los Estados Unidos”.
En el documento Demanda del pueblo de Cuba al gobierno de los Estados Unidos por daños humanos, fechado en La Habana, el 31 de mayo de 1999, aparecen de forma detallada  éstas y otras medidas, con pruebas irrefutables que muy bien conoce el gobierno de ese país.
Del desprecio hacia los cubanos, no escapan ni siquiera quienes abandonan su país para ir a vivir a los Estados Unidos. Puede decirse que más que acogerlos con cariño, los soportan y han estado dispuestos a sacrificarlos en múltiples ocasiones.
Otra prueba  es  el contenido del cable firmado por el jefe de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en Cuba, Jonathan Farrar, con fecha 15 de abril de 2009, documento revelado por Wikileaks. Selecciono algunos fragmentos que ilustran lo que piensan los amos sobre sus siervos.
 “Muchos grupos de oposición son dominados por individuos con encumbrados egos que no trabajan bien en equipo”.
 “Tengan o no las organizaciones de oposición agendas capaces de atraer la atención de una amplia gama de intereses en la isla, es preciso que empiecen por lograr cierto grado de unidad de objetivos como oposición o al menos que dejen de gastar tanta energía en serrucharse el piso los unos a los otros”.
 “Pese a sus afirmaciones de que representan a “miles de cubanos”, nosotros vemos muy pocas evidencias de ese apoyo, al menos desde nuestra óptica, limitada, en la Habana”.
 “Cuando cuestionamos a los líderes disidentes sobre sus programas, no vemos plataformas diseñadas para llegar a amplios sectores de la sociedad cubana, sino que más bien dirigen sus mayores esfuerzos a obtener recursos suficientes para solventar las necesidades del día a día de los principales organizadores y sus seguidores claves”.
 “Si bien la búsqueda de recursos es su principal preocupación, la segunda más importante parece ser limitar o marginar las actividades de sus antiguos aliados de manera de reservarse el poder y el acceso a los escasos recursos”
En Estados Unidos reciben y tratan a los cubanos de forma muy diferente a los millones de latinos y otras nacionalidades que viven allí como indocumentados, sin derecho a la residencia en  ese país, obligados a trabajar en condiciones desventajosas, sin derecho muchos a la salud, a la educación. Las actuales leyes contra los inmigrantes en algunos estados norteamericanos es prueba de ello, como lo es también los cientos de asesinatos contra los mexicanos que tratan de cruzar la frontera hacia ese país.
La emigración cubana ha sido  para los Estados Unidos una sucia maniobra política. No en vano, obstaculizan e incumplen reiteradamente los acuerdos migratorios establecidos con Cuba. Cierran  u obstaculizan las vías legales culpando a Cuba, incentivando las salidas ilegales, sin importarles las molestias, los gastos, los riesgos y hasta  la muerte de muchas personas en ese intento.  Mientras más molestias  se produzcan, más pretenden lanzar sobre Cuba la responsabilidad que solo a ellos compete.


Cierto es que muchos cubanos que emigran hacia los Estados Unidos no lo hacen por un problema político. Muchos escogen ese camino por conveniencias económicas, por reunificación familiar u otras causas diversas. Pero cada salida es allá presentada por las autoridades norteamericanas como “prueba” de huida de Cuba por una supuesta represión, lo que forma parte de las mentiras fabricadas contra nuestro país.
Pero los traidores, los que son pagados por el gobierno y organizaciones contrarrevolucionarias simbolizan el viejo adagio con similitud al romano: Estados Unidos paga a los traidores, pero los desprecia”.


sábado, 14 de septiembre de 2024

 

¡El socialismo llegó al Turquino a quedarse para siempre!

.Orlando Guevara Núñez

Un momento cumbre en la construcción del  Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC)  en las montañas de Oriente, aconteció el domingo 15 de septiembre de 1963. Ese día, en el Pico Cuba, fue constituido el Comité Seccional Turquino, en la Sierra Maestra, con la presencia del entonces Comandante y Segundo Secretario del Partido, Raúl Castro.

En el informe rendido a la Asamblea de Constitución, el Secretario de Organización del Partido en Oriente, capitán Jorge  Risquet, ofreció una panorámica sobre el proceso de construcción del PURSC en la  provincia.

“Con la constitución del Seccional Turquino y los otros dos municipales que se constituyen hoy-Bayate y Songo- suman 75  los organismos municipales y seccionales del PURSC concluidos en nuestra provincia. En las próximas semanas, se constituirán otros 13 que ya están en proceso de preparación, lo que hace un total de 88 organismos de dirección intermedia, que quedarán constituidos en Oriente hacia el 10 de octubre, 95 aniversario del Grito de Yara. Estos 88 organismos agruparían en total a unos 1 200 núcleos del Partido, de los cuales se han constituido, hasta el día de hoy, 1 000 núcleos; 850 radican en el llano y 150 en las indómitas montañas orientales”.

Un reconocimiento a la labor de los integrantes de las Comisiones del PURSC que trabajaron en ese proceso, fue hecho por Risquet en la citada intervención.

 “Las comisiones que han tenido sobre sus hombros esta tarea, han desarrollado un trabajo abnegado, sin tregua ni descanso, velando con gran celo por la calidad del Partido, luchando con pasión porque no quedara dentro del Partido ninguna persona que no tuviera las elevadas cualidades de un comunista y que no quedara fuera del Partido ninguna persona que poseyera estas preciosas cualidades”.

El Seccional Turquino, abarcaba unos 600 kilómetros cuadrados habitados por 7 831 serranos, radicados la mayoría en las comunidades de Mar Verde, La Plata, El Uvero, Ocujal, Palma Mocha, Agua al Revés, La Mesa, El Zorzal y Las Leches. El escenario histórico era realmente impresionante. Allí habían tenido lugar los primeros combates victoriosos del naciente Ejército Rebelde.

Sobre ese aspecto, puntualizaría Risquet:

“La organización de nuestro Partido ha llegado hasta las cumbres de Cuba. Hace siete años, llegó el Ejército Rebelde,  aquí se nutrió y aprendió a ganar la victoria para nuestra Patria. Hoy llegó el Partido, que no es, como aquel, un pequeño grupo de hombres, sino que ya lo integran decenas de miles en todo el país y que se apoya en la conciencia creciente de nuestro pueblo. Nuestro Partido, dirigido también por el Comandante en Jefe que forjó el Ejército Rebelde, sabrá ganar nuevas y resonantes victorias para Cuba, para nuestro pueblo, para su causa sagrada: el socialismo”.

Los 34 militantes serranos que ese día recibieron el carné del PURSC, realizaron emotivas intervenciones durante el desarrollo de la Asamblea, entre estas la de Rigoberto Garcés Díaz, quien relató como “Antes nuestros hijos se morían de hambre y necesidad, sin asistencia médica, ¡ahí  están los cementerios a la orilla de la playa en Ocujal, Chivirico y Peladero, donde se morían los enfermos tratando de hacer que las goletas los llevaran a Santiago, para allí mendigar o cambiar una cama en un hospital por una cédula! Para que no vuelva nunca esto, es que tenemos el rifle en la mano”.

En las palabras de Raúl durante el acto de constitución del Partido en el Seccional Turquino, habló  sobre el carné partidista y el prestigio del Partido ante las masas, puntualizando  que:

 “No hay necesidad de insistir en que la posesión de ese carné, no da derecho a que ya, porque seamos militantes del Partido y el Partido dirige, hay que hacerme caso a lo que yo diga. No, ese caso a que aspiramos nos haga el pueblo, las organizaciones de masas y todo el mundo en este país, hay que  ganárselo trabajando; ese caso que es necesario, o sea, la atención necesaria, en primer lugar, que nuestro pueblo la presta a nuestro Partido, hay que conquistarlo trabajando; ese prestigio que es necesario conquistar, mantener y elevar cada vez más, de un Partido Comunista, no lo da el carné que recibimos, lo da o se logra solamente con el fruto del trabajo de ese Partido, con su responsabilidad, con su actuación, con su disposición al sacrificio en todos los aspectos. No al sacrificio heroico de un instante en un momento de combate, si hay que combatir, sino al más difícil de los sacrificios, aunque sean pequeños, aunque sean insignificantes, pero que sean constantes, día a día, hora a hora, en cualquier actividad que nos encontremos, en la reunión del Partido, en una reunión encomendada por él, en nuestro hogar, en nuestro trabajo, en nuestros breves momentos de entretenimiento”.

Hubo ese día otro   hecho de trascendencia histórica para nuestro Partido. Raúl, Risquet y Victorino González Fajardo, secretario general electo en el Seccional, junto a otros invitados y asistentes a la referida Asamblea del PURSC, escalaron el Pico Turquino, y allí, en lo más alto del territorio cubano, izaron la roja bandera del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Las palabras de Raúl en aquella ocasión, tienen vigencia para todos los tiempos: ¡El socialismo llegó al Turquino a quedarse para siempre!

 

 

viernes, 13 de septiembre de 2024

 

Los que no tienen el valor de sacrificarse, han de tener, a lo menos, el pudor de callar ante los que se sacrifican

 

.Orlando Guevara Nñ;ez

 

Esta máxima martiana está contenida en un artículo publicado en el periódico Patria, el 22 de septiembre de 1894, con el título: El lenguaje reciente de ciertos autonomistas.

Con esta afirmación fustigaba Martí la política de los autonomistas, empeñados en poner obstáculos a los ideales independentistas de los cubanos, haciéndole el juego al  colonialismo español.

Como lo escribió el Apóstol, después de la palabra sacrifican, sigue: “o de elevarse, en la inercia inevitable o en la flojedad, por la admiración sincera de la virtud a que no alcanzan. Debe ser penoso inspirar desprecio a los hombres desinteresados y viriles”.

En este artículo se describe el partido autonomista como desertado en Oriente, vencido en la conciencia camagüeyana, reducido en Las Villas al aplauso curioso de los teatros incrédulos  y  postergados  en Occidente.

“El autonomismo-dijo-  solo ha sido  útil, por la prueba de su ineficacia, a la Revolución. Mientras más viva, más revolucionarios habrá”.

Reafirma la posibilidad real de la Revolución. “Vimos ese deber abandonado por los demás y lo estamos cumpliendo. Más gloria no queremos que cumplirlo. Solo en el cumplimiento triste y áspero del deber está la verdadera gloria”.

Otra afirmación de Martí, relacionada con la patria, expresa su claro pensamiento sobre ella, sobre quienes la sirven o se le oponen: Para los fieles, vengan tarde o temprano, guarda Cuba todo su amor. Para los incapaces de amarla y servirla, basta con el olvido.
Pero en su política unitaria, no cierra caminos. Así concluye su artículo: “El templo está abierto, y la alfombra está al entrar, para que dejen en ella las sandalias los que anduvieron por el fango, o se equivocaron de camino”.

 

miércoles, 11 de septiembre de 2024

 

Fidel en la ONU, el 26 de septiembre de 1960

 

.Orlando Guevara  ñez

 

Una verdad histórica  que el imperio yanqui ha tratado de tergiversar.

 

 

¿Y cómo llegó a ser nuestro país una colonia de Estados Unidos?  No fue precisamente por sus orígenes.  No fueron los mismos hombres los que colonizaron a Estados Unidos y a Cuba.  Cuba tiene una raíz étnica y cultural muy distinta, y esa raíz se afianzó durante siglos.  Cuba fue el último país de América en librarse del coloniaje español, del yugo colonial español, con perdón de su señoría, el representante del gobierno español.  Y por ser el último, tuvo que luchar también más duramente.

A España solo le quedaba una posesión en América, y la defendió con tozudez y ahínco.  Nuestro pueblo pequeño, de escasamente algo más de un millón de habitantes en aquel entonces, tuvo que enfrentarse solo, durante casi treinta años, con uno de los ejércitos considerados de los más fuertes de Europa.  Contra la pequeña población nacional, el gobierno español llegó a movilizar un número de fuerzas tan grande como todas las fuerzas que habían combatido la independencia de América del Sur juntas.  Hasta medio millón de soldados españoles llegaron a combatir contra el heroico e indoblegable propósito de nuestro pueblo de ser libre.

Treinta años lucharon los cubanos solos, por su independencia.  Treinta años que también constituyen sedimento del amor a la libertad y a la independencia de nuestra patria.  Pero Cuba era una fruta —según la opinión de un presidente de Estados Unidos a principios del siglo pasado, John Adams—, era como una manzana pendiente del árbol español, llamada a caer, tan pronto madurara, en manos de Estados Unidos.  Y el poder español se había desgastado en nuestra patria.  España no tenía ya ni hombres ni recursos económicos para mantener la guerra en Cuba; España estaba derrotada.  La manzana estaba aparentemente madura, y el gobierno de Estados Unidos extendió las manos.

No cayó una manzana, cayeron varias manzanas en sus manos.  Cayó Puerto Rico, el heroico Puerto Rico que había iniciado su lucha por la independencia junto con los cubanos; cayeron las Islas Filipinas, y cayeron varias posesiones más.  Sin embargo, el expediente para dominar nuestro país no podía ser el mismo.  Nuestro país había sostenido una tremenda lucha y a su favor existía la opinión del mundo.  El expediente debía ser distinto.

Los cubanos que lucharon por nuestra independencia, los cubanos que en aquellos instantes estaban dando su sangre y su vida, llegaron a creer de buena fe en aquella Resolución Conjunta del Congreso de Estados Unidos, del 20 de abril de 1898, que declaraba que Cuba es y de derecho debe ser libre e independiente.

El pueblo de Estados Unidos simpatizaba con la lucha cubana.  Aquella Declaración Conjunta era una ley del Congreso de esta nación, en virtud de la cual declaraba la guerra a España.  Mas aquella ilusión concluyó en un cruel engaño.  Después de dos años de ocupación militar de nuestra patria, surge lo inesperado:  en el mismo instante en que el pueblo de Cuba, a través de una Asamblea Constituyente estaba redactando la Ley Fundamental de la República, de nuevo surge una ley en el Congreso de Estados Unidos, una ley propuesta por el senador Platt, de triste recordación para Cuba.  Y en aquella ley se establecía que la Asamblea Constituyente de Cuba debía llevar un apéndice, en virtud del cual, le concedía al gobierno de Estados Unidos, el derecho a intervenir en los problemas políticos de Cuba y, además, el derecho de arrendar determinados espacios de su territorio para estaciones navales o carboneras.

Es decir que mediante una ley emanada de la autoridad legislativa de un país extranjero, la Constitución de nuestra patria debía contener esa disposición, y bien claramente se les indicaba a nuestros constituyentistas que si no había Enmienda no habría retirada de las fuerzas de ocupación.  Es decir que se le impuso a nuestra patria por el órgano legislativo de un país extranjero, se le impuso por la fuerza, el derecho a intervenir y el derecho a arrendar bases o estaciones navales