miércoles, 14 de septiembre de 2022

Cuando el socialismo llegó al Turquino a quedarse para siempre

.Orlando Guevara Núñez

 

Un momento cumbre en la construcción del PURSC en las montañas de Oriente, aconteció el domingo 15 de septiembre de 1963. Ese día, fue constituido el Comité Seccional Turquino, en la Sierra Maestra, con la presencia del entonces Comandante y Segundo Secretario del Partido, Raúl Castro.

En el informe rendido a la Asamblea de Constitución, el Secretario de Organización del Partido en Oriente, capitán Jorge  Risquet, ofreció una panorámica sobre el proceso de construcción del PURSC en la  provincia e hizo un reconocimiento a la labor de los integrantes de las Comisiones que trabajaron en ese proceso.

 “Las comisiones que han tenido sobre sus hombros esta tarea, han desarrollado un trabajo abnegado, sin tregua ni descanso, velando con gran celo por la calidad del Partido, luchando con pasión porque no quedara dentro del Partido ninguna persona que no tuviera las elevadas cualidades de un comunista y que no quedara fuera del Partido ninguna persona que poseyera estas preciosas cualidades”.

El Seccional Turquino, abarcaba unos 600 kilómetros cuadrados habitados por 7 831 serranos,,  la mayoría en las comunidades de Mar Verde, La Plata, El Uvero, Ocujal, Palma Mocha, Agua al Revés, La Mesa, El Zorzal y Las Leches.

 

“La organización de nuestro Partido - expresó Risquet - ha llegado hasta las cumbres de Cuba. Hace siete años, llegó el Ejército Rebelde,  aquí se nutrió y aprendió a ganar la victoria para nuestra Patria. Hoy llegó el Partido, que no es, como aquel, un pequeño grupo de hombres, sino que ya lo integran decenas de miles en todo el país y que se apoya en la conciencia creciente de nuestro pueblo. Nuestro Partido, dirigido también por el Comandante en Jefe que forjó el Ejército Rebelde, sabrá ganar nuevas y resonantes victorias para Cuba, para nuestro pueblo, para su causa sagrada: el socialismo”.

Los 34 militantes serranos que ese día recibieron el carné del PURSC, realizaron emotivas intervenciones durante el desarrollo de la Asamblea. Rigoberto Garcés Díaz,  relató como “Antes nuestros hijos se morían de hambre y necesidad, sin asistencia médica, ¡ahí  están los cementerios a la orilla de la playa en Ocujal, Chivirico y Peladero, donde se morían los enfermos tratando de hacer que las goletas los llevaran a Santiago, para allí mendigar o cambiar una cama en un hospital por una cédula! Para que no vuelva nunca esto, es que tenemos el rifle en la mano”.

. Y sobre el carné partidista y el prestigio del Partido ante las masas, puntualizaría nuestro  entonces Segundo Secretario:

“No hay necesidad de insistir en que la posesión de ese carné, no da derecho a que ya, porque seamos militantes del Partido y el Partido dirige, hay que hacerme caso a lo que yo diga. No, ese caso a que aspiramos nos haga el pueblo, las organizaciones de masas y todo el mundo en este país, hay que  ganárselo trabajando; ese caso que es necesario, o sea, la atención necesaria, en primer lugar, que nuestro pueblo la presta a nuestro Partido, hay que conquistarlo trabajando; ese prestigio que es necesario conquistar, mantener y elevar cada vez más, de un Partido Comunista, no lo da el carné que recibimos, lo da o se logra solamente con el fruto del trabajo de ese Partido, con su responsabilidad, con su actuación, con su disposición al sacrificio en todos los aspectos. No al sacrificio heroico de un instante en un momento de combate, si hay que combatir, sino al más difícil de los sacrificios, aunque sean pequeños, aunque sean insignificantes, pero que sean constantes, día a día, hora a hora, en cualquier actividad que nos encontremos, en la reunión del Partido, en una reunión encomendada por él, en nuestro hogar, en nuestro trabajo, en nuestros breves momentos de entretenimiento”.

 Un hecho de trascendencia histórica para nuestro Partido se produjo ese día: Raúl, Risquet y Victorino González Fajardo, secretario general electo en el Seccional, junto a otros invitados y asistentes a la referida Asamblea del PURSC, escalaron el Pico Turquino, y allí, en lo más alto del territorio cubano, izaron la roja bandera del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Las palabras de Raúl en aquella ocasión, tienen vigencia para todos los tiempos: ¡El socialismo llegó al Turquino a quedarse para siempre!

 

 

 

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