domingo, 6 de marzo de 2016

Martí sobre las elecciones en Kansas, Estados Unidos (1887)




. Orlando Guevara Núñez
Es una verdad -dicha y aceptada -  que la época en que José Martí escribió las Escenas Norteamericanas, marca su desarrollo en el periodismo y la literatura. Y en la lectura de esas crónicas, se advierte también su capacidad para interpretar los grandes cambios económicos y sociales que se producen en los Estados Unidos y su posición al  lado de la justicia y de los que sufren en una sociedad  cuyos patrones condena.
Un ejempla claro que avala estas consideraciones, es su  Descripción de la primera votación de las mujeres en Kansas, fechada el 10 de abril de 1887, dirigida al director de la publicación argentina La Nación, donde tuvieron espacio muchos otros trabajos suyos.
Antes de entrar en la materia anunciada en el título, Martí retrata a la sociedad de ese tiempo en el país que surge a la opulencia. La violencia, el robo, la corrupción y otros acontecimientos de la vida social. Pero señala esos sucesos no como un fin, sino como un medio para llamar la atención sobre otros más trascendentes que deben conocerse. Burbujas de una hora. Con esa metáfora califica  el  acontecer  mencionado, en relación   con los grandes sucesos en que  se ve cambiar al  mundo. Martí tiene la percepción de que se está produciendo un cambio global, del cual expresa manifestaciones concretas en otras partes de este propio trabajo.
Y para argumentar al lector sobre hechos cotidianos que acaparan la atención, pero no son fundamentales, se refiere a otras menudencias  importantes, escogiendo –tal vez con el sentido de exaltar  lo que tienen de altruismo- los ejemplos de la caritativa soltera sexagenaria que donó sus cuadros, los judíos que fundan escuelas de arte y oficio, el quehacer de los obreros de Bessemer. También cita al millonario que con su fortuna ayudó a los pobres, al amigo de la libertad que pensaba crear un diario, al parecer admirado por él, al calificarlo metafóricamente de  párrafos vivos y robustos, como champagne bueno de copas de oro labradas  a  martillo.
Hasta ese punto de la crónica, Martí evalúa la trascendencia de los hechos, pero los toma como referencia comparativa con otros a los cuales atribuye mayor importancia.
Se nota la intención periodística de llevar a los lectores el conocimiento sobre sucesos contrapuestos a las burbujas de una hora: la influencia de los inmigrantes, el conflicto entre los católicos sobre los temas de la libertad y de la propiedad de la tierra y el derrumbe de los grandes partidos políticos.
En este tema de los partidos políticos, se plasma con claridad  la visión crítica de Martí sobre éstos, nacida de su concepción política.  Esos partidos, ahora en decadencia,  han pervertido en el mando los ideales que les dieron   vida.                                                                                                                                           
Y se refiere también la crónica a un elemento nuevo dentro de la política de los Estados Unidos: la creación de un partido de los trabajadores, y el alzamiento victorioso de la clase trabajadora.
No se aborda ese fenómeno como tema principal, pero Martí enfatiza su importancia y expone una realidad que se ha repetido en el decurso del tiempo: los partidos políticos, contrarios entre sí, se unen ante el avance del partido de los trabajadores, ante la amenaza de sus privilegios. Y con una expresión que define su posición ante ese hecho, califica a los trabajadores como gigantes sujetos a frágiles ligaduras.
La fragilidad señalada significa, en la consideración de Martí, un reconocimiento a las posibilidades de emancipación de los trabajadores y la debilidad de los poderosos para mantenerlos oprimidos.
Es un acontecer político interpretado y expuesto por Martí desde una posición progresista. Ya se nota el decidido propósito de los católicos criados en tierra libre, de abandonar la iglesia antes que ceder de su libertad. Y se percata de que los partidos políticos antiguos se van deshaciendo y están atentos solo al bienestar de sus secuaces.
Desde el punto de vista periodístico, Martí informa sobre un acontecimiento de actualidad, pero a la vez juzga, aunque no tome postura en la propuesta de cambios. Sus argumentos sugieren. No es su objetivo la posición personal. Pero cumple con dar los elementos para que los interesados se ilustren.
Otro fenómeno importante que acontece en los Estados Unidos, como resultado de los analizados hasta aquí, los resume Martí en pocas palabras, pero de una forma diáfana. Un hecho sin dudas trascendente que, más que expresión de una medida ocasional denota un momento importante en el desarrollo político y social de esa nación Ya se agrupa en dos parcialidades enormes la población norteamericana, de un lado “las masas” como se llaman a sí mismos, de otro lado “las clases”.  Bandos de por sí antagónicos por sus intereses. Históricamente, las diferencias  de esos partidos políticos, representativos de las clases, han subordinado sus diferencias a la unión para proteger sus intereses ante los reclamos de las masas y el peligro ante la fortaleza de sus oponentes.
Luego de la enumeración y evaluación de los acontecimientos expuestos en esta escena, llega Martí al tema central: la primera votación de las mujeres en Kansas.
Su definición primera es la de un hecho al que los demás no se igualan en novedad  y riqueza de color. Es un hecho noticioso. Pero el periodismo de Martí es esencialmente analítico y por eso va primero a la exposición de elementos y propósitos que alientan esa reivindicación de las mujeres en  Kansas, que tardaría muchos años para generalizarse en los Estados Unidos.
Pone al desnudo la verdad de que esa decisión no responde a un sentimiento humano, ni de real reconocimiento a los derechos de las mujeres a la igualdad. No existe intención de igualdad social. Todo obedece a la satisfacción de intereses de un partido, en este caso el Republicano, interesado en  sumar los votos de las mujeres a sus urnas. La medida en sí misma es excluyente, al otorgar el derecho solo a las nacidas en el país. Las naturalizadas en su mayoría se alistan  al partido opositor y por eso se les veta el voto. El rejuego político determina el alcance de la medida.
La inclusión de las mujeres negras es un acontecimiento realmente novedoso, pero que no socava la esencia de la discriminación racial.
Las interioridades de la política en los Estados Unidos son abordadas por Martí con  palabras muy medidas, pero certeras y directas. Todo se hace en ella a hurtadillas, con insinuaciones, con rivalidades, con chismes (…)  al que asoma a ella con amor a la patria y franca lengua, lo escarnecen, lo aíslan, lo acorralan.
Su primera apreciación sobre el desarrollo de esas elecciones, resume su criterio: notable bullicio, febril energía, los modos muy agresivos, el fin puro y confuso, la originalidad poca, un instrumento, esta vez al menos, de las pasiones de los hombres.
La mención de Helen Gongar, le sirve para referirse al proceso previo a las elecciones. En boca de ella se descubren los objetivos. Y luego, la conclusión martiana de que Adelanta en  Estados Unidos, aunque con lentitud, la idea de conceder el voto a las mujeres, pero en Kansas no fue adoptada la ley por  razón de alta humanidad, sino en virtud de ese trato mezquino.
Las interioridades del proceso son expuestas como argumentos para denunciar  la esencia de esa lucha por el poder. La igualdad fingida entre personas negras y blancas; la compra de votos; las injurias entre los candidatos; las ofensas llevadas a los más íntimos planos. Martí  narra algunas, otras son afirmadas por los protagonistas.
Una afirmación  metafórica de solo catorce palabras, sirve para que Martí resuma el ambiente del fin de la campaña electoral: Se oía en las ciudades, la noche antes de las elecciones, abejear la cólera.
Sobre el día de los comicios, Martí pasa a una narración sobre los hechos, pero sin omitir juicios que matizan el enfoque. Van y vienen cargados los carruajes que los republicanos pagan a las negras. ¡Son damas y han de ir en carruajes!  Las de “arriba”, que van llegando en sus carruajes propios, toman puesto  detrás de sus criadas en la hilera (…).
Al final de la votación, una apreciación de Martí  la define en su esencia: No se ha peleado a lo púgil, sino a lo serpiente.  O lo que es lo mismo: una lucha  no entre contendientes apegados a la ley y a la justicia, sino matizada por la traición, la ofensa y el veneno.
Los resultados dejaron dividendos de puestos públicos para algunas mujeres, enumerados por Martí sin otro empeño que el informativo.
Del trato a las mencionadas elecciones, se pasa al análisis de otras  novedades,  sin dudas de gran  relevancia. Las que han estado a punto de poner en manos de los trabajadores las ciudades más poderosas de la República.
En esa parte, Martí hace gala de su poder de análisis sobre los procesos de cambios políticos en los Estados Unidos. El avance del partido de los trabajadores sobre  los partidos antiguos decrépitos.  Y expone la esencia de las proyecciones de ese nuevo partido, cuando afirma que los trabajadores y reformadores que combaten a su lado están decididos a luchar juntos por las vías de la ley para obtener el gobierno del país, y cambiar desde él, en lo que tienen de injusto, las relaciones de los elementos sociales.
Un factor destacado por Martí, como elemento que falta al  partido de los trabajadores para luchar con posibilidades por el triunfo, es su constitución definitiva como partido americano, libre de ligas con los revolucionarios europeos. Esa aseveración tiene sus raíces en el conocimiento no solo sobre la política, sino también sobre los factores que predisponen a las masas contra los anarquistas, sobre todo a partir del suceso de la bomba del año anterior, a ellos imputado. El evidente sentimiento nacionalista, es igualmente ponderado por Martí.
Atención principal dedica el  autor al análisis sobre las causas que determinaron la derrota de los trabajadores, sobre todo en la ciudad de Chicago. La alianza de ellos con los anarquistas, les restó respaldo. Por otro lado, ante el peligro de sus intereses, demócratas y republicanos obraron como un solo partido.  Esa unión la vio Martí como un preludio de lo que sucedería en todo el país si a él se extendiese igual riesgo.
En el análisis Martí expone sobre los anarquistas criterios y argumentos modificados después, al estudiar con mayor profundidad  los acontecimientos por los cuales fueron acusados y la esencia de los postulados que defendían.
Antes de cerrar su crónica, Martí utiliza la retrospectiva sobre las noticias menores que acontecen en los Estados Unidos. Pero lo hace como recurso para introducir un tema de marcado interés político, social  y religioso: la posición del cura McGlynn, defensor de los pobres y opuesto al papel de la iglesia como institución rica enfrentada a los intereses del pueblo. Uno de los temas más polémicos es el de la propiedad sobre la tierra.
En  su análisis sobre el discurso del cura ante los católicos neoyorquinos, se puede  observar  la solidaridad de Martí  con el sacerdote y sus ideas profesadas. Aquella noche retemblaba el teatro. Como lanzas han quedado clavadas las  frases (…) Duraba minutos el ondear de los pañuelos.
Proponer soluciones, como fue característica de Martí en su ejercicio periodístico, demostrada principalmente en el periódico Patria,  no está presente en esta escena norteamericana. No era su propósito. El relata la realidad de un país que no es el suyo. Y su ética lo conduce a la narración, a la exposición de los hechos, al examen que responde a su visión, a su nivel profesional y a su óptica política, humana y revolucionaria.
Puede afirmarse, eso sí, que la crónica pone al desnudo una realidad deformadora de esos valores en los Estados Unidos en momentos, precisamente, que ese país emerge con ansias de extender su influencia y dominio sobre la América nuestra. Y en ese sentido, además del valor periodístico y literario, es importante la contribución para conocer las entrañas corrompidas de una sociedad que sus gobernantes, de forma altiva y prepotente, han querido, desde esos tiempos, imponer a nuestros pueblos.
No hay, repetimos, propuestas. Pero la sagacidad de Martí utiliza con brillantez otro recurso, bautizado como subliminal en los tiempos actuales. Y al exponer los hechos, obliga a la reflexión, al respaldo o al rechazo de los lectores.
Analícese el párrafo final de la crónica. McGlynn vestía levita cerrada, no sotana. Muchos curas católicos, muchos, aplaudían con ardor; uno había a quienes todos besaban la mano, de barba muy blanca. Y tres niñas pusieron a los pies del amado pastor, del párroco depuesto por el arzobispo, tres cestos de rosas.

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