No hay monarca como un periodista honrado

            

 

Orlando Guevara Núñez

 

A un escándalo público, por corrupción de un ministro del gobierno de los Estados Unidos, sobornado por una empresa extranjera, se estaba refiriendo Martí cuando expresó esta idea sobre la dimensión de un periodista honrado. Se trataba del  Secretario de Justicia del gobierno.

El trabajo fue titulado Un gran escándalo. Fue  publicado por el diario La Nación, de Buenos Aires, el 28 de marzo de 1886. 

Martí critica el hecho de que una persona electa para cuidar los bienes de la nación, utilice su cargo no en bien público, sino para su interés personal. Reseña el  litigio  alrededor del caso. Condena que sea el erario de la nación vendido por los mismos encargados de custodiarlo.

Reseña las distintas facetas del escándalo y califica de tormenta de injurias el papel de la prensa. Pero habla de “los diarios comprados” y dice que “da grima creer que pueda haber criaturas con luz en la frente y canas en la barba que por dinero abran a los paseantes, como la mujer de la Biblia, esta arca santa de los pueblos, que debe ser la prensa”. A continuación, agrega la frase de que no hay monarca como un periodista honrado.

Como colofón,  enjuicia que luego del tratamiento  del caso, el presidente indicó su pase  al Secretario del Interior y, al final, se permitió seguir en el cargo al implicado. Y apunta: ¡Los depositarios de los derechos, de las tierras, de las arcas, del porvenir de la República, recibiendo dinero, o cosas que lo valen, para venderlos, torcerlos y comprometerlos!

Y en cuatro palabras, firma su dictamen: Vale más ser honrado