. Orlando Guevara Núñez
El periódico Sierra
Maestra está próximo a cumplir el aniversario 60 de su fundación.
Nació bajo el rigor de la lucha clandestina, como Organo Oficial del Movimiento
Revolucionario 26 de Julio en Oriente y se mantuvo llegando a los
lectores hasta el mismo día de la victoria.
Denunciar los crímenes
de la tiranía, burlar la censura de prensa, ofrecer partes de guerra verídicos,
ante las mentiras del ejército enemigo; divulgar los
objetivos revolucionarios y convocar al pueblo a la lucha, con la certeza
de la victoria, fue la misión del entonces pequeño periódico. Siempre
apegado a la verdad. Muchos de sus escritos estuvieron dirigidos a
los soldados batistianos, exhortándolos a virar sus armas en defensa del
pueblo.
Fue a partir de 1977
que se escogió el 7 de septiembre como fecha de conmemoración
fundacional. Se partió de un ejemplar con esa fecha
encontrado, presuntamente el primero. Investigaciones posteriores, con el
aporte del fundador e historiador Alcibíades Poveda Díaz, tomando como fuente
la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, determinaron que
no era el número inicial, y aportaron otros elementos sobre
ese proceso.
Varios fundadores,
encabezados por Enzo Infante Urivazo (Bruno), José Nivaldo Cause Pérez
(Guillermo) y Miguel Deulofeu Ramos (Leopoldo), quienes, por ese orden,
antecedidos por Gloria Cuadras de la Cruz, fueron responsables de propaganda en
la provincia, han ofrecido valiosos testimonios sobre esa etapa
del actual periódico.
El nombre de Sierra Maestra
Así se llamó una
publicación del M-26-7 surgida en La Habana, el 26 de abril de 1957. Cada
provincia tuvo su órgano de prensa clandestina. Pero en septiembre de
1957, la Dirección Nacional del Movimiento determinó que el
periódico Revolución fuera su órgano nacional y que Sierra
Maestra pasara a esa misma función en las seis provincias
cubanas.
El primer número localizado
de Sierra Maestra, editado en Santiago de Cuba, aparece sin
fecha. Por su contenido, fue ya en octubre de 1957. El propio rigor de la
clandestinidad obligaba a ediciones que despistaran al enemigo.
Unas sin fecha, otras con fechas reales; algunas con número de
edición ficticios. En la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado,
hay 41 ediciones localizadas, sin descartar que pudieran existir otras no
recuperadas. Además, de forma paralela, se distribuyeron algunos
otros materiales impresos.
Hoy se sigue celebrando el 7
de septiembre como fecha fundacional. Lo que importa, sin embargo, es el
hecho histórico, el nacimiento, aunque no esté registrado el día del
bautizo.
Raíces del Sierra Maestra en Santiago
Un elemento es
útil conocer. Al editarse por vez primera Sierra
Maestra en Santiago de Cuba, no surgió una publicación nueva. Lo que se
hizo fue cambiar el nombre a otra ya existente. La historia de este periódico y
la obra de sus fundadores anteceden en mucho a cualquier fecha de
septiembre u octubre de 1957.
La primera publicación
editada en Santiago de Cuba como Organo 0ficial del Movimiento Revolucionario
26 de Julio, Boletín Informativo, surgió en los días
iniciales de diciembre de 1956, para informar la presencia de Fidel
en las montañas orientales, desmintiendo la falsa versión de
la tiranía sobre su muerte. He ahí el embrión de lo que sería el periódico Sierra
Maestra, luego de transitar por ese nombre y el de Últimas
Noticias.
Coincidiendo con el
Levantamiento Armado de esta ciudad, el 30 de noviembre de 1956, Frank
País decidió deslindar las tareas de acción y de propaganda, creando para
esta última una sección, encabezada por Enzo Infante Urivazo.
Frank fue el artífice de los boletines que – después de su muerte-
cedieron su lugar a Sierra Maestra. Por eso, en merecido tributo,
integra el Cuadro de Honor de los fundadores.
En Santiago de
Cuba fueron 53 los establecimientos, instituciones y casas
que tuvieron relación con la confección y distribución del periódico y otros
tipos de propaganda del Movimiento Revolucionario 26 de Julio.
Los
fundadores
A partir de
1982, comenzó la localización y organización de los fundadores clandestinos del
periódico. Un total de 165 hombres y mujeres integran la relación de los
iniciadores. Están los que pudo probarse su participación. Quienes
escribían, editaban y distribuían el periódico, en la mayoría de los casos, no
se conocían entre sí. Y a ninguno identificaban los
receptores del mensaje. El periódico circulaba bajo la consigna Léalo
y páselo. Vale afirmar, por eso, que muchos fundadores, sobre todo
distribuidores, han quedado en el anonimato. A ellos, tal vez cientos en
el Oriente indómito, está dedicado también este 60 aniversario.
A Julio Quiala
Hernández y Oscar Páez Lara, le debe mucho la organización de los fundadores y
su vinculación con el colectivo actual del periódico.
Muchos de los protagonistas
de aquella hazaña periodística, ya no están físicamente presentes. Para ellos,
no solo el recuerdo agradecido, sino, además, el compromiso de seguir
construyendo y perfeccionando su obra.
En ocasiones, los
lugares de edición y distribución estaban casi al lado de las guaridas
enemigas. Hubo un caso en que, dentro de una casa en el Reparto Santa Bárbara –
familia Páez - fue construido un túnel donde la propaganda clandestina,
incluido el Sierra Maestra, se realizó hasta el triunfo de la
Revolución.
El periódico se
tiraba en mimeógrafos y fue en octubre de 1958 que pudo editarse en
máquinas multilith, adquiridas por iniciativa de Frank País.
Fuentes informativas de Sierra Maestra
Cada edición tenía como
fuente los partes de guerra e informes emitidos por la
Comandancia Central del Ejército Rebelde, los escritos de Fidel, de Raúl,
de la Coordinación del Movimiento y de los responsables de grupos de
acción en la provincia. También se nutría de las de las
transmisiones de Radio Rebelde.
Avanzada la
guerra, la propaganda revolucionaria clandestina se intensificó. En
Oriente, como órganos del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, llegaron a
editarse de forma impresa Sierra Maestra, con Vanguardia Obrera
adjunto. El Che fundó El Cubano Libre. En el Segundo Frente se editó Surco.
Y circulaba Revolución, como órgano nacional. El Cubano
Libre, daba orientaciones de la Dirección Nacional. Sierra Maestra,
con orientaciones provinciales, y Vanguardia Obrera, de carácter
completamente obrero. En la prensa radial, salían al aire Radio
Rebelde y Radio Segundo Frente.
De la clandestinidad a la victoria
El último Sierra Maestra
clandestino fue repartido el mismo 1ro. de enero de 1959, ya en medio de la
alegría del triunfo. Se decidió entonces, una vez ocupada la Redacción y los
Talleres del Diario de Cuba, editar el periódico con el nombre ganado en
la clandestinidad. Una indicación superior varió ese objetivo y
el 2 de enero salió el periódico provincial con el nombre de Revolución.
Hasta que el 14 de ese mismo mes, retomó el nombre que hoy lo identifica:
Sierra Maestra, ahora Organo del Comité Provincial
del Partido Comunista de Cuba.
Simiente fructificada
Esa es la historia: de Boletín
Informativo, en diciembre de 1956, a Ultimas Noticias
en febrero de 1957, hasta Sierra Maestra, nombre
que hoy sigue honrando la memoria de Frank País y de todos los hombres y
mujeres que lo fundaron, lo redactaron y lo distribuyeron, cuando
por esa riesgosa misión, en cada minuto, se ponía en peligro la vida.
. Siempre al lado de la
Revolución; siempre combatiendo en las trincheras de ideas, compartidas con las
de piedras. Revísense sus páginas, con la seguridad de ver
plasmadas en éstas todas las epopeyas gloriosas de nuestro pueblo.
Siempre presentes el afán informativo, educativo y formador de los nuevos
valores de la sociedad socialista. Siempre internacionalista y
antiimperialista.
La crónica social y la politiquería,
cedieron el paso a un periodismo militante, reflejando las grandes
transformaciones en la economía, en la educación, la cultura, el deporte, en la
sociedad toda. Al inicio, su colectivo tenía muy pocos integrantes
con nivel profesional. Hoy todos lo tienen. Y lo más importante: es un
colectivo joven que a su profesionalidad, une su compromiso y su decisión de
continuar cumpliendo el legado de los fundadores.
Muchos compañeros que
dedicaron decenas de años de labor a este periódico y le dieron prestigio, son
ya fallecidos. Los nombres de Rolando Castillo Montoya, Mario Romaguera
Garrido, Luis Arias, Augusto Revilla Rodríguez, Matilde Hernández Arañó,
Ángel Luis Beltrán Calunga, Reynaldo Rey Dubré, Miguel Lescay y más recientemente Francisco Hechavarría Guzmán y José Ángel
Alvarez Cruz, son parte inseparable de su historia. Ellos son parte de la
historia que escribieron. Muchos no periodistas compartieron también el
engendro y parto de cada edición.
Hasta 1991, Sierra
Maestra se editó con un sistema de impresión directa y tamaño que
duplicaba el de hoy. Pero el bloqueo se hizo sentir también en sus ediciones.
De publicación diaria pasó a semanal. El espacio se redujo a un
12%; Pero ninguna dificultad menguó la decisión de su colectivo.
El desarrollo dejó atrás la
impresión directa por la de off set. Y hoy, en formato de tabloide, el
periódico se imprime en el Combinado Poligráfico de Holguín. La
computación sustituyó las máquinas de escribir y las cuartillas. Se cuenta con
una edición digital diaria. También puede leerse en internet la edición
impresa. Hay menos espacio impreso, pero se llega más lejos.
Sierra Maestra
nació como soldado en la guerra y continuó como tal en la paz, escenario en el
que ha sabido conservar y desarrollar su tradición de lucha, su ética y
su respeto a los lectores.
A
partir de 1959 comenzó a forjarse otro jirón en la historia de esta
publicación. Una historia donde se ha mantenido y engrandecido el legado de sus
fundadores: la defensa incondicional de la Revolución y la fidelidad sin
límites a Fidel, a Raúl y al pueblo. Falta mucho por hacer, pero se hará.
El Sierra
Maestra suma a su expediente la Orden Juan Marinello,
otorgada por el Consejo de Estado y entregada personalmente por el
Comandante en Jefe Fidel Castro en 1982, en reconocimiento a su destacada labor
en la difusión de la ideología de la Revolución.
La
Distinción Félix Elmuza, otorgada por la Unión de Periodistas de Cuba. Réplica
del Machete Mambí del Generalísimo Máximo Gómez y otras muchas distinciones
laborales y políticas honran al colectivo de Sierra Maestra,
junto a la condición actual y en disímiles ocasiones, de Vanguardia Nacional de
la CTC, lauro alcanzado también por varios de sus trabajadores.
Esa historia, esa gloria y
esa victoria, no caben en estas breves líneas. Solo restaría, en este 60
aniversario, reiterar el compromiso de seguir cumpliendo con la confianza
que un día, en carta a su colectivo, expresó el General de Ejército Raúl
Castro, de que el colectivo de Sierra Maestra sabrá siempre
cumplir en los combates presentes y los que están por venir.
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