sábado, 2 de septiembre de 2017

Sierra Maestra, 60 años como soldado de la Revolución



. Orlando Guevara Núñez

El  periódico Sierra Maestra está próximo a cumplir  el aniversario 60 de su fundación. Nació bajo el rigor de la lucha clandestina, como Organo Oficial del Movimiento Revolucionario 26 de Julio en Oriente  y se  mantuvo llegando a los lectores hasta el mismo día de la victoria.
Denunciar los  crímenes de la tiranía, burlar la censura de prensa, ofrecer partes de guerra verídicos, ante las  mentiras  del ejército enemigo; divulgar los objetivos  revolucionarios y convocar al pueblo a la lucha, con la certeza de la victoria, fue la misión  del entonces pequeño periódico. Siempre apegado a la verdad. Muchos de sus escritos  estuvieron  dirigidos a los soldados batistianos, exhortándolos a virar sus armas en defensa del pueblo.
Fue a partir de 1977  que se escogió el  7 de septiembre como fecha de conmemoración fundacional.  Se partió  de un ejemplar  con esa fecha encontrado, presuntamente el primero. Investigaciones posteriores, con el  aporte del fundador e historiador Alcibíades Poveda Díaz, tomando como fuente la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, determinaron  que no era  el número inicial,  y  aportaron otros  elementos sobre ese proceso.
Varios fundadores, encabezados por  Enzo Infante Urivazo (Bruno), José Nivaldo Cause Pérez (Guillermo)  y Miguel Deulofeu Ramos (Leopoldo), quienes, por ese orden, antecedidos por Gloria Cuadras de la Cruz, fueron responsables de propaganda en la provincia, han ofrecido valiosos  testimonios  sobre esa etapa del  actual periódico.
                                    El nombre de Sierra Maestra
Así se llamó una publicación  del M-26-7 surgida en La Habana, el 26 de abril de 1957. Cada provincia tuvo su órgano de prensa clandestina. Pero en septiembre de 1957,  la Dirección Nacional del Movimiento  determinó que  el periódico Revolución  fuera su órgano nacional y que  Sierra Maestra  pasara a esa misma función en las seis provincias cubanas.
El primer número localizado de  Sierra Maestra, editado en Santiago de Cuba, aparece sin fecha. Por su contenido, fue ya en octubre de 1957. El propio rigor de la clandestinidad  obligaba a ediciones  que despistaran al enemigo. Unas  sin fecha, otras con fechas reales; algunas  con número de edición ficticios. En la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado, hay 41 ediciones localizadas, sin descartar  que pudieran existir otras no recuperadas. Además, de forma paralela, se distribuyeron  algunos otros  materiales impresos.
Hoy se sigue celebrando el 7 de septiembre como fecha fundacional.  Lo que importa, sin embargo, es el hecho histórico, el nacimiento, aunque no esté registrado  el día del bautizo.
                                   Raíces del Sierra Maestra en Santiago
Un  elemento es útil  conocer.  Al editarse  por vez primera Sierra Maestra en Santiago de Cuba, no surgió una publicación nueva. Lo que se hizo fue cambiar el nombre a otra ya existente. La historia de este periódico y la obra de sus fundadores anteceden  en mucho a cualquier fecha de septiembre u octubre de 1957.
La primera publicación editada en Santiago de Cuba como Organo 0ficial del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, Boletín Informativo,  surgió en los  días iniciales  de diciembre de 1956, para informar  la presencia de Fidel en las montañas  orientales,  desmintiendo la falsa  versión de la tiranía sobre su muerte. He ahí el embrión de lo que sería el periódico Sierra Maestra, luego de transitar por ese  nombre y el de  Últimas  Noticias.
 Coincidiendo con el Levantamiento Armado de esta ciudad, el 30 de noviembre de 1956,  Frank País decidió deslindar las tareas de acción y de propaganda, creando  para esta última  una sección, encabezada  por  Enzo Infante Urivazo. Frank  fue el artífice de los boletines que  – después de su muerte- cedieron su lugar a Sierra Maestra. Por eso, en merecido tributo, integra el Cuadro de Honor de los fundadores.
En Santiago de Cuba  fueron  53  los establecimientos, instituciones y casas que tuvieron relación con la confección y distribución del periódico y otros tipos de propaganda del Movimiento Revolucionario 26 de Julio. 
                                                              Los fundadores
A partir de 1982, comenzó la localización y organización de los fundadores clandestinos del periódico. Un total de 165 hombres y mujeres integran la relación de los iniciadores. Están los que pudo probarse su participación. Quienes escribían, editaban y distribuían el periódico, en la mayoría de los casos, no se conocían entre sí. Y  a ninguno identificaban   los receptores del mensaje.  El periódico circulaba bajo la consigna  Léalo y páselo. Vale afirmar, por eso, que muchos fundadores, sobre todo distribuidores,  han quedado en el anonimato. A ellos, tal vez cientos en el Oriente indómito, está dedicado también este 60 aniversario.
A  Julio Quiala Hernández y Oscar Páez Lara, le debe mucho la organización de los fundadores y su vinculación con el colectivo actual del periódico.
Muchos de los protagonistas de aquella hazaña periodística, ya no están físicamente presentes. Para ellos, no solo el recuerdo agradecido, sino, además, el compromiso de seguir construyendo y perfeccionando su obra.
En ocasiones,  los lugares de edición y distribución  estaban casi al lado de las guaridas enemigas. Hubo un caso en que, dentro de una casa en el Reparto Santa Bárbara – familia Páez - fue construido un túnel  donde la propaganda clandestina, incluido el Sierra Maestra, se realizó hasta el triunfo de la Revolución.
El periódico   se tiraba en mimeógrafos y fue en octubre de 1958 que pudo editarse en  máquinas  multilith, adquiridas por  iniciativa de Frank País.
                               Fuentes informativas de  Sierra Maestra
Cada edición tenía como fuente los partes de guerra  e  informes emitidos por  la Comandancia Central del Ejército Rebelde, los escritos de Fidel, de Raúl,  de la Coordinación del Movimiento y de  los responsables de grupos de acción en la provincia. También se nutría  de las  de las transmisiones de Radio Rebelde.
Avanzada  la guerra,  la propaganda revolucionaria clandestina se intensificó. En  Oriente, como órganos del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, llegaron a editarse de forma impresa  Sierra Maestra, con Vanguardia Obrera adjunto. El Che fundó El Cubano Libre. En el Segundo Frente se editó Surco. Y circulaba Revolución, como órgano nacional. El Cubano  Libre, daba orientaciones de la Dirección Nacional. Sierra Maestra, con orientaciones provinciales,  y Vanguardia Obrera, de carácter completamente obrero. En la prensa radial, salían al aire Radio Rebelde y Radio Segundo Frente.
                               De la clandestinidad a la victoria
El último Sierra Maestra clandestino fue repartido el mismo 1ro. de  enero de 1959, ya en medio de la alegría del triunfo. Se decidió entonces, una vez ocupada la Redacción y los Talleres del Diario de Cuba, editar el periódico con el nombre ganado en la clandestinidad. Una indicación  superior varió ese objetivo y  el  2 de enero salió el periódico provincial con el nombre de Revolución.  Hasta que el 14 de ese mismo mes, retomó el nombre que  hoy lo identifica: Sierra Maestra, ahora Organo  del Comité Provincial del  Partido Comunista de Cuba.
                                        Simiente fructificada
Esa es la historia: de Boletín Informativo, en diciembre de 1956,  a Ultimas  Noticias en febrero de  1957,  hasta Sierra Maestra, nombre que hoy sigue honrando la memoria de Frank País y de todos los hombres y mujeres que lo fundaron, lo redactaron  y  lo distribuyeron, cuando por esa  riesgosa misión, en cada minuto, se ponía en peligro la vida.
. Siempre al lado de la Revolución; siempre combatiendo en las trincheras de ideas, compartidas con las de piedras.  Revísense  sus páginas, con la seguridad de ver plasmadas  en éstas todas las epopeyas gloriosas de nuestro pueblo. Siempre presentes el afán informativo, educativo y formador de los nuevos valores de la  sociedad  socialista. Siempre internacionalista y antiimperialista.
La crónica social y la politiquería, cedieron el paso  a un periodismo militante, reflejando las grandes transformaciones en la economía, en la educación, la cultura, el deporte, en la sociedad  toda. Al  inicio, su colectivo tenía muy pocos integrantes con nivel profesional. Hoy  todos lo tienen. Y lo más importante: es un colectivo joven que a su profesionalidad, une su compromiso y su decisión de continuar  cumpliendo el legado de los fundadores.
Muchos compañeros que dedicaron decenas de años de labor a este periódico y le dieron prestigio, son ya fallecidos. Los nombres de Rolando Castillo Montoya, Mario Romaguera  Garrido, Luis Arias,  Augusto Revilla Rodríguez, Matilde Hernández Arañó, Ángel Luis Beltrán Calunga, Reynaldo Rey Dubré, Miguel  Lescay y más recientemente  Francisco Hechavarría Guzmán y José Ángel Alvarez Cruz, son parte inseparable de su historia. Ellos son parte de la historia que escribieron. Muchos no periodistas compartieron  también el engendro  y parto de cada edición.
Hasta  1991, Sierra Maestra se editó con un sistema de impresión directa y tamaño que duplicaba el de hoy. Pero el bloqueo se hizo sentir también en sus ediciones. De publicación diaria pasó a semanal.  El espacio se redujo a un 12%;  Pero ninguna dificultad menguó  la decisión de su colectivo.
El desarrollo dejó atrás la impresión directa por la de off set. Y hoy, en formato de tabloide, el periódico se imprime en el Combinado Poligráfico  de Holguín. La computación sustituyó las máquinas de escribir y las cuartillas. Se cuenta con una edición digital diaria. También puede leerse en internet la edición impresa. Hay menos espacio impreso, pero se llega más lejos.
Sierra Maestra nació como soldado en la guerra y continuó como tal en la paz, escenario en el que ha sabido conservar y desarrollar  su tradición de lucha, su ética y su respeto a los lectores.
A partir de 1959 comenzó a forjarse otro jirón en la historia de esta publicación. Una historia donde se ha mantenido y engrandecido el legado de sus fundadores: la defensa incondicional de la Revolución y la fidelidad sin límites a Fidel, a Raúl y al pueblo. Falta mucho por hacer, pero se hará.
El Sierra Maestra  suma a su expediente la Orden Juan Marinello, otorgada por el Consejo de Estado y entregada  personalmente por el Comandante en Jefe Fidel Castro en 1982, en reconocimiento a su destacada labor en la difusión de la ideología de la Revolución.
La Distinción Félix Elmuza, otorgada por la Unión de Periodistas de Cuba. Réplica del Machete Mambí del Generalísimo Máximo Gómez y otras muchas distinciones laborales y políticas  honran  al colectivo de Sierra Maestra, junto a la condición actual y en disímiles ocasiones, de Vanguardia Nacional de la CTC, lauro  alcanzado también por varios de sus trabajadores.
Esa historia, esa gloria y esa victoria, no caben en estas breves líneas. Solo restaría, en este  60 aniversario, reiterar  el compromiso de seguir cumpliendo con la confianza que un día, en carta a su colectivo, expresó el General de Ejército Raúl Castro, de que el colectivo de Sierra Maestra sabrá  siempre cumplir en los combates presentes y los que están por venir.

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