. Orlando Guevara Núñez
Con motivo de los grandes daños del huracán Irma en Cuba,
la solidaridad mundial no se hizo esperar. Viet Nam, Rusia, Venezuela, Ecuador,
Bolivia, Colombia, México, Nicaragua, China, Costa Rica, Timor-Leste, Panamá, por
citar sólo algunos ejemplos, estuvieron entre los primeros. Desde Estados Unidos, no precisamente del
gobierno, llegaron también mensajes de solidaridad.
Pero en medio de la tragedia, llegaba una noticia: el
emperador yanqui, Donald Trump, firmó el documento que legaliza por un año más
la Ley de Comercio con el Enemigo, que justifica el bloqueo económico,
comercial y financiero a Cuba.
Cada septiembre, se hace esa renovación. Y cada año crece
el intento norteamericano de doblegar a Cuba, con medidas violatorias del
derecho internacional.
Así, mientras en la mayoría de los países la solidaridad
con Cuba crece, el presidente yanqui suma otra afrenta a la política exterior
de su país, aún en contra de la opinión mayoritaria de la población, que se ha
expresado contra el bloqueo.
Otra agresión, otra incoherencia. A los cubanos, sin
embargo, nada nos extraña. ¿Qué otra
cosa puede esperarse salga de la mente de un presidente que, en tan poco tiempo
de gobierno ha demostrado su incapacidad para el ejercicio de su cargo?
Los cubanos seguimos construyendo y defendiendo la
Revolución, contra el imperio, contra los huracanes, contra el bloqueo y
cualquier otro obstáculo. Hemos vencido y seguiremos venciendo.
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