martes, 14 de febrero de 2017

16 de febrero de 1903: Una ilegalidad mantenida aún por el gobierno norteamericano




.Orlando Guevara Núñez

El 16 de febrero de 1903, mediante un “convenio”, léase una imposición del gobierno de los Estados Unidos al sumiso presidente Tomás Estrada Palma, Cuba arrendaba a ese país tierras “para estaciones carboneras y navales”. Esa fue la génesis de la Base Naval norteamericana en Guantánamo, territorio usurpado a nuestro país durante todo este tiempo, y convertido hoy en una prisión donde la tortura y la muerte han sido un método brutal contra  prisioneros de varios países, acusados de terroristas, sin ni siquiera ser juzgados.
El apetito imperial iba mucho más allá. Pretendieron propiedades de este tipo- además- en Nipe, Cienfuegos y Bahía Honda. Solo la actitud viril de cubanos dignos opuestos a ese robo, impidió un mal mayor. Al inicio, Guantánamo y Bahía Honda fueron los territorios incluidos, quedando luego excluido  el último y permaneciendo Guantánamo en calidad de arriendo, no de venta ni concesión.
El  artículo tercero de ese “convenio” estipulaba que “En tanto las dos partes contratantes no se pongan de acuerdo para la modificación o abrogación de las estipulaciones del Convenio firmado por el Presidente de la República de Cuba, el 16 de febrero de 1903, y por el Presidente de los Estados Unidos de América el 23 del mismo mes y año (…) seguirán en vigor las estipulaciones de ese Convenio en cuanto a la Estación Naval de Guantánamo”.
Han pasado 114 años desde aquella imposición. Desde el mismo triunfo de la Revolución de enero de 1959, Cuba, en ejercicio de su soberanía, ha reclamado al gobierno de los Estados Unidos la devolución de ese pedazo de territorio, ilegalmente ocupado.
Los gobiernos imperialistas, desde esa fecha, no sólo se han negado a la devolución, sino que durante muchos años convirtieron esa instalación militar en un medio para combatir a la Revolución. Sólo entre 1962 y 1994, desde esa posesión yanqui, fueron ejecutadas 13 498 provocaciones contra Cuba, entre éstas las que costaron la vida a los soldados cubanos Ramón López Peña y Luis Ramírez López.
Es conocido por el pueblo de Cuba que la cuota pagada por los Estados Unidos por ese territorio ascendió a unos 2 000 dólares al año. Y se conoce también que a partir de 1959 Cuba no ha hecho efectivo ninguno de esos cheques y los conserva para exponerlos algún día en un museo que recogerá la vergonzosa apropiación ilícita de una porción de nuestro territorio, cuando ésta regrese a su verdadero dueño: el pueblo cubano.
Los cubanos continuamos enarbolando la demanda sobre la devolución de la Base Naval de Guantánamo. Su mantenimiento por la fuerza, es una prueba más de la falta de seriedad del gobierno de los Estados Unidos, de su prepotencia, su naturaleza agresiva y su desprecio hacia las normas internacionales relacionadas con la soberanía de las naciones.

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