.Orlando Guevara Núñez
Luego de terminado el proceso de constitución de los Núcleos, tuvimos también una tarea ardua: preparar las condiciones para la creación de los Comités Municipales. La cantidad de datos necesarios era abrumadora, pues en los informes de esas asambleas se cuantificaba desde las cabezas de ganado hasta los arados y tractores, con sus marcas, que tenía cada Granja del Pueblo, así como las metas de producción, los efectivos revolucionarios y otra gran suma de cifras.
Había también que hacer los Informes Políticos y los Planes de Trabajo que serían sometidos a la consideración de las asambleas. Se incluía un análisis de la situación internacional, con énfasis en los principios internacionalistas de nuestro pueblo. En lo individual no discutíamos la disposición que tenían los procesados para cumplir misiones fuera del país. Aún no había llegado el momento. “Fuera de plan” a veces conversábamos sobre el tema y muchos compañeros lo apoyaban.
Con la constitución de los Comités Municipales comenzaba una nueva etapa, llena de dificultades y problemas que requerían, como es lógico, una mayor preparación personal. Las comisiones habían desempeñado un papel forjador de un grupo de compañeros que, si bien permeados todavía por muchas deficiencias, poco a poco habíamos ido adquiriendo experiencias y nos asistía un espíritu insuperable de trabajo. Todos aprendíamos sobre la marcha.
El 2 de junio de 1963 fue constituido el Comité Municipal del PURSC en Santa Rita. A los comunistas de este municipio correspondió el honor de elegir al primer organismo dirigente del Partido en la Región Cauto-Bayamo-Jiguaní. Fue un gran acontecimiento que en este territorio marcó un hito en la historia de nuestra máxima organización política.
Ya en la provincia de Oriente habían sido constituidos otros comités municipales, siendo el primero el de Puerto Padre, el 14 de abril de ese propio año. El segundo fue el de Palma Soriano, el 28 de abril; el 5 de mayo fueron las asambleas de Las Tunas, en la Región Tunas-Puerto Padre, y Gibara, en la Región Holguín-Gibara. Después les siguieron Dos Ríos, en la Región Palma-San Luís-Contramaestre, el 12 de mayo; Santa Lucía, en Holguín-Gibara, el 19 de mayo y Chaparra, en Tunas-Puerto Padre, el 26 de igual mes.
Así, Santa Rita fue el octavo municipio donde se constituyó el PURSC en la provincia de Oriente. Ese lugar fue compartido con San Luís, de Palma-San Luís-Contramaestre y Niquero, del territorio Manzanillo-Campechuela-Niquero.
En esa época, se acostumbraba a ponerles nombre a los Comités Municipales que se constituían, generalmente el de un mártir, hecho o lugar históricos.
El organismo constituido en Santa Rita llevó el nombre de Juan Pérez Olivera, un joven de 14 años de edad, residente en las minas de Charco Redondo, quien, incorporado a las filas del Ejército Rebelde, cayó heroicamente el 19 de diciembre de 1958 en el combate de San José del Retiro, en Jiguaní, junto al Comandante muerto en Campaña, Ignacio Pérez Zamora y un grupo de valiosos combatientes. Este municipio surgió a la vida con nueve Núcleos del Partido, 41 militantes y siete aspirantes.
Tenía centros muy importantes como la mina de manganeso Harlem, de Charco Redondo, así como Granjas del Pueblo, unidades avícolas, una planta de asfalto, una calera, la marmolera y una extensa zona campesina.
El compañero Ángel Manuel Valdés, obrero minero e integrante de las comisiones de construcción del Partido, fue electo como Secretario General; para Secretario de Organización los militantes eligieron a Luis Pons; Jesús Argote fue el Educador y miembros del Comité Municipal los compañeros Gilfredo Carrazana, y Misael Camejo.
Santa Rita fue también, un año más tarde –agosto de 1964- iniciadora del proceso de las Segundas Asambleas del Partido en la Región Cauto-Bayamo-Jiguaní.
Una semana después de Santa Rita, el 9 de junio de 1963, fue constituido el Comité Municipal del PURSC en Cauto Cristo. En esta ocasión con el inconveniente de una gran inundación provocada por intensas lluvias que hizo necesario, en tractores y caballos, buscar a muchos militantes, quienes por sus medios no podían salir del lugar donde vivían.
Ese día, en Oriente quedaron integrados otros organismos partidistas, entre ellos Caimanera, Pilón, Media Luna, Báguanos, Bartle, y el seccional Salvador Pascual, este último en Santiago de Cuba.
El PURSC en Cauto Cristo fue nombrado Ángel Fernández Parra, joven revolucionario que en los albores de su vida pagó con su sangre el precio de nuestra definitiva independencia.
Cauto Cristo era un territorio fundamentalmente agrícola, con extensas zonas dedicadas a la ganadería y al cultivo del arroz, además de algunas áreas cañeras. Al constituirse el Comité Municipal, éste contó con nueve Núcleos, 52 militantes y 11 aspirantes.
El Secretario General electo fue el compañero Rafael Díaz Arias (Lito), quedando como Organizador el obrero minero César Domínguez Figueredo y Educador Víctor Israel González. (56) El Comité lo integraron como miembros Israel Rondón, Víctor Jústiz, Luis Solano y Carlos Manuel Herrero Mastrapa.
El tercer Comité Municipal constituido fue Río Cauto, el 16 de junio de 1963. Por contar con un central azucarero, un gran macizo cañero, arroz, ganadería, frutos menores, una amplia zona campesina y ser, a la vez, un territorio de marcado atraso social, este municipio podía contarse entre los de mayor complejidad en la Región. El Comité Municipal del PURSC en esta zona fue constituido con 13 Núcleos que agrupaban a 72 militantes y seis aspirantes, para un total de 78.
Este organismo llevó el nombre de José Nemesio Figueredo, un abnegado comunista de esa
propia zona, fallecido en febrero de 1958. Desde hacía ocho años, tenía muy quebrantada su salud, como consecuencia de una feroz golpiza propinada por la Guardia Rural al servicio de latifundistas y explotadores.
Como Secretario General en Río Cauto fue electo el compañero Amaury Millán Morales, quien había sido obrero de la fábrica de productos dietéticos de Bayamo (Nestlé), fue dirigente de las ORI y uno de los primeros integrantes de las comisiones del Partido en la Región.
Además de Amaury, fueron seleccionados los compañeros Félix Ramírez (El Flaco) como Secretario de Organización; Fermín Díaz Urquiza (Pucho), como Secretario de Educación y miembros del Comité quedaron Blas Blanco, Manuel Vázquez, Pedro Amaya, Manuel López, José Alcolea y Carlos Vallejo.
Una semana después de Río Cauto, exactamente el 22 de junio, fue constituido el Comité Seccional del PURSC en Cauto Embarcadero. El nombre escogido para ese organismo fue el de Mártires del Cauto, en homenaje a once víctimas asesinadas por la tiranía en ese lugar.
De todos los Comités constituidos en la Región Cauto-Bayamo-Jiguaní al finalizar el primer proceso de construcción del PURSC, sólo Cauto Embarcadero quedó con la categoría de Seccional, contando con tres Núcleos, 19 militantes y tres aspirantes.
En Cauto Embarcadero, me correspondió ese día ser electo como Secretario General del Partido y la dirección la integraron, además, los compañeros Edilberto León Verdecia, y Miguel Cervantes, Secretarios de Organización y Educación, respectivamente, así como también los miembros Gerardo Hernández Silva (Capitán Machado), que era administrador de una Granja del Pueblo y Luis San Román, campesino de la zona de Cauto del Paso.
El quinto Comité elegido en la Región del Cauto fue el Arquímedes Colina, de Mabay, el 30 de junio de 1963. El nombre corresponde al de un combatiente del Ejército Rebelde, caído durante la guerra de liberación.
Entre los centros fundamentales de trabajo, ese municipio contaba con el central azucarero que tenía, además, refinería y destilería; seis Granjas del Pueblo y Cañeras, una importante unidad avícola dedicada a la ceba y una amplia presencia campesina.
El Comité fue constituido con 13 Núcleos, 82 militantes y 12 aspirantes, lo que hacía un total de 94, situándose en segundo lugar entre los municipios de la Región, superado sólo por el Comité Municipal de Bayamo, en lo que a número de efectivos se refiere.
Para este organismo de dirección fueron electos los compañeros Aníbal Castillo Urquiza, Secretario General; Aleido Cumbrera como Organizador y René Martínez Educador. Integraron la dirección también Luis Jacinto Aldana, Celso Salgado, Bildo Milán y Celio González, y como suplentes Luis Blanco y Antonio Ramírez.
El 7 de julio de 1963 correspondió a Jiguaní la constitución del penúltimo Comité Municipal y sexto en la Región. Este organismo llevó el nombre del Comandante muerto en campaña Ignacio Pérez Zamora, hijo del también Comandante Crecencio Pérez Montano.
Un obrero minero de Charco Redondo, el compañero Higinio Macías, resultó electo como Secretario General, ocupando el cargo de Organizador Julio César Ramírez Oliva, un muchacho de sólo diecinueve años de edad que hacía algunos meses estaba integrado a la tarea de construcción del PURSC. Como Secretario de Educación fue electo el compañero Henry Sarmiento Ginarte, obrero farmacéutico, mientras que para integrar el Comité fueron elegidos los comunistas Emilio Trinchet Enamorado, Arturo Acosta, Darvis Vega y Gaspar Rosales, quedando con la categoría de suplentes Félix Wert y Roberto Méndez Hernández.
En el área de este Municipio no existían instalaciones industriales de importancia y su producción fundamental era agrícola, predominando la ganadería, viandas y otros frutos menores.
Jiguaní, al constituirse su primer organismo dirigente del PURSC, contó con seis Núcleos, 32 militantes y seis aspirantes, aunque quedaron ocho obreros ejemplares y seis miembros de las ORI por procesar, algunos de los cuales obtuvieron luego la militancia.
Al concluir la asamblea de Jiguaní, todo quedaba listo para la próxima y última constitución: el Comité Municipal de Bayamo. Este era, por lógica, el de mayor número de militantes y organizaciones de base, además de tener superioridad económica en relación con los demás territorios de la Región.
Sus efectivos partidistas ascendían a 85 militantes y 22 aspirantes, agrupados en 19 Núcleos del PURSC.
El compañero Juan Carlos Gómez González, integrante de la Comisión que el 30 de octubre de 1962 había llegado a la Región para trabajar en la reestructuración de las ORI y construcción del PURSC, fue electo como Secretario General de este Comité Municipal, el cual integraron también Narcés López Vázquez como Secretario de Organización y Elvis Barbán, Secretario de Educación. Resultaron miembros del Comité los compañeros Juan Francisco Tornés, Luis Palencia, Cristina González -única mujer miembro de un Comité Municipal en la Región durante ese primer proceso- y Ramón Crewet. Suplentes fueron Alberto Chang Véliz y Rogelio Andino.
Con la constitución del Comité Municipal Álvaro Morales Hernández, combatiente de la Policía Nacional Revolucionaria caído en el combate de Playa Girón, concluyó en la Región Cauto-Bayamo-Jiguaní el primer proceso de construcción del Partido. Ese día, 14 de julio de 1963, terminó una etapa de mucha importancia.
Atrás quedaba una rica historia de trabajo, de experiencias valiosas, de forja de militantes y cuadros, de lucha contra el sectarismo.
Ahora sí se podía hablar con propiedad sobre el Partido, porque ya él no estaba representado por comisiones, sino por sus organismos dirigentes, elegidos por la militancia siguiendo las normas leninistas del centralismo democrático.
Los integrantes de las comisiones nos sentíamos orgullosos de haber cumplido la misión encomendada. Y satisfechos estaban también los compañeros encargados de dirigir nuestro trabajo.
Ahí estaba nuestro Partido, el Partido de la clase obrera, el único que necesitábamos para construir el socialismo. El Partido sin vicios, sin politiqueros, sin aspiracionistas ni oportunistas, sin prebendas, como la más viva antítesis de los partidos burgueses que en cada proceso eleccionario hacían renacer las esperanzas efímeras para el pueblo, cuya situación era siempre peor.
La primera parte de la tarea histórica había concluido, pero comenzaba entonces una etapa más intensa, de mucha más magnitud: el trabajo de los Comités Municipales en la dirección política, económica y social de los territorios bajo su jurisdicción.
El Partido comenzaba así a profundizar sus raíces en la conciencia de las masas. Nacía rodeado de prestigio, pero tenía que ratificarlo ahora con su trabajo, porque como señalara el compañero Fidel en sus históricas palabras que presiden el carné de los comunistas cubanos:
“De la unión y de la idea, de la unidad y de la doctrina, en el crisol de un proceso revolucionario se ha formado este Partido. Y por esas dos cosas tenemos que velar siempre: por la unidad y por la doctrina, porque son nuestros pilares fundamentales. Por el imperio del mérito en el seno del Partido, de las virtudes revolucionarias, de la sencillez y de la modestia; por la vinculación con las masas, de la cual jamás podrá separarse nuestro Partido, porque eso es lo que le da su prestigio, su autoridad y su fuerza. ¡Nunca por encima de las masas; siempre con las masas y siempre en el corazón del pueblo! ¡Qué nuestra autoridad no emane de ser el Partido de la Revolución o de la autoridad que nos da el Partido por sí mismo, sino que nuestra autoridad emane siempre de la idea, del concepto que el pueblo tenga de los militantes y de los cuadros del Partido!”
Así surgió el PURSC en esta bella e histórica Región. A sólo un año de haberse comenzado a construir, era ya un organismo en condiciones de dirigir, de trabajar, de marchar a la vanguardia de la clase obrera y de todo el pueblo, conduciéndolos hacia la victoria en la edificación y defensa de la Patria socialista. ¡Un Partido fuerte y grande! Inmenso no por su número de militantes y organizaciones de base, sino por su ideología y por su ejemplo.
Ese Partido surgió de lo más honesto, de lo más puro, más firme y más revolucionario de los trabajadores y de ellos se seguiría nutriendo. Se había superado la etapa difícil del sectarismo y de los métodos que conducían al divorcio con las masas; y se habían sentado las bases sólidas para que en lo adelante el ascenso pudiera estar avalado sólo por el prestigio y la autoridad que emanaran del sacrificio y la actitud de cada cual.
Por eso, al concluir aquella etapa, todos podíamos recordar con satisfacción las palabras pronunciadas por el compañero Fidel el 22 de febrero de 1963, en el Teatro Chaplin, ante los militantes del PURSC de las provincias de Pinar del Río, La Habana y Matanzas:
“Muchos de nosotros, años atrás, marchábamos en distintas organizaciones; hoy marchamos en una sola organización. Tuvimos nuestra historia individual, nuestras participaciones pasadas, hasta un día en que empezamos todos juntos a hacer la gran historia de la Patria. El tiempo nos unirá cada vez más y más. ¿Por qué?
Porque los años que tenemos por delante son muchos más que los años de
Revolución que hemos dejado atrás. A veces nos
separaba: “Yo estuve en tal punto…”, yo estuve en el llano…”, refiriéndonos a nuestras historias pasadas. Lo que hay que ver es la gran historia que tenemos por delante. Su magnitud, su importancia, supera todo lo anterior. Y dentro de 10, de 20, de 30 años, no se hablará de los que estuvimos en tal o cual organización, sino se hablará de los que se unieron, y se hablará de la grande, la formidable organización que une a todos, que agrupa a todos y que marcha al frente de la columna. Se hablará de los hombres y mujeres que organizaron el Partido Unido de la Revolución
Socialista de Cuba.”
En esa misma comparecencia, Fidel les planteó a los cuadros y militantes del PURSC allí reunidos, que la Revolución les ofrecía sacrificio, trabajo y lucha, que no les ofrecía privilegios, que los privilegios eran para los blandos, pero que para los revolucionarios, la historia y la Patria sólo tenían una cosa que ofrecer: sacrificio y lucha.
Quedaba así bien sentado cuál era el papel y la actitud que correspondía a quienes aspiraran a figurar entre las filas del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba. Fueron palabras con fuerza de Estatutos.
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