.Orlando Guevara Núñez
Hace más de una década, en una de sus reflexiones
publicadas en el periódico Granma, y dirigiéndose al entonces presidente de los
Estados Unidos, expresó nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro:
“La libertad cuesta muy cara, y es necesario, o
resignarse a vivir sin ella, o decidirse a comprarla por su precio”, dijo
Martí.
“Quien intente apropiarse de Cuba recogerá el polvo de
su suelo anegado en sangre, si no perece en la lucha” proclamó Maceo.
¡No somos los primeros revolucionarios en pensar así!
¡Y no seremos los últimos!
Un hombre puede ser comprado, nunca un pueblo.
Durante muchos
años pude sobrevivir, por azar, a la máquina de matar del imperio. Pronto se cumplirá un año desde que me
enfermé y, cuando estaba entre la vida y la muerte, expresé en la Proclama del
31 de julio del 2006: “No albergo la menor duda de que nuestro pueblo y nuestra
Revolución lucharán hasta la última gota de sangre.”
¡No lo dude usted tampoco, señor Bush!
¡Le aseguro que no tendrán jamás a Cuba!
Fidel Castro Ruz
17 de junio del 2007
2:03 p.m.
La actual presidencia yanqui, que habla de exterminar
la Revolución cubana, y adopta las más criminales e ilegales acciones para
lograrlo, debiera tener en cuenta estos principios que hoy tienen dimensión de
pueblo.
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