.Orlando
Guevara Núñez
El
16 de abril de 1961, resume tres efemérides
gloriosas para el pueblo cubano. Una, la declaración del carácter
socialista de la Revolución cubana. Otra, el Día del Miliciano. Y la tercera,
la fundación del Partido Comunista de Cuba.
Los
tres acontecimientos, alimentados de una sola raíz: el patriotismo, la unidad y
la disposición del pueblo de defender Revolución al precio que fuera necesario.
Ese
histórico 16 de abril, al despedir el duelo de los siete cubanos que habían
perdido la vida el día anterior, víctimas de los bombardeos yanquis a los
aeropuertos de Santiago de Cuba, Ciudad Libertad y San Antonio de los Baños, el
Comandante en Jefe Fidel Castro proclamó que esta era la Revolución patriótica,
democrática y socialista, de los
humildes, por los humildes y para los humildes.
El
pueblo miliciano allí presente, con sus puños y sus fusiles en alto, juró
defender esa Revolución al precio que fuera necesario. En todos los rincones
del país, el pueblo armado, ante la inminente agresión mercenaria que comenzó
al día siguiente por Playa Girón, se dispuso a defender desde ese momento no
solo la obra revolucionaria, sino también, la ideología socialista.
Esa
disposición se materializó en el combate, cuando los milicianos, junto al
Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria, combatieron con heroísmo
a los invasores, aniquilándolos en menos de 72 horas. Cada pulgada de tierra
del país se convirtió en una trinchera.
En
honor a esa gloria y a esa victoria, fue escogido el 16 de abril como Día del
Miliciano, celebrado cada año, como homenaje a los hombres y mujeres que
combatieron directamente a los mercenarios o estuvieron dispuestos a hacerlo a
todo lo largo del país.
El
tercer acontecimiento, la fundación del Partido Comunista de Cuba, fue uno de
los más genuinos frutos de la unidad revolucionaria. No fue que ese día hubiese
un acto de constitución del Partido. Hubo un acontecimiento de pueblo.
Hasta
ese momento existían, por separado, las tres principales organizaciones
revolucionarias que habían luchado contra la tiranía batistiana: el Movimiento
Revolucionario 26 de Julio, con su Ejército Rebelde; el Directorio
Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular. Todas marchaban
hacia un mismo fin, pero aún no se habían unido en una sola organización.
Fue
a partir de Playa Girón que se unieron en las Organizaciones Revolucionarias
Integradas (ORI), con el Comandante en Jefe Fidel Castro como Secretario
General y el Comandante Raúl Castro como Segundo Secretario. El proceso
unitario fue ejemplo de lealtad al pueblo. En junio de 1961, las tres
organizaciones habían acordado disolverse para dar paso a una sola, con la
integración de todas. El 8 de marzo de
1962 quedó integrada la Dirección Nacional de las ORI, dada a conocer el 22 de
ese mismo mes.
A
partir de entonces se comenzó a perfeccionar el máximo organismo de dirección
política de la Revolución cubana, comenzando, en el mismo 1962, la construcción
del Partido Unido de la Revolución Socialista de Cuba (PURSC), cuyos
militantes, como sigue siendo hoy, para ingresar a sus filas, tienen que contar
con la opinión favorable de las masas en los lugares donde laboran.
Ese
proceso unitario tuvo un punto importante el día 3 de octubre de 1965, cuando
el PURSC adoptó el nombre de Partido Comunista de Cuba y eligió a su primer Comité Central, encabezado también por
Fidel Castro y Raúl Castro como Primer y Segundo Secretarios, respectivamente.
Teniendo
en cuenta, sin embargo, el simbolismo del 16 de abril, máxima expresión de
unidad inquebrantable del pueblo cubano, día en que todo el pueblo juró
defender la ideología socialista y su Revolución, se decidió que esa fecha
fuera designada también como fundación del Partido Comunista de Cuba.
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