.Orlando Guevara Núñez
Baire,
localidad oriental ubicada entre los poblados de Jiguaní y Contramaestre,
atravesada por la Carretera Central, pasó a ser territorio libre de Cuba el 9
de diciembre de 1958.
Para
esa fecha, cada día crecía el número de cuarteles de la dictadura batistiana
que eran sitiados, atacados y tomados por el Ejército Rebelde.
Este
poblado ganó un lugar en la historia cuando el 24 de febrero de 1895 fue
escenario del alzamiento independentista conocido como El Grito de Baire, con
el cual, junto a otros importantes hechos insurreccionales, principalmente en
la zona oriental, comenzó la guerra organizada y dirigida por José Martí contra
el poder colonial español, gesta que no llegó a coronar sus aspiraciones al
producirse la intervención norteamericana en 1898, cuando ya España no estaba
en condiciones de mantenerse en pie ante la ofensiva del Ejército Libertador
Cubano.
El
ejército batistiano en Baire, temiendo al ataque de las fuerzas rebeldes, y de
forma criminal, cobarde e irresponsable, se había refugiado en las casas
de los pobladores. Estaban atemorizadas, sobre todo al conocer que el día antes
la importante plaza de San Luis había pasado a ser también territorio libre de
Cuba.
Ante esa situación, el Comandante en Jefe Fidel Castro dirigió una carta al jefe militar de Baire, capitán José Sánchez, explicándole la situación sin salida que tenía, su responsabilidad ante lo que pudiera ocurrir y su convite a la rendición, evitando de esa forma un inútil derramamiento de sangre.
Ante esa situación, el Comandante en Jefe Fidel Castro dirigió una carta al jefe militar de Baire, capitán José Sánchez, explicándole la situación sin salida que tenía, su responsabilidad ante lo que pudiera ocurrir y su convite a la rendición, evitando de esa forma un inútil derramamiento de sangre.
Le
planteaba Fidel en su misiva al jefe de la guarnición bairense
(…)
Comprenderá usted el riesgo que están corriendo esos vecinos infelices que no
tienen la culpa de la tragedia que la ambición y la maldad de un grupo de
asesinos y ladrones sin escrúpulos ha hecho recaer sobre la patria (…)
(…)
Yo lo quiero conocer a usted no como prisionero o vencido, que lo será ahora o
en otra ocasión, en Baire o en otro pueblo, porque el destino de la tiranía es
la derrota, en cuyo caso no será usted para nosotros tan digno de aprecio,
porque a estas horas ningún militar cubano tiene excusa para desconocer la
verdad que ven incluso claramente los niños de cuatro y cinco años”(…)
“Yo
como me preocupo hondamente por estos hombres que están sacrificándose a
mi lado por un ideal y sé lo que valen las vidas de cada uno de ellos, le
agradeceré también cada gota de sangre que me ahorre, de un combate que si se
libra va a ser sangriento (…)
De
igual forma, Fidel envió un mensaje a los pobladores de Baire, explicándoles la
necesidad de que abandonaran el poblado, pues el ataque rebelde era necesario,
como parte de la estrategia para la derrota final de la tiranía.
El
oficial batistiano no se rindió, pero el día 9 abandonó con su tropa el poblado
y se dirigió hacia Jiguaní, lugar que consideró más seguro, aunque
durante su marcha hacia ese poblado, distante unos diez kilómetros, fue
interceptado por los rebeldes, logrando la mayoría escapar amparados por
la oscuridad de la noche. Jiguaní sería atacado y liberado por el
Ejército Rebelde diez días después, el 19 de diciembre.
El
día 10 de diciembre, la emisora Radio Rebelde daría la noticia: Baire se
convertía en Territorio Libre de Cuba. Los rebeldes, habían entrado victoriosos
al histórico poblado.
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