lunes, 22 de agosto de 2016

Un 23 de agosto que echó raíces en la historia cubana





Orlando Guevara Núñez
El 23 de agosto de 1960 marcó un hito en la larga historia de luchas de la mujer cubana por su emancipación. Ese día, con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro, las diversas organizaciones femeninas que funcionaban en el país, se unieron en una sola que las representaba a todas: la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).
Fue un día de recuento. Ante ese patriótico grupo, Fidel evocó a mujeres gloriosas, como Mariana Grajales, la madre de Los Maceo; a Doña Rosario García, madre de los hermanos Frak y Josué país, caídos en Santiago de Cuba luchando contra la tiranía; a la madre de los tres hermanos Ameijeiras, también caídos por la libertad cubana; y a una campesina del Oro de Guisa, comunidad serrana, a quien el ejército batistiano le asesinó a siete hijos y al esposo. Expresó Fidel el respeto por todas las madres cuyos hijos fueron asesinados por los esbirros de la dictadura.
Recordó a otras mujeres, como Lidia Doce y Clodomira Ferral, ambas combatientes, apresadas, torturadas y asesinadas, por orden del criminal Esteban Ventura. Se refirió el máximo jefe de la Revolución a la capacidad de la mujer para combatir junto a los hombres durante la guerra y la necesidad de prepararlas en todos los órdenes para defender las conquistas ganadas con el triunfo revolucionario.
En esa ocasión, expresaría Fidel:
“Por eso es bueno recordar; por eso es bueno organizar; por eso es bueno unir; por eso es bueno prepararse a luchar; por eso este paso que han dado las mujeres cubanas es una victoria más de nuestro pueblo, una fuerza más de nuestro pueblo.  Esta unificación de todos los sectores femeninos de la Revolución, es constituir una fuerza, una fuerza entusiasta, una fuerza numerosa, una fuerza grande y una fuerza decisiva para nuestra Revolución”.
“Por eso ha sido una feliz casualidad; por eso ha sido hoy una feliz y significativa coincidencia, que en los precisos momentos en que se intriga contra nuestro país, en que el imperio poderoso moviliza todos sus millones y todas sus influencias para maniobrar contra nuestra patria, cuando se trata de cercar a nuestro país y de justificar agresiones contra nuestro país allá, en el seno de la OEA (EXCLAMACIONES y ABUCHEOS), hoy precisamente, ¡hoy precisamente!, se haya constituido esta Federación de Mujeres Cubanas, como respuesta digna, como respuesta elocuente de que nosotros por nuestra parte aquí, estamos, en primer lugar, muy tranquilos; en segundo lugar, muy seguros (APLAUSOS); en tercer lugar, muy claros (APLAUSOS); en cuarto lugar, muy unidos”.
“Es fuerte la Revolución, porque les quitó las tierras a los latifundistas y a las compañías americanas (APLAUSOS), y se las entregó a los que trabajaban esas tierras, y además de tractores y de recursos, les entregó un fusil (APLAUSOS).  Es fuerte la Revolución porque sus leyes, sus instituciones revolucionarias, su justicia, la defienden los beneficiados por esa justicia (APLAUSOS), los redimidos por esa justicia; y que, por tanto, para arrebatarles las conquistas de la patria hay que arrebatar les el fusil primero de las manos de cada uno de ellos (APLAUSOS); y para arrebatarles el fusil, ¡hay que arrebatarles primero la vida! “
“Y hoy se reúnen las mujeres y constituyen esta Federación de Mujeres Cubanas, unidas en esa palabra:  cubanas, y unidas en esa bandera que llevan en sus manos (APLAUSOS).  Y se han unido para trabajar, para trabajar y para luchar; se han unido para todas las tareas que la Revolución nos trae; se han unido para la lucha y se han unido para el trabajo; se han unido para ayudar a la patria en cualquier circunstancia.  Si mañana en el combate, mañana prestarán su esfuerzo (APLAUSOS); si hoy en el trabajo, hoy prestarán su esfuerzo”. 
En  aquella histórica reunión, quedaron trazadas tareas inmediatas, como las de organizar a todas las mujeres cubanas que estuviesen en disposición de defender su patria; organizar las instituciones para ayudar a todas las jóvenes que no estaban en escuelas ni tenían trabajo, para ayudarlas y prepararlas; estudiar el problema de las mujeres que podían trabajar y no tenían dónde dejar sus hijos;
“Y hay otra gran tarea, una tarea que está a la orden del día: ayudar a las familias campesinas, ayudar a las mujeres campesinas de las cooperativas.  Hay que enseñarlas, hay que prepararlas, y se pueden establecer instituciones para educar a esas familias, para enseñarlas a realizar numerosos trabajos.  Ahí están las cooperativas, que constituyen un núcleo donde se puede desarrollar un trabajo importante”. Así lo precisó Fidel. Y  una tarea de mayor alcance fue planteada por el Comandante en Jefe:
“y es tarea de la Federación organizar a la mujer cubana, preparar a la mujer cubana, ayudar a la mujer cubana en todos los órdenes:  en el orden social, en el orden cultural; elevando su preparación a través de cursos, a través de publicaciones; poniéndola al tanto de todas las cuestiones que son de interés para la mujer; poniéndola al tanto de las cuestiones de las mujeres en todo el mundo, relacionándola con las actividades culturales y sociales de las mujeres de todo el mundo, haciendo llegar a ella publicaciones femeninas de todo el mundo, noticias de todo el mundo; y llevando a todo el mundo noticias y publicaciones de la mujer cubana.
“Actividades culturales, actividades sociales, actividades creadoras, actividades revolucionarias, actividades patrióticas: he ahí las actividades a las que tienen que dedicar su esfuerzo las mujeres cubanas, ¡organizadas!, perteneciendo a las distintas secciones de la Federación en todos los lugares de Cuba”. 
“y que no quede un solo lugar de Cuba donde no esté constituida la Federación de Mujeres Cubanas , que no exista una sola mujer revolucionaria que no esté agrupada en la Federación de Mujeres Cubanas, y verán cómo la Revolución podrá contar con una fuerza más, con una nueva fuerza organizada, con una tremenda fuerza social y revolucionaria”. 
Hoy, a 56 años de la constitución de la Federación de Mujeres Cubana, bajo el liderazgo de la heroína del Llano y de las Montañas, Vilma Espín Guillois, esta organización sigue en la vanguardia de las mujeres cubanas y continúa siendo un puntal en el desarrollo y defensa de la Revolución. Este 23 de agosto, de uno a otro extremo de Cuba, las mujeres estarán de fiesta, junto a su familia, listas para un recuento sobre el largo camino recorrido y, sobre todo, para alistarse en pos de los nuevos tramos por recorrer, con el mismo objetivo de sus días primeros: defender la Patria y la Revolución. Porque aquel 23 de agosto, echó raíces en la historia cubana.

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