martes, 11 de marzo de 2014

Segundo Frente Oriental Frank País Bastión de la victoria





.Orlando Guevara Núñez

                               


“Se comunica por este medio que ha sido ascendido al grado de Comandante el capitán Raúl Castro Ruz y se le nombra jefe de la Columna 6 que operará en el territorio montañoso situado al norte de la provincia de Oriente, desde el término municipal de Mayarí al de Baracoa, quedando bajo su mando las patrullas rebeldes que operan en dicha zona”.  La orden, firmada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, materializaba su idea de crear un nuevo frente guerrillero en esa  extensa región oriental.
Para cumplir esta misión, el 1ro. de marzo de 1958, parten desde Pata de la Mesa, en la Sierra Maestra, 67 hombres encabezados por Raúl, quienes vencerían tres largas y riesgosas marchas para llegar a su nueva zona de operaciones. Diez días después -11 de marzo-  la pequeña tropa rebelde llegaba a Piloto del Medio, donde quedaba cumplido su primer objetivo: la apertura del Segundo  Frente Oriental Frank País.
                                                 La zona de operaciones

En la región montañosa escogida para las operaciones de esta fuerza rebelde, están asentadas la Sierra Cristal, la Sierra de Nipe y las Cuchillas del Toa, mientras que en sus 12 000 kilómetros cuadrados de extensión quedaban los entonces municipios orientales de Mayarí, Sagua de Tánamo,  Baracoa, Guantánamo, Yateras, Alto Songo y San Luis, con una población de medio millón de habitantes.
Al igual que la Sierra Maestra, el territorio asignado al Segundo  Frente Oriental Frank País  tenía una gloriosa tradición de lucha, forjada por el cimarronaje, los palenques, las luchas mambisas y la pelea de los campesinos por la tierra frente a los geófagos y latifundistas. A los nombres de los caciques Hatuey y Guamá, se unirían luego los de José Martí, Máximo Gómez, Antonio Maceo, José Maceo, Flor Crombet, Donato Mármol, Guillermón Moncada, Periquito Pérez y otros grandes patriotas que lucharon en esta zona.                                          
El Segundo  Frente, apenas nacido, comenzó a tejer su brillante historia de combates y victorias. A la toma del aeropuerto de Moa, el 31 de marzo de 1958, siguieron acciones como el ataque a los cuarteles de Imías y de Jamaica, la toma del puesto naval y el cuartel de Caimanera y el ataque al cuartel del central  Soledad, acciones todas en el mes de abril.
Para esa fecha, ya el Comandante Raúl Castro había depurado y sumado a las tropas del Segundo  Frente, los grupos de alzados que operaban en la zona y se habían constituido los comités de campesinos para el apoyo al Ejército Rebelde. Otro acontecimiento importante se producía  en esos días, la incorporación  al mando de Raúl, de la Columna 9 José Tey, dirigida por el Comandante Belarmino Castilla Mas, lo que constituiría un valioso aporte en hombres y en armas al joven frente guerrillero.
                                                          ¡No pasarán!

En mayo de 1958, la tiranía  se lanzó a una ofensiva con la cual creyó destruir al Ejército Rebelde. En la Sierra Maestra, se pretendía cercar y eliminar al  Primer  Frente Oriental cuya Comandancia, con Fidel al frente, radicaba en La Plata. Esa operación - terminada con el más rotundo fracaso - tuvo también como objetivo el territorio del Segundo  Frente.
Por los cuatro puntos cardinales, tropas batistianas bien armadas, procedentes de Santiago de Cuba y de Holguín, intentaron penetrar en el territorio rebelde. Pero la resistencia de los combatientes del Segundo  Frente, quienes enarbolaron  la consigna de ¡No pasarán! , fue un valladar infranqueable contra el cual se estrellaron las fuerzas de la tiranía.
En los combates de Bayate, La Lima, Limonar, Ocujal, Cupeyal y Marcos Sánchez, entre otros, el ejército enemigo tuvo más de un centenar de muertos y una alta cifra de heridos. La barbarie batistiana desató entonces criminales bombardeos y ametrallamientos, principalmente sobre caseríos y poblados, de los cuales fueron víctimas principales las mujeres y niños indefensos.
La Operación Antiaérea, fue una respuesta a esa acción vandálica respaldada y abastecida desde la Base Naval de Guantánamo.   Cuarenta y nueve norteamericanos,  incluyendo 29  “marines”  fueron apresados por los rebeldes y conducidos a las zonas liberadas para que fueran testigos de la barbarie e impedir con su presencia la prolongación de los ataques.
Un llamamiento del Comandante Raúl Castro a la  Juventud Mundial, denunciaba los crímenes de la tiranía y la firme posición de los jóvenes cubanos de alcanzar la libertad de la Patria.
Las acciones militares rebeldes se incrementaron hasta que la ofensiva de la tiranía ocupó su lugar en la historia como una bochornosa derrota, de la cual no podrían recuperarse en todo el transcurso de la guerra revolucionaria. La  promesa de que el enemigo no pasaría, fue cumplida con ejemplar heroísmo.
                                          
                                            Más allá de lo militar

El Segundo Frente Frank País García fue un ejemplo de las proyecciones existentes desde entonces en la jefatura revolucionaria sobre las medidas que debían ponerse en práctica una vez logrado el triunfo.
Desde el punto de vista militar, el Frente  quedó oficialmente estructurado, desde agosto de 1958, en cinco columnas guerrilleras: La número 6  Juan Manuel Ameijeiras”, la 19  José Tey, la 17 Abel Santamaría, la 18  Antonio López Fernández y la 20 Gustavo Fraga. La sexta, creada en octubre de ese año, fue la número 16  Enrique Hart. También fueron creadas Unidades Móviles de Choque.
Mediante una orden del jefe del Segundo  Frente, el Comandante Raúl Castro, fechada el 28 de octubre de 1958, quedó establecida una Comandancia Central, con sus Departamentos de Guerra (  Fuerzas Terrestres y Fuerza Aérea Rebelde), Justicia, Sanidad, Propaganda, Educación, Construcción y Comunicaciones y de Finanzas.  La Escuela Política José Martí, el Buró Agrario y el Buró Obrero, quedaban adscriptos a la Comandancia Central.
En todos esos aspectos, la jefatura  rebelde comenzó a aplicar las transformaciones que continuarían luego, con mayor profundidad, al ser derrotada la tiranía batistiana y producirse el triunfo definitivo de la Revolución. En ese territorio, durante la guerra, fueron construidas y funcionaron más de 400 escuelas y unos 20 hospitales que prestaban atención a la población.
Una muestra de la fuerza política y organizativa, fueron el Congreso Campesino en Armas, celebrado el 21 de septiembre de 1958 y el Congreso Obrero en Armas, el  8 de diciembre de ese año, donde ambos sectores proclamaron su incondicional apoyo al Ejército Rebelde, en el cual cifraron desde el inicio sus esperanzas de reivindicación definitiva.
En noviembre de 1958, comienza la Ofensiva Rebelde, en la cual las tropas al mando de Raúl tuvieron un desempeño protagónico. La orden del Comandante en Jefe Fidel Castro de que las Columnas del Segundo Frente continuaran su avance, sitiaran y rindieran cuarteles en la zona comprendida entre Cueto, Mayarí, San Luis y Guantánamo, fue estrictamente cumplida.
La cuantía y magnitud de las acciones crecieron con celeridad. El territorio liberado se ensanchaba. Con la toma de La Maya el 7 de diciembre de 1958, quedaba eliminado el último bastión enemigo entre las ciudades de Guantánamo y Santiago de Cuba. En dicha acción, tuvo su estreno la Fuerza Aérea Rebelde, que llegó a contar con 13  naves.
Y ya, para finales de diciembre, las columnas del Segundo Frente Oriental Frank País habían limpiado de fuerzas enemigas su zona de operaciones y tenían cercado a Guantánamo.
El Primer,  Segundo  y Tercer Frentes, bajo las jefaturas de Fidel, de Raúl y de Almeida, convergerían desde noviembre en el desarrollo de la Operación Santiago o Batalla de Oriente, la cual cumplió el plan trazado por el Comandante en Jefe de doblegar todas las fuerzas enemigas en este territorio oriental  y cerrar el cerco sobre Santiago de Cuba, donde debía tener lugar el combate decisivo contra la tiranía batistiana.
                                               
                                            Fusiles multiplicados
La pequeña tropa que el 11 de marzo de 1958 dejó constituido el Segundo Frente Frank País, poseía sólo 53 armas largas. En el fragor de los combates, al terminar la guerra, habían  arrebatado al enemigo 1  216 armas de ese tipo. Cada fusil rebelde se había multiplicado por casi 23.
Durante la contienda, fueron derribados tres aviones enemigos y capturados seis; un total de 35 cuarteles y guarniciones batistianas fueron aniquilados, rendidos o tomados; las bajas del ejército opresor, en las casi 250 acciones bélicas realizadas, llegaron  a  1 979.
Una definición hecha por el Comandante en Jefe Fidel Castro, retrata en toda su dimensión histórica el significado de esta fuerza rebelde.  “El Segundo  Frente Oriental Frank País fue modelo de organización y eficiencia y jugó un papel de extraordinaria importancia estratégica en nuestra guerra”.
                                                Para los héroes caídos

Cada año, al conmemorar   la llegada de Raúl y sus combatientes a Piloto del Medio, cabe el recuento de una guerra desarrollada y ganada, de una obra construida y
defendida, junto a las vivencias de forjar cada día nuevos sueños que ceden a la realidad su lugar, para multiplicarse luego en la conciencia del pueblo y convertir en acción las más nobles y justas ideas.
Las victorias y  conquistas de ahora,  tienen sus raíces en los cerca de 200 combatientes del Segundo Frente Oriental Frank País caídos durante la guerra; en el gesto de los humildes campesinos y obreros que apoyaron  y protegieron a los guerrilleros o se sumaron a sus filas; en los inocentes asesinados por la dictadura batistiana, apoyada por los mismos enemigos actuales de la Revolución. Y también en los héroes que junto a todo el pueblo comparten los combates y riesgos presentes y se aprestan para los que están por venir  - como   expresara Raúl - con la fe inconmovible en la victoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario