Orlando Guevara Núñez
Con un profundo dolor escribe Martí a Máximo Gómez la carta donde expresa esta determinación. La misiva es breve y está fechada en enero de 1895. Se está refiriendo al fracaso del Plan de Fernandina.
“Sofoco la indignación; pero me ahoga”. Y afirma que por la cobardía y acaso la maldad del coronel Fernando López Queralta, fue entregado el plan, la salida de tres barcos rápidos, con armas para 400 hombres, hacia Cuba. Lamenta la pérdida, pero dice que se ha salvado más: la disciplina y el respeto de la Isla y el cariño de las emigraciones. Su reacción fue categórica: “Ahora a otras formas. Se nos espera y será. Yo no miro a lo deshecho, sino a lo que está por hacer.
Y una ratificación para el Generalísimo: “En cuanto a lo nuestro, el rumbo varía, y la hora: no la situación feliz, más firme por la prueba visible de nuestros esfuerzos”
No detuvo a nuestro Héroe Nacional aquel fracaso. Y poco tiempo después, desembarcarían ambos patriotas por Playita de Cajobabo, para sumarse a la guerra necesaria que había estallado en Cuba el 24 de febrero de ese mismo año,
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