.Orlando Guevara Núñez
El 7 de diciembre, marca en
la historia cubana el nacimiento y continuidad de un símbolo. Ese día de 1896,
cayó en combate contra el ejército colonial español el Lugarteniente General Antonio Maceo
Grajales. Y en esa misma fecha, exactamente 38 años después, en 1934, nació
Frank País García, nuestro héroe de la lucha clandestina.
Los dos nacieron en Santiago
de Cuba. A muy poca distancia. Los dos
dedicaron su vida a la lucha por la libertad e independencia de la patria. Los
dos, con su sangre, cimentaron los pilares de la Revolución.
El día de la caída de
Antonio Maceo los cubanos rendimos homenaje a todos los caídos durante nuestras
gestas independentistas del siglo XIX. La muerte de Frank País, el 30 de julio
de 1957, conmemoramos el Día de los mártires de la Revolución, es decir, de los
caídos en la última etapa de lucha, iniciada el 26 de julio de 1953.
Más que coincidencia
histórica, es símbolo de continuidad, de que la Revolución cubana ha sido una
sola, con distintas etapas, como lo expresara nuestro Comandante en Jefe, Fidel
Castro.
El símbolo siguió creciendo
luego del triunfo del 1ro. de enero de 1959. Así, el 7 de diciembre de 1989,
regresaron a la patria y fueron cargados en hombros de su pueblo, los
restos de 2 289 cubanos caídos en otras tierras del
mundo cumpliendo el legado martiano de que Patria es humanidad y el pensamiento
fidelista de que ser internacionalista es saldar nuestra propia deuda con la
humanidad. En esa ocasión, Santiago de Cuba recibió los restos de 256 hijos
suyos.
Con aquel regreso a la Patria, se cumplía un
altruista deseo expresado por Fidel y
Raúl: el de regresar de esas misiones con el único tesoro de los restos de
nuestros héroes caídos para, en hombros de su pueblo, descansar eternamente
en la tierra que los recogiera como simiente para seguir multiplicándose en la presente y
las futuras generaciones.
Otro 7 de diciembre, en 1993,
fue fundada la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, nacida para
la defensa incondicional y en cualquier
circunstancia, de la obra cimentada por todas las generaciones de patriotas que
nos han antecedido.
El 30 de julio de 2007,
aniversario 50 de la caída de Frank
País, al inaugurar la
LLAMA ETERNA que desde ese día arde en el cementerio de Santa Ifigenia,
en honor a los mártires caídos por la libertad e independencia de la Patria en
todas las épocas de nuestra historia, expresó Raúl:
“Frank País
es paradigma de la estirpe indoblegable de nuestra juventud. El santiaguero
humilde que había decidido formarse en la noble profesión del magisterio,
profundamente martiano, que por sus excepcionales cualidades, en primer lugar
por su firmeza política, rectitud moral y valor a toda prueba, se convirtió en
apenas unos meses en jefe de la organización clandestina del Movimiento 26 de
Julio, primero en Oriente y después en toda Cuba
“Encendemos esta llama, un día como hoy, en homenaje al aniversario 50 de
la caída de Frank, y en honor a los que como él integran la infinita galería de
nuestros héroes y mártires”.
Esa LLAMA ETERNA fulgura también en homenaje perenne a los que en los
tiempos presentes y los que están por venir, caigan en defensa de la libertad y
la soberanía de la nación cubana.
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