domingo, 10 de noviembre de 2019

El dictamen de la OEA sobre elecciones en Bolivia, fue un fraude y un atentado contra la democracia




.Orlando Guevara Núñez
La comisión de la OEA que auditó los resultados de las elecciones del 20 de octubre en Bolivia, al pronunciarse por realizar elecciones nuevas y cambiar a los integrantes del Consejo Electoral, adoptó una decisión no técnica, sino política. Así lo reconoció el presidente legalmente electo, Evo Morales, en su comparecencia televisiva donde anunció su renuncia.
Y era de esperar. La OEA de demostrado ser un organismo que incondicionalmente se subordina a los mandatos del gobierno imperialista de los Estados Unidos. Defiende al capitalismo y está contra el progreso de los pueblos. No hay causa de  gobiernos revolucionarios en este continente, que no haya sido objeto de calumnias y de maquinaciones tratando de destruirlos.
Hoy en Bolivia se está viendo ya quienes son los opositores que la OEA favoreció con su dictamen. Terroristas, fascistas, personas sin escrúpulos que se  están ensañando contra personas, las agreden, les queman sus casas, las golpean, las humillan. Y se preparan para el asalto final al poder  que regrese a Bolivia a su condición de súbdita del poder imperial, y de uno de los países más pobres del continente americano.
De seguro, pronto saldrán a la luz pública detalles sobre las maquinaciones imperiales y de los circulos reaccionarios contra Evo, incluso desde mucho antes de las elecciones.
Habrá que estar atentos al desarrollo de los acontecimientos. Es presumible que una parte importante del pueblo beneficiado grandemente por el gobierno de Evo, se resigne a perder sus conquistas. Mientras tanto, nos sumamos a la solidaridad con ese hermano pueblo y con el presidente legalmente electo e ilegalmente obligado a la renuncia por un burdo golpe de estado.

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