jueves, 7 de noviembre de 2019

El capitalismo y el socialismo en Cuba (4)





.Orlando Guevara Núñez

El trabajo está conceptuado como uno de los fundamentales derechos humanos. Pero en la Cuba pre revolucionaria, ese derecho era para muchos  solo una aspiración. La economía cubana estaba en manos de monopolios extranjeros y nacionales que saqueaban los recursos del país y explotaban a los trabajadores. El drama del empleo era asfixiante.  Un somero análisis demuestra las grandes diferencias entre el capitalismo y el socialismo en nuestro país.
En el capitalismo: Había  600 000 cubanos sin empleo a quienes se unían los 500 000 mil obreros del campo que solo trabajaban tres o cuatro meses al año, pasando el resto sin tener donde ganar su sustento.  A la falta de empleo se unían los bajos salarios, los sistemas arbitrarios de pago en muchos casos basados en papeles que sustituían al dinero, al tiempo que la discriminación racial y de sexo marginaba y perjudicaba a cientos de miles de cubanos.
Cada año llegaban a la edad del empleo unos 100 000 jóvenes, para los cuales no existían fuentes de trabajo. Así, en 1958, último año de la tiranía en el poder, más de 700 000 cubanos, una tercera parte de la población laboral, más del 45 por ciento en las zonas rurales,  no tenía empleo permanente.
 La mujer era particularmente discriminada. En 1958, por ejemplo, solo estaban empleadas 194 000 de ellas, el 70 por ciento en labores domésticas.  Cien mil mujeres tenían que ejercer  la prostitución como medio de subsistencia.
.Antes del triunfo de la Revolución, sólo 37 900 trabajadores incrementaban la cifra de empleados cada año; en los primeros 17 años posteriores a 1958, el promedio fue de 82 300. En la primera década de la Revolución, casi un millón de cubanos encontró nuevos empleos.
Para la mayoría de los trabajadores que llegaban a la jubilación, el drama se recrudecía, pues las cajas de retiro estaban desfalcadas por funcionarios corruptos.
. Ya había  advertido  Fidel en su alegato La historia me absolverá, que “El porvenir de la nación y la solución de sus problemas no pueden seguir dependiendo del interés egoísta de una docena de financieros, de los fríos cálculos sobre ganancias que tracen en sus despachos de aire acondicionado diez o doce magnates” (…) Y no es con estadistas al estilo de Carlos Saladrigas, cuyo estadismo consiste en dejarlo todo tal cual está y pasarse la vida farfullando sandeces sobre la “libertad absoluta de empresa”, “garantías del capital de inversión” y la “ley de la oferta y la demanda” como habrán de resolverse tales problemas”.
En el socialismo: Cuba nacionalizó los monopolios nacionales y extranjeros y devolvió al pueblo las riquezas que le habían robado.
El desarrollo del país en todas las esferas, permitió erradicar el desempleo desde los primeros años, hasta el punto de necesitar brazos para enfrentar los diversos programas económicos y sociales. Cientos de miles  de hombres y mujeres fueron ocupados en las labores agrícolas, la industria, las construcciones,  la salud,  la educación y otros servicios sociales.
Hoy la mujer ocupa un lugar importante en la composición del empleo en Cuba, al punto de que más del 65 por ciento de la fuerza técnica empleada en el sector estatal civil está en sus manos. La fuerza laboral cubana es una de las más calificadas a nivel mundial.
Cada año se producen incrementos de salarios a trabajadores de diversos sectores, como han sido los de la salud, la educación, los jurídicos, los del sector presupuestado, entre otros, en correspondencia con las posibilidades de la economía.
Hoy, en medio de una crisis mundial que ha lanzado a la calle a millones de trabajadores, Cuba, aún en medio del férreo bloqueo imperial que tiene la misma edad de la Revolución, sigue protegiendo el empleo. El trabajo es un derecho para todos los cubanos, sin discriminación de ningún tipo. Y  en los años más duros, cuando fue necesario cerrar muchos centros de trabajo por carencias de recursos para mantenerlos, ningún obrero quedó desamparado.
Los jóvenes que egresan de las universidades y especialidades técnicas, tienen su empleo asegurado. Los trabajadores cubanos tienen garantizada no sólo su vida laboral, sino también su jubilación, su vejez segura, incluyendo a los no estatales, que sobrepasan  la cifra de 617 000.
Pese al brutal bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno imperialista de los Estados Unidos, que dura ya más de seis décadas, en Cuba, desapareció  el flagelo del desempleo que estuvo entre los graves problemas que inspiraron a los combatientes del Moncada para su hazaña del 26 de julio de 1953. Y la obra conquistada, convirtió  en realidad los sueños que entonces parecían imposibles.
Esa es la realidad del socialismo en Cuba. Está  entre las razones por las cuales los cubanos defendemos nuestro sistema y acabamos de refrendar, en nuestra Constitución, la decisión de seguir construyendo, engrandeciendo y defendiendo el socialismo. Este país, no volverá a engrosar nunca más la cifra de más de 800 millones de desempleados existentes en el planeta  que habitamos. O lo que es lo mismo: no regresaremos jamás al capitalismo.

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