.Orlando Guevara Núñez
El
3 de mayo de 1958 – hace hoy 60
años – es un día glorioso para la patria cubana. Ese día le nació un símbolo
que se agiganta con el tiempo y trasciende
nuestras fronteras para insertarse en la historia de lucha de los
pueblos de América y mucho más. En esa fecha, Fidel Castro Ruz fue nombrado
Comandante en Jefe de todas las fuerzas rebeldes que luchaban contra la tiranía
batistiana.
Hasta ese momento, era el Comandante
jefe del Ejército Revolucionario del Movimiento 26 de Julio, el cual cambió su
nombre por el de Ejército Rebelde. Ese cambio de nombre obedeció a una
concepción política fundamentada en la unidad. Porque ya, en la práctica, no
era una fuerza integrada por militantes de la organización, sino por hombres y
mujeres obreros, campesinos, estudiante y otros sectores de la sociedad cubana. Era un
ejército con base popular.
Ahora Fidel era el máximo jefe de la
revolución en las montañas, en los
llanos y ciudades. Puede decirse que también en la práctica, el jefe del asalto
a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en
Bayamo, jefe de la expedición del Granma y jefe insurrecto en la Sierra
Maestra, era el indiscutible líder cubano.
Pero la fracasada Huelga de Abril de
1958, había demostrado la necesidad de oportunas rectificaciones en los métodos
de lucha para derrocar a la tiranía y unificar más las fuerzas.
El escenario de aquel hecho
histórico fue Alto de Mompié, en la Sierra Maestra, donde ese día se reunió la
Dirección Nacional del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, para analizar los
resultados de la mencionada huelga y trazar la estrategia para la victoria
final.
El grado de Comandante en Jefe es
para los cubanos un símbolo de victoria, de patriotismo, símbolo de pueblo. Hoy
se le han agregado otros atributos bien ganados por su poseedor: nuestro único,
invicto y eterno Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
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