Frank País
García, el surgimiento de un líder
.Orlando
Guevara Núñez
Nadie podía
imaginar que entre los jóvenes santiagueros concurrentes al Cuartel Moncada,
a raíz de golpe de estado del 10 de
marzo de 1952, dispuesto a tomar las armas para luchar contra la naciente tiranía,
uno de ellos desempeñaría un papel de relevante importancia en el proceso
revolucionario cubano.
Ese joven tenía entonces
17 años de edad. Su nombre: Frank País García. Habla
de marchar hacia Occidente, como lo había hecho Antonio Maceo. Ante la
claudicación de los militares, se refiere al triste destino del país, al cual
quienes le han jurado amor, respeto y honra, no eran ahora capaces de
defenderlo.
Era el mismo muchacho que al
siguiente año acudiría al mismo lugar motivado por el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos
Manuel de Céspedes. Y su reacción inmediata luego de conocer la verdad sobre la
heroica acción, fue el apoyo decidido a los asaltantes y su oposición a la dictadura.
Dos días después de esos
hechos, escribiría a su novia Elia Frómeta: (…) No estoy mezclado en
absolutamente nada, pero quisiera. Ese día salí a la calle buscando quien
tuviera un rifle o un revólver y suerte para ellos que no lo encontré, porque
si no, por cada bala que me hubieran dado me hubiera llevado a uno (…)
Se estaba fraguando en un joven santiaguero, el temple del
revolucionario que el 30 de noviembre de
1956 sería el máximo jefe del levantamiento armado de la ciudad de Santiago de
Cuba, en apoyo al desembarco del yate Granma, con Fidel al frente, para el
reinicio de la lucha armada en Cuba.
Es significativo que ese líder no procedía de
las filas de los asaltantes Moncadistas ni
había estado entre los fundadores del Movimiento Revolucionario 26 de Julio,
creado por Fidel antes de su salida para el exilio en México. Surgió de la
inagotable cantera de las masas hasta encontrar su cauce en la lucha encabezada
por Fidel, a quien reconoció como líder indiscutible de la Revolución.
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