.Orlando Guevara Núñez
Las ofensivas palabras del presidente de los Estados
Unidos, Donald Trump, relacionadas con
el fallecimiento del Comandante en Jefe Fidel Castro son, sencillamente
repugnantes. Al leerlas, uno no puede evitar un sentimiento de compasión hacia el pueblo estadounidense, al tener un
mandatario que, de llamarle persona, se estaría descalificando al género humano.
Desde el inicio hasta el final, Trump se equivoca. Fidel Castro está más vivo que él. Fidel será
siempre recordado por su grandeza, su valentía, sus principios, su dignidad, su
solidaridad; Trump será recordado, solo un tiempo, por su cualidad de payaso,
su arrogancia, su atrofiada personalidad. Algo así como una caricatura de
presidente.
Fidel vivirá mucho más tiempo que Trump. Vivirá en la
memoria y la acción de su pueblo y de millones de hombres y mujeres en
disímiles latitudes del mundo. Vive, antes de fallecer, en el sitial más alto
de la historia. El presidente
norteamericano, cuando deje de serlo y el poder salga de sus manos, será
relegado, como algunos de sus antecesores, al basurero de la historia. Su
propio pueblo tendrá que abochornarse de haber elegido para la silla
presidencial a quien no merece otra cosa que un palco de circo,
Fidel Castro derrotó en vida al imperio que Trump
representa. Y el pueblo revolucionario de Cuba, en nombre de Fidel, con Fidel
al frente, lo seguirá derrotando.
El festín de las hienas y buitres, durará menos que el
homenaje de nuestro pueblo y millones de personas en el mundo.
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