sábado, 30 de octubre de 2021

No hay como pensar firmemente para hablar elocuentemente

.Orlando Guevara Núñez

 


He aquí una convincente definición de José Martí sobre el arte de la oratoria. Argumenta que lo que está definido en el juicio, será de seguro bien puesto en los labios. Este criterio  está contenido en un  extenso artículo publicado en el periódico caraqueño La Opinión Nacional, el 30 de diciembre de 1881. El país tema, en este caso, es Francia. 

Menciona a tres escritores de ese país, autores del libro El orador, y  algunas de sus obras. Los elogia. Y apunta que alcanzar fama, no es más que el deber de mantenerse constantemente a su altura, y que solo los inútiles tienen el derecho a ser perezosos.

Otro juicio importante sobre la oratoria es vertido por Martí: “Pronunciar discursos, por más que nazcan del calor del instante las palabras que dan molde a las ideas hirientes, es, más que decir lo que se está pensando, decir  lo que  se ha pensado”  Y una interrogante ilustra: ¿Brotan acaso en la rama las frutas maduras? Consejo oportuno para quienes, por sus responsabilidades, tienen la obligación de utilizar la oratoria. Pensar antes lo que ha de decirse.

Analiza también aspectos de la política de Francia, los debates internos en el gobierno y los conflictos coloniales de ese país.

 

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