Sobre la tierra no hay más que un poder definitivo: la inteligencia humana

Orlando Guevara Núñez

En su prólogo al libro Cuentos de hoy y de mañana, de Rafael de Castro Palomino, escribe José Martí estas palabras sobre el poder de la inteligencia humana. Como “tiempos de extravíos” califica esa época, definiendo las reformas como con entrañas de justicia y veleidades de fiera”. Y señala como un grave problema la ignorancia de la clase poseedora de la justicia. Una clara evidencia de que se está refiriendo a los trabajadores. En su análisis, pone el valor de la educación por encima del de la prosperidad. Y expresa un concepto con validez perenne: “Por educación se ha venido entendiendo la mera instrucción, y por propagación de la cultura la imperfecta y morosa enseñanza de modos de leer y escribir”. Habla de la necesidad de salvar al hombre, de prepararlo. Y dice que el autor del libro pertenece a ese ejército. “Un libro sano, libro generoso, libro útil”. Y afirma que “Ni odios, ni intereses, ni preocupaciones, ofuscan el juicio del sensato y modesto autor de los Cuentos de hoy y de mañana, libro que divulga en forma amena las razones en pro y en contra de las varias soluciones sociales” Durante su prólogo, Martí reitera el valor de la inteligencia del hombre y afirma que ésta da bondad, justicia y hermosura. Es aquí cuando expresa otro pensamiento conocido: La victoria está no solo en la justicia, sino en el momento y modo de pedirla: no en la suma de armas en la mano, sino en el número de estrellas en la frente Sobre este libro, Martí escribió un artículo, publicado en La América, de Nueva York, en octubre de 1883, y que aparece en la Obras Completas, a continuación del prólogo.