.Orlando Guevara Núñez
Desde Eisenhower hasta Biden, el pueblo de Cuba ha sufrido las más brutales agresiones, con el fin de destruir la Revolución. Así ha sido- y sigue siendo- con el bloqueo económico, comercial y financiero que con el engañoso nombre de embargo, es en realidad una sucia y criminal guerra económica.
Así fue, entre 1959 y 1965, con la creación, entrenamiento, armamento, financiamiento y dirección de las 299 bandas armadas, con 3 995 mercenarios, que en los primeros años se establecieron en las zonas montañosas y asesinaron a obreros, campesinos, maestros, niños y mujeres, hasta que el pueblo miliciano, junto a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, lograron exterminarlas.
Así fue cuando la invasión mercenaria de Playa Girón, también fraguada, financiada y dirigida por el gobierno de los Estados Unidos, derrotada por el pueblo, en menos de 72 horas, con el Comandante en Jefe Fidel Castro al frente.
Igual sucedió cuando la Crisis de Octubre de 1962, cuando Cuba fue amenazada con un exterminio nuclear y solo salvamos la vida porque estuvimos dispuestos a ofrendarla para seguir siendo lo que somos y no regresar jamás a lo que fuimos.
Así pasó con los miles de sabotajes, ametrallamientos, quema de cañaverales y otros hechos monstruosos que dejaron el saldo de 3 478 muertos y 2099 discapacitados permanentes
Con el mismo objetivo de destruir a la Revolución, Estados Unidos lanzó contra Cuba una criminal guerra biológica con la introducción del virus del dengue hemorrágico que causó la muerte de 158 personas, incluidos 101 niños. También introdujo plagas que dañaron los principales cultivos de la economía, como la caña, el tabaco, el café y los cítricos; y causaron grandes pérdidas de animales, principalmente cerdos y aves.
No conozco pueblo alguno que haya sido víctima tanto tiempo de una política tan demencial y criminal como lo ha sido el cubano por parte de todos los gobiernos yanquis desde 1959 hasta hoy.
Y siempre, junto al crimen, la mentira. El intento de aislamiento. Las amenazas. Los sueños frustrados de destruirnos. En los últimos tiempos, han basado sus pretensiones, sin escatimar esfuerzos ni recursos, en pagar mercenarios para que atenten contra el orden interno, buscando crear líderes, para lo cual no tienen otra fuente de materia prima que vulgares delincuentes, capaces de la traición, del anti patriotismo y de las mayores bajezas morales.
Los gobernantes norteamericanos no han entendido nunca, ni podrán entender que la Revolución cubana es invencible porque el gobierno es el pueblo y el pueblo es el gobierno. Porque las instituciones armadas son el pueblo y el pueblo son las instituciones armadas.
En Cuba – y eso no lo podrán entender jamás los imperialistas se ha hecho realidad el pensamiento martiano de que “No estriba el amor patrio en afianzar la libertad: estriba en labrar un pueblo en que la libertad se afiance”. Y este pueblo está hecho para que la libertad se afiance y sea cada día más fuerte.
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