Orlando Guevara Núñez
En la Revista Universal, de México escribió Martí esta reflexión. Fue el
14 de agosto de 1875, y estaba hablando, precisamente, sobre una crisis en el
país azteca.
Analiza la realidad de que
México vive de los metales, de comportamiento inestable, con altas y bajas. Y
no tiene desarrollada una fuente segura, como lo es la agricultura. Dice que se
consume sobre esa tierra más de lo que se produce, siendo ésta la única riqueza
real.
Afirma que “Siempre vive el
vivo, y siempre produce y fructifica la generosa madre tierra. Fluctúa y vacila
el crédito, y síguelo en sus decaimientos el comercio: la tierra nunca decae,
ni niega sus frutos, ni resiste el arado, ni perece: la única riqueza inacabable de un país consiste en igualar su
producción agrícola a su consumo.
En un párrafo, define un
concepto profundo: “El Gobierno guía, encamina: pero ni crea hombres, ni
despierta soñolientas aptitudes. Salva conflictos entre lo que existe; pero
para ello es preciso que exista algo. Asienta reglas; pero es fuerza para esto
que haya algo que dirigir y regular. Contiene y maneja las fuerzas; pero no
puede hacerlas surgir de un pueblo vagabundo y perezoso”.
En eso fundamenta su
concepción de labrar un pueblo donde la libertad se afiance. O lo que es lo
mismo: no bastan decisiones de gobierno para afianzar la
libertad, sin formar un pueblo donde esa
libertad, se afiance.
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