.Orlando Guevara Núñez
Publicado en Patria, el 27 de enero de 1894, un
artículo de José Martí, con el titulo La
protesta de Thomasvill, contiene este aforismo. Se está refiriendo a un
desacuerdo de cubanos residentes en esa localidad de los Estados Unidos.
Los promotores de la protesta
eran obreros fabriles, en desacuerdo con la pretendida mudanza de una fábrica para otro lugar y la
decisión yanqui de ocupar a españoles en las mesas de trabajo hasta entonces
por ellos ocupadas.
Habla Martí sobre la
desdicha de vivir en un pueblo “que nos desdeña y codicia, que en libros y
periódicos nos befa y achica, que nos tiene como gente jojota y femenil”. Y ese
es Estados Unidos, país ante el cual
“por sus lecturas tradicionales y erróneas, por el robo fácil de una
buena parte de México, por su preocupación contra las razas mestizas y por el
carácter cesáreo y rapaz de la conquista y el lujo ha ido
criando, es de deber continuo y de necesidad urgente erguirse cada vez que haya justicia u ocasión, a fin
de irle mudando el pensamiento” (…)
“Ellos, celosos de su
libertad, nos despreciarían si no nos mostrásemos celosos de la nuestra”, afirma. Apunta que hombres y pueblos van por este mundo
hincando el dedo en la carne ajena a ver si es blanda o si resiste. Y hay que poner
la carne dura, de modo que eche afuera los dedos atrevidos.
Ante quienes no se hacen
respetar, protestaron los cubanos. Y lo hicieron en un documento escrito en
inglés, ya que los aludidos no hablan
nuestro idioma.
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