.Orlando Guevara
Núñez
Cuando el 6 de marzo
de 1958 quedó constituido el Tercer Frente Oriental “Mario Muñoz Monroy”, se
cumplía un propósito expresado por el máximo jefe guerrillero,
Fidel Castro, a su hermano Raúl, desde diciembre del año anterior, de - una vez
consolidado el núcelo central de la Sierra Maestra- organizar nuevas columnas, entre éstas, una
que operaría en la Sierra Cristal, otra en el este de la Sierra Maestra, más dos
que irían hacia el centro y el occidente del país.
Después de seis fatigosas jornadas de marcha, partiendo desde
Pata de la Mesa,Comandancia del Che, las Columnas 6 “Frank País”, al mando de
Raúl Castro, y la 3 “Santiago de Cuba”, bajo la jefatura de Juan Almeida, llegaron a Puerto Arturo, en la propia Sierra
Maestra, el día 6 de marzo. Allí quedó fundado el Tercer Frente “Mario Muñoz”,
mientras que Raúl proseguiría su marcha para fundar el Segundo Frente “Frank
País” cinco días después.
Ambos jefes
habían venido como capitanes en el
Granma y fueron ascendidos al grado de Comandante del Ejército Rebelde el 27 de
febrero de 1958.
Al surgir el Tercer
Frente, tuvo como misión principal lograr que el pueblo conociera la presencia
del Ejército Rebelde en las proximidades de la capital oriental, cercando a
Santiago de Cuba y otras ciudades cercanas, y no permitir la salida de armas y refuerzos de
la tiranía hacia lugares atacados por otras columnas rebeldes, lo que implicaba
el dominio sobre la carretera central y otras importantes vías de
comunicaciones.
La zona de
operaciones del Tercer Frente se extendía por un territorio de más de 6 000
kilómetros cuadrados, desde las cercanías de Santiago de Cuba hasta las de
Bayamo.
Un total de 57
combatientes – 55 hombres y dos mujeres- integraron aquella fuerza inicial
capitaneada por Almeida. El segundo al mando fue el entonces capitán Guillermo
García Frías, primer campesino que se unió a la guerrilla luego del desembarco
del Granma. La pequeña tropa estaba integrada, principalmente, por obreros y
campesinos.
De acción en acción,
esta fuerza fue creciendo hasta
convertirse en baluarte del triunfo
revolucionario del 1ro. de enero de
1959.
Una de sus
operaciones iniciales tuvo lugar durante
la noche del 10 y la madrugada del 11 de abril del propio 1958, cuando fue
atacado y tomado El Cobre, con el fin de apoyar la Huelga de Abril y obtener explosivos y detonadores para el
Ejército Rebelde. A partir de esa victoria, se fortalecieron las relaciones
entre la guerrilla y los combatientes clandestinos, se abrieron nuevas vías de
abastecimiento desde la ciudad hacia las montañas y creció el apoyo popular a la
lucha armada.
En mayo de 1958, ante
la Ofensiva de Verano, lanzada por la
tiranía contra la Sierra Maestra – y por petición del Comandante en Jefe- las principales fuerzas del Tercer Frente,
con Almeida al frente, se trasladan hacia esa zona, bajo el mando de Fidel. Los
combatientes no llamados a esa misión,
mantuvieron con éxito las acciones contra las fuerzas
batistianas.
Con bravura y
heroísmo los combatientes de Almeida, en su nuevo escenario, defendieron las
posiciones asignadas, detuvieron al enemigo, lo golpearon y contribuyeron a su
derrota definitiva.
Después de cumplida
con éxito la orden de Fidel, regresó
Almeida a su territorio inicial. En agosto de 1958 se establece en su Comandancia en La Lata. Fortalecido en
número de combatientes y de armas, el Tercer Frente crecería también desde el
punto de vista estructural.
Nacen las Columnas 10
“René Ramos Latour”, al mando del comandante René de los Santos; la 9 Antonio
Guiteras, con la jefatura del comandante Hubert Matos (traidor después del
triunfo) y otra al mando del ya comandante Guillermo
García Frías. Surgen tambíén las capitanías de Calixto García y Universo
Sánchez. Cada una de estas fuerzas con capacidad combativa en sus respectivos
territorios. En más de 200 emboscadas y escaramuzas el Tercer Frente Oriental
“Mario Muñoz Monroy” se impuso al enemigo.
En el área de este
frente se crearon los Departamentos de Café, Cacao y Ganado, de Justicia,
Suministro, Comunicaciones, Construcciones Civiles, Educación, Transporte y
Sanidad Militar, para beneficio de la guerrilla y de la población civil. Ejemplo
de esto fueron las 52 escuelas y 6 hospitales de campaña
creados.
Así, para los días
finales de la guerra, luego del desarrollo exitoso de la Operación Santiago,
cuando ya las fuerzas del Primer, Segundo y Tercer Frentes combatían juntas, las
tropas de Almeida habían cumplido su misión de sitiar a la ciudad de Santiago de
Cuba. Junto a otras columnas, el cerco era letal para el enemigo. Y era
inminente el asalto final, batalla que no fue necesaria por la huída del
tirano.
El propio Almeida
definiría luego el papel de sus tropas:“El Tercer Frente, nacido de la
concepción revolucionaria y del espiritu de ofensiva de Fidel, cumplió con honor
la misión que le designó el Comandante y Jefe, y fue uno de los pilares de la
victoria definitiva del pueblo cubano”
Elocuentes son
también las palabras del General de
Ejército Raúl Castro: “Almeida cumplió con su proverbial lealtad, eficacia y
espíritu de sacrificio, la misión de crear el Tercer Frente y posteriormente
cerrar el cerco a Santiago de Cuba”.
En este aniversario
57 del Tercer Frente, los santiagueros, como todos los cubanos, multiplicamos
nuestro tributo de agradecimiento y respeto a su jefe fundador, el Comandante de
la Revolución Juan Almeida Bosque, a los combatientes caídos y a los que aún están físicamente junto a
nosotros. Ellos son los protagonistas de nuestra historia, nuestras glorias y
nuestras victorias.
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