sábado, 26 de febrero de 2022

El que puede ser reo, no ha de ser juez. El que es falible, no debe dar fallo

 


 

Orlando Guevara Núñez

Cuando José Martí escribió esta aseveración  estaba hablando sobre el Parlamento de Francia. La firmó el 17 de febrero de 1882 y fue publicada  por el periódico venezolano La Opinión Nacional el siguiente 7  de marzo, 

Está hablando sobre las maniobras  del  Parlamento para proteger intereses  particulares, es decir, poner el poder en función no de la población, sino para lucros individuales,

“Un hombre alto –analiza- ha de obrar altamente”. Y añade que ser gobernante de hombres, no ha de venir a quedar en ser su cómplice.

Los ejemplos con los cuales ilustra su criterio, fundamentan  que no es posible impartir justicia cuando se viola y cuando quienes tienen la responsabilidad de dictar fallos, tienen los mismos defectos de aquellos  sobre  quienes tienen la potestad de  decidir.

Es claro su pensamiento de que “Si se ha de deber el triunfo a ocultaciones, a compraventa de decoro, a retaceos de la justicia, a compadrazgos y comadrerías, sienta mejor a un hombre grandioso el honor de la derrota que los regocijos del triunfo”.

Y al final, otros  pensamientos martianos muy aleccionadores: ¡Desconfían de la humanidad los cobardes y los míseros! ¡Los hombres serán hermanos, en tanto que los reúna la común contemplación de las obras hermosas!

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