viernes, 18 de octubre de 2019

Falleció Miguel Deulofeu Ramos, combatiente y fundador de Sierra Maestra durante la guerra



.Orlando Guevara Núñez

En la tarde del  miércoles 16 de octubre, falleció en La Habana el combatiente santiaguero Miguel Deulofeu Ramos (Leopoldo en la clandestinidad). Figuró entre las personas que merecen ser recordadas más por su vida  ejemplar que por su muerte, en su caso consecuencia de la longevidad combinada con el quebrantamiento de la salud.
En su Santiago de Cuba, estuvo entre los jóvenes maestros seleccionados por Frank País para iniciar las actividades de la propaganda revolucionaria clandestina. Y acompañó al héroe de la lucha clandestina en Acción Revolucionaria Oriental (ARO), en 1954,  transformada luego en Acción Nacional Revolucionaria, (ANR) hasta fundirse, en 1955, con el Movimiento Revolucionario 26 de Julio
Fue protagonista, desde entonces, de la difusión de las ideas revolucionarias, de los objetivos de la Revolución, de la verdad sobre la guerra, de la denuncia sobre los crímenes de la tiranía, y de la convocatoria al pueblo para el combate.
Combatiente del 30 de Noviembre de 1956. Artífice, junto a otros muchos compañeros, del Boletín Informativo, órgano del Movimiento 26 de Julio, nacido en los primeros días de diciembre de ese año, convertido luego en Ultimas Noticias y bautizado en 1957 como Sierra Maestra, editado con frecuencia semanal para la entonces provincia de Oriente.
Sus cualidades  de  combatiente, propagandista y organizador, lo condujeron a su  designación al frente de la propaganda clandestina del 26 de Julio en el municipio de Santiago de Cuba. Y desde ese cargo dirigió la labor de Sierra Maestra y demás actividades divulgativas durante los cruciales momentos de la Huelga General Revolucionaria del 9 de abril de 1958, los más intensos y riesgosos en la historia de este periódico, cuando fue editado en varios  lugares.
Concluida aquella jornada, el Movimiento Revolucionario 26 de Julio le asigna a Miguel Deulofeu otra misión de mayor complejidad, la de ser su Responsable de Propaganda en la provincia de Oriente, la cual desempeñó hasta el triunfo del 1ro. de enero de 1959.
Durante el último mes de la guerra, Miguel Deulofeu visitó el II Frente Oriental Frank País, de donde emanaron las orientaciones del Ejército Rebelde,  ante el concebido ataque a la ciudad capital , para poner los periódicos y emisoras radiales al servicio de la Revolución,  arengar a los soldados a virar sus armas contra la tiranía  y mantener informada a la población sobre los acontecimientos.
Con precisión y efectividad fue cumplida esta responsabilidad. En los talleres del entonces Diario de Cuba, comenzó a editarse el nuevo periódico, con el nombre de Revolución hasta el 13 de enero de 1959. Y el día 14 recuperó su nombre de la clandestinidad, que hasta hoy lo identifica: Sierra Maestra. Su primer director, fue el entonces capitán  del Ejército Rebelde, y luego general de brigada, José Nivaldo Causse Pérez. El subdirector, Miguel Deulofeu Ramos.
Después de la Huelga de Abril, Deulofeu había sucedido a Causse como Responsable Provincial de Propaganda del Movimiento Revolucionario 26 de Julio. En diciembre de 1959, asumía por él la dirección de Sierra Maestra hasta pasar, el siguiente año, a otras importantes tareas de la Revolución, incluyendo la de oficial del Ministerio del Interior.
Estuvo siempre preocupado y ocupado en recoger para la posteridad  la obra de la propaganda clandestina, sobre todo del periódico Sierra Maestra. Su labor resultó decisiva para que hoy pueda conocerse quienes fueron los fundadores del periódico, los lugares donde era editado y muchos otros aspectos plasmados en sus memorias, con la gran ventaja de que contó lo que hizo y dirigió, cómo y con quien lo hizo.
El colectivo de Sierra Maestra, comparte el pesar de sus familiares y de los fundadores por esta sensible pérdida de quien no dejó de sentirse parte del órgano que él fundó, siempre con el aliento para multiplicar en la paz la grandeza ganada durante la guerra.
Y espera rendirle un merecido tributo cuando sus cenizas, en fecha cercana, sean trasladadas a esta ciudad que él tuvo como cuna y escogió como lecho eterno.  Será, sin dudas, un homenaje multiplicado.

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