.Orlando Guevara Núñez

Escribía Martí sobre estos
dos grandes de la historia cubana:
“El extraño puede escribir estos nombres sin temblar, o el pedante, o el ambicioso: el buen cubano, no. De Céspedes, el ímpetu, y de Agramonte la virtud. El uno es como el volcán, que viene, tremendo e imperfecto, de las entrañas de la tierra; y el otro es como el espacio azul que lo corona. De Céspedes, el arrebato, y de Agramonte la purificación” “El uno desafía con autoridad como de rey; y con fuerza como de la luz, el otro vence”
“El extraño puede escribir estos nombres sin temblar, o el pedante, o el ambicioso: el buen cubano, no. De Céspedes, el ímpetu, y de Agramonte la virtud. El uno es como el volcán, que viene, tremendo e imperfecto, de las entrañas de la tierra; y el otro es como el espacio azul que lo corona. De Céspedes, el arrebato, y de Agramonte la purificación” “El uno desafía con autoridad como de rey; y con fuerza como de la luz, el otro vence”
Analiza a ambos con visión
de futuro:
“Vendrá la historia, con sus pasiones y
justicias; y cuando los haya mordido y recortado a su sabor, aún quedará
en el arranque del uno y en la dignidad del otro, asunto para la epopeya. Las
palabras pomposas son innecesarias para hablar de los hombres sublimes. Otros
hagan, y en otra ocasión, la cuenta de los yerros, que nunca será tanta como la de las grandezas”
Nuestro Héroe Nacional rememora los momentos del alzamiento
independentista de 1868. Y habla sobre las virtudes de Carlos Manuel de
Céspedes y de Ignacio Agramonte. Sobre la grandeza de los dos.
Y cierra su escrito con unas
palabras que lo resumen todo: ¡Esos son, Cuba, tus verdaderos hijos!
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